Asegúrate de centrar tu vida en lo que realmente importa

Tener dinero no es malo, facilita la vida, pero ¿has pensado que pasaría si el dinero perdiera su valor? ¿Has descuidado a tu familia por buscar riqueza? Si es así, es momento de equiparar las dos cosas y darle importancia a la

Erika Otero Romero

Lo que es importante para cada ser humano depende de sus intereses íntimos y personales. Esa es una variable que siempre cambia de época en época. Sin embargo, hay factores que por más que cambien los tiempos, se mantienen: sin importar idioma, raza, lengua o cultura. Es más, como parte de la sociedad, hemos crecido con estereotipos, se espera que como parte de la misma tú como persona: estudies lo que más puedas, tengas un empleo o negocio propio; a la par de esto llegues a tener una familia, te compres una casa y un auto, y sigas ciertos parámetros de vida, porque se supone que eso es lo “normal” y se espera que así sea. A pesar de eso, hay personas que toman caminos diferentes a lo que su familia desea que hagan y no por eso están equivocados en las decisiones que toman. Pero en todo este meollo, hay cosas que no cambian y es que TODOS nos preocupamos por nuestros seres amados.

Unión más allá de la muerte

Mi abuela murió hace más de una década, recuerdo cómo mis tíos, tías y mi madre sentían miedo a perder esa conexión que creían, se mantenía indeleble gracias al factor común entre ellos, mi abuela. A pesar de ese trágico acontecimiento, al pasar de los años mis tíos y mi madre han logrado mantenerse en contacto a pesar de la distancia, procuran visitarse de manera frecuente y a mi madre, que es la que vive más lejos de ellos, la llaman y la visitan con frecuencia sus hermanos y mis primos.

Lo material versus la familia

El trabajo, una casa hermosa, el carro último modelo, el vestidito de moda que viste en aquella vitrina hace unos días y tantas otras cosas que te dan cierto placer momentáneo de manera diaria dejan de tener importancia tan pronto como pasa la “emoción del momento”. Es en ese instante cuando tus hijos, tu esposo, tus hermanos, tus padres, tus abuelos e incluso tus amigos empiezan a tener ese valor que el dinero no puede comprar. ¡Aja! Puedes tener todos los lujos que el dinero, la juventud y la belleza te puedan otorgar, pero ¿qué te quedará cuando eso se acabe? Si respondiste la familia, estás en lo correcto.

Muchas cosas del diario vivir son importantes y tienen un valioso significado a lo largo de la vida; pero lo que REALMENTE IMPORTA, es lo que estará ahí cuando lo mundano deje de ser.

La experiencia de un millonario

Recuerdo haber leído hace poco, un artículo sobre un joven que logró hacerse millonario antes de cumplir 30 años y relataba cómo el haberse convertido en millonario, de cierta manera le había restado valor a las cosas materiales; créanme, hallé mucha razón en ello. Narraba cómo conseguir el carro deportivo del año, había perdido la magia, debido al hecho de no tener que esforzarse al máximo en un trabajo para conseguirlo. Eso le había restado valor al mérito de poder comprarlo. También decía que le había traído consigo muchos problemas con algunos familiares y amigos interesados más en su dinero, que en él como persona. Para hacer el relato corto, el dinero no le proporcionaba la felicidad que muchos creían que éste traía. Por el contrario, había perdido la tranquilidad y le había quitado la capacidad de dormir de manera apacible, la vida ya no era igual.

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No es que el dinero no importe. ¡Claro que importa!: da comodidades y proporciona lujos o soluciona problemas, pero es un arma de doble filo que, así como puede unir a los seres que se aman, también los puede alejar. Entonces ¿qué sentido tendría ser millonario y no tener con quién compartirlo?

Ya lo dije al principio de este artículo, lo que tiene importancia en la vida de los seres humanos, depende de cada uno, pero algo que jamás debes olvidar y echar en saco roto es que el dinero se puede acabar y seguro que así será; pero los lazos de amor, los amigos y, sobre todo, la familia, son lazos indelebles si están bien forjados jamás se romperán.

Nunca olvides que lo esencial es invisible a los ojos.

Toma un momento para compartir ...

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.