¡Auxilio! Clases de sexualidad en el colegio. ¿Y ya sabes lo que tu hijo ya sabe?
Los programas educativos han incluido dentro de la curricula de educación básica clases de educación sexual con el propósito de disminuir los embarazos en la adolescencia, el abuso infantil y educar a la población. Este artículo aborda este tema.
Emma E. Sánchez
Ante la noticia de que en el colegio de tu hijo imparten la materia de sexualidad, primeramente, ¡no te espantes!, nadie te está quitando tu responsabilidad y derecho. ¡No hay nada que temer! ¡Pero sí mucho que hacer!
Si estás inquieta y preocupada por la información que puedan darle, la forma en que la reciba y las consecuencias que esto provoque, estás leyendo el artículo correcto. De modo que, toma aire y ponte cómoda para platicar sobre este tema tan importante.
¿Por qué te preocupa tanto?
Cuando una situación nos inquieta al grado de que nos sentimos estresados, angustiados o hasta enojados, debemos ver en nuestro interior por qué tenemos estos sentimientos. A veces nos resulta agresivo que alguien más venga a decirnos algo que no queremos escuchar, que nos duele o que simplemente pensamos que no es su asunto, por tratarse de la intimidad de nuestra familia o de la nuestra.
Al revisar el tema en particular con algunos padres, la molestia y la incomodidad del tema tiene que ver con dos cosas, principalmente: una, la incapacidad que como padres hemos tenido al sentir que no podemos enseñar nosotros mismos el tema de forma correcta y segunda, pensar que la información puede despertar el deseo en los menores y justamente tener las malas consecuencias que se desean erradicar.
Una vez que tengas claro el por qué no te gusta o te incomoda la idea de que tus hijos reciban educación sexual en la escuela, estás en una posición más clara para hacer lo que consideres adecuado para tus hijos.
Si estás de acuerdo con que tus hijos reciban esta información sigue leyendo, pues la información también te será de utilidad:
Ve a la escuela como padre y como alumno
Ojalá todos los padres de familia se acercaran a la escuela interesados en saber qué aprenden sus hijos y cómo se relacionan con otros todo el tiempo y no sólo cuando se habla de sexualidad. Estés o no de acuerdo con estas clases, debes acudir a la escuela y recibir la información de primera mano, de la fuente directa y no te dejarte llevar por rumores, falsas noticias o especulaciones de otros que hablan del tema sin tener la información completa o real.
Habla con maestros y directores
Normalmente, algunas escuelas avisan a los padres la fecha en que estos contenidos serán abordados; organizan conferencias, talleres previos y buscan que los padres estén de acuerdo con la información que se dará a los niños.
Escucha lo que los maestros tienen que decir al respecto, expresa tus opiniones y expón tus dudas y lleguen a acuerdos o toma decisiones específicas sobre tus hijos y su educación.
Pon bajo la lupa los libros de texto y los planes escolares
En éste, como en otros temas importantes o de trascendencia, lo peor es la ignorancia. En mi experiencia profesional puedo contar que recibo padres de familia furiosos porque según ellos se les enseñarán a sus hijos cosas terribles, fuera de lugar, vulgares y no aptas para su edad, pero cuando revisamos juntos los libros de texto y los programas se dan cuenta de que sus preocupaciones eran infundadas.
¿Y ya sabes lo que tu hijo ya sabe?
Otra de las grandes sorpresas que se llevan muchos padres, infortunadamente, es enterarse de propia boca de sus hijos de toda la información que ellos manejan ya del tema. Los padres piensan que sus hijos desconocen al respecto o que sólo tienen la información que ellos les han dado, y ¡zaz! Se olvidan de que sus hijos no son seres aislados, que tienen contacto con otros niños, mayores y menores, que acceden, casi de manera ilimitada, a internet desde sus hogares, sin vigilancia parental o candados de seguridad, a todo tipo de anuncios, páginas y videos; o que cuando los dejan encargados en casas ajenas con personas diferentes y nuevamente, sin supervisión adulta, ellos investigan, escuchan, aprenden y llegan a sus propias conclusiones.
El sol no se puede tapar con un dedo, lo prohibido genera mayor deseo y curiosidad y los niños son curiosos por naturaleza y buscan respuestas a sus preguntas, y si tú no les das esas respuestas ellos las buscarán sin pedirte permiso o avisarte de la construcción de su propio conocimiento.
Lo más importante del tema
Digamos lo que digamos, nada cambia el hecho de que es tu responsabilidad única y exclusiva educar a tus hijos en el tema. Lo ideal es que para cuando la clase en la escuela se dé, el niño ya haya sido instruido en su casa personalmente por sus padres, bajo su propia escala de valores, tradiciones y creencias y no tenga confusiones ni dudas.
Los niños y jóvenes que reciben información correcta y adecuada de las personas más importantes en su formación, sí llegan a evitar problemas tan graves como el abuso, los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual. Cuando la información se obtiene de fuentes poco confiables, erróneas y bajo el velo del tabú, los prejuicios y la ignorancia sólo generan los terribles problemas sociales que ya vivimos.
Tú decides el cómo, el qué y el cuándo, sólo no te tardes mucho, pues si te retrasas en la educación de tus hijos, alguien más lo hará por ti y seguramente no te va a gustar perderte de esta oportunidad de fortalecer su visión de vida.