Aunque no lo creas, tu relación es “perfecta” si presenta estas señales

Puede ser que creas que tu relación no es perfecta, pero incluso si hay muchas diferencias entre ustedes, el amor los hace fuertes.

Erika Patricia Otero

Lograr que una relación amorosa sea “perfecta”, es complejo y toma tiempo y dedicación. Desde luego, el concepto de perfección es diferente de una persona a otra, y más cuando se habla de amor.

Empecemos por el simple pero certero hecho de que el amor jamás será perfecto. Tendríamos que ser perfectos para que el amor lo fuera, pero somos seres humanos, y estamos lejos de serlo. Lo que sí tenemos de especial es que gracias a nuestra naturaleza, tenemos el poder de mejorar cada día; lo mismo pasa con el amor y las relaciones, que van mejorando conforme maduramos.

A medida que nos hacemos mejores personas, nuestras relaciones maduran. Como puedes ver, una relación amorosa no es buena ni “perfecta” de buenas a primeras; que llegue a ser lo que soñamos que sea, toma tiempo y entrega.

Con lo anterior expresado, a continuación dejaremos por aquí los indicadores que muestra toda relación madura y perfecta:

1 Disfrutan de los momentos de silencio

Que se amen no es igual a hablar de todo lo que viven a cada momento.

Seamos honestos, a veces no se tiene mucho que contar y eso está bien. No porque no tengan tema de qué hablar, su relación va cuesta abajo, no es así.

Disfrutar de esos momentos de silencio es un tiempo de compenetración que no se logra a través de las palabras. El silencio también habla mucho de ustedes como pareja.

La Dra. Roni Beth Tower explica que este tipo de parejas que disfrutan de sus silencios, tienen una cercanía especial.

2 Se dan su propio espacio

Al inicio de la relación, la necesidad de estar juntos es apremiante, eso no que negarlo; pese a eso, debemos reconocer algo: todos necesitamos espacio para nosotros mismos.

Tener momentos personales para ir a pasear, hablar con amigos o simplemente estar solos, no debe ser motivo de problemas. Y créeme, no lo es cuando la relación es madura.

Tracey Cox señala que cada vez más las personas que dan libertad a sus parejas para disfrutar de su propio espacio y tiempo. Por supuesto, esto requiere un alto nivel de confianza y madurez mental. Lo interesante es que esto fortalece a la pareja; la razón es que al extrañar al ser amado, el regreso se hace más anhelado.

3 No se obligan a vivir situaciones incomodas

Este es un punto interesante. Supón que no uno de los dos no se lleva bien con los suegros. Pues bien, en una pareja “perfecta”, que el cónyuge que no se llevan bien con su familia política prefiera estar fuera de casa mientras ellos están de visita, no es problema. La razón es que la otra parte comprende cómo se siente y respeta ese sentir; no le obliga a pasar un momento molesto “porque es familia y a la brava tiene que quererlos”. Esa también es una manera de mostrar respeto, por ti, por él y por los tuyos.

4 Respetan sus diferencias

Ser diferentes es bueno. Una pareja “perfecta” no tiene por qué coincidir en gustos e intereses. Esta bien tener gustos diferentes porque les hace interesantes a la vista de su ser amado.

Ser compatibles no tiene por qué ser igual a tener los mismos gustos y hobbies. Más bien esto implica la aceptación de que tu pareja es diferente y eso es genial.

5 Tienen dificultades

Al ser diferentes va a haber dificultades, porque eso que los hace distintos de vez en cuando va a chocar.

Que discutan y tengan malos entendidos no es malo. Los problemas hacen que la relación se fortalezca al momento de llegar a un acuerdo y a la reconciliación.

6 No se complacen sacrificándose por el otro

Popularmente se cree que una gran muestra de amor es el sacrificarse por el ser amado; nada menos cierto que eso.

El sacrificio por el otro te lleva a ser infeliz a favor de la felicidad de otro. No hay nada de romántico en sufrir para hacer feliz a otro.

Ninguna de las partes de una pareja debe sentirse obligada a complacer a la otra haciendo cosas que no quiere. Ambos deben aprender a llegar a acuerdos que los hagan felices.

7 Duermen por separado

Para algunos la simple idea de dormir en camas separadas parece un disparate; sin embargo, para otros es una buena opción cuando uno alguno tiene mal dormir, ronca o pelean por las cobijas.

Nada de malo hay en ello y no por dormir separados va a restar amor. Es más, la relación va a ser más satisfactoria si ambos pueden descansar bien.

8 No comparten tanto tiempo juntos como les gustaría

Seamos francos, vivimos en una sociedad agitada y con el tiempo justo para respirar. El tiempo del que se puede disponer para estar con el ser amado a veces es poco. Pese a eso, las parejas maduras y perfectas lo entienden y no ven problema en esto.

Aceptan el tiempo que pueden pasar juntos porque para estas parejas calidad es mejor que cantidad.

9 Toman su tiempo para aceptarse como son

Nadie, ni las parejas que más se aman llegan a conocerse por completo y esto es bueno. Amar al otro es aceptarlo tal y como es. Obvio, esto no es igual a no hacer el esfuerzo de mejorarse cada día, pero es cuestión de iniciativa propia.

Aceptar al otro no es igual a llegar siempre a un acuerdo total de los defectos del ser amado.

Aceptar es un acuerdo de las personas con su realidad, sin intentar cambiarla. Aun así, si el cambio y el cambio llega por iniciativa del otro, pues es un bonus para la relación.

10 Expresan sus sentimientos de manera diferente

A algunos se les da genial regalar flores y chocolates en fechas especiales, pero a otros simplemente no.

Hay un sinnúmero de formas de demostrar afecto; y tenemos que aprender a “hablar el lenguaje del amor” de nuestra pareja.

Como sea que la pareja comunique su amor es bueno. Y si sientes que no te da tantas expresiones de amor como crees que necesitas, pues habla francamente al respecto; quizás te revele la manera en la que le gusta amarte.

Aunque no lo creas, las relaciones “perfectas” tienen problemas y grandes diferencias. Aun así, esto es lo que las hace especiales y duraderas en el tiempo.

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.