Ayudar a tu hijo a dormir tal vez signifique escuchar tu instinto y tu corazón
Si ya ningún consejo te funciona, y a tu hijo le cuesta conciliar el sueño, puede que sea hora de escuchar lo que grita tu corazón. ¿Oyes la voz de tu instinto?
Fernanda Gonzalez Casafús
Cuando estaba en el quinto mes de mi primer embarazo recibí un cariñoso regalo de alguien de la familia. Se trataba del famoso libro “Duérmete niño”, donde se aconsejan distintas técnicas para dormir a los bebés. Apenas leí las primeras páginas supe que no lo pondría en práctica. Es que, en realidad, estaba escuchando a mi corazón.
El pediatra Eduard Estivill, autor del libro, refiere que es necesario enseñarles a dormir a los bebés. Y aunque muchos padres hayan puesto en práctica este método, y les haya funcionado, muchos otros, no podemos concebir la idea de dejar llorar al niño, premisa en la que se fundamenta este sistema conductista, y el cual tiene graves consecuencias.
Dormir, o no dormir, esa es la cuestión
Sí, todos lo hemos pasado. Recuerdo esas largas caminatas con mis brazos adormecidos, mi espalda encorvada y mi entereza flaqueando ante el llanto de mi bebé. Me sentía frustrada, pues ninguna nana lo callaba ni calmaba su sollozo.
Aún así, me negaba a dejarla llorar en su cuna, como el libro lo aconsejaba, o como muchas personas me decían. Como mamá, estaba aprendiendo, y junto con mi bebé, estábamos buscando la forma de calmarnos juntas y adormecernos.
La maternidad es poner el cuerpo entero
Desde el primer día que me convertí en madre supe que no dejaría a mi bebé llorar, y que mis brazos estarían dispuestos a acunarlos en cualquier momento.
Cuando llegaba la hora de dormir, tanto con mi primera hija, como con el segundo, mi cuerpo entero estaba a su disposición. Las mamás ponemos todo el cuerpo, desde el cabello hasta la punta de los pies, a disposición de nuestro pequeñito que nos reclama a todas horas.
Cuando el sueño se apoderaba de mis bebés, allí estaba yo, recostada junto a ellos, para unirnos en el sopor del sueño. Hubo una época en la que dormía pegadita a los dos. De un lado mi bebé más chiquito, y del otro lado mi hija más grande. Luego, acomodaba a cada uno en su lugar, pero siempre cerquita de mamá, hasta que fue momento de pasarlos a su habitación.
Los bebés necesitan ayuda para dormir
Los expertos del Centro de Trastornos del Sueño de la UCLA, aseguran que los niños muy pequeños tienen problemas para conciliar el sueño por sí solos, y que muchas veces necesitan la ayuda de un adulto.
Más allá de la cuestión fáctica en sí, el hecho es que es hermoso acompañar a tu hijo hasta quedarse dormido. Aunque muchas veces sea agotador, piensa que ésto sucede muy pocos años en la vida de tu hijo, y cuando menos te lo esperes ya no te necesitará para ello.
Por otra parte los expertos aseguran que esto, conocido como “asociación de inicio de sueño”, puede traer inconvenientes, pues indica que tu hijo necesita siempre dormirse con alguien, con algún objeto, o de una manera determinada.
Así es como muchos padres salen a la mitad de la noche a dar vueltas con el coche porque “así es la única forma en la que se duerme”, o se acuestan junto a ellos porque no hay otra forma que puedan quedarse dormidos.
Ayudarlos a dormir ¿O no?
He conocido muchas madres que desde que sus hijos son muy pequeños los han acostumbrado a dormirlos meciéndolos en su coche, o carriola, o acostándolos con algún oso de felpa, pero siempre sin establecer contacto, por miedo a que se acostumbren.
El punto es que, aunque no los tengas en brazos, de cualquier manera tu hijo necesita que le ayudes a dormir, al menos en las primeras fases de su vida. Entonces ¿Por qué negarte el placer inmenso que produce verlo dormir en tus brazos, o acurrucadito cerca de tu pecho?
El tiempo junto a ellos es corto. Crecen demasiado rápido, y no hay motivos tan sólidos como para negarte a tí misma -y a ellos- el placer de dormir juntos. Ayudar a tu bebé a dormir es una decisión maravillosa, y sobre todo, muy beneficiosa para tu hijo.
Los beneficios de ayudar a tu bebé a dormir
Ayudar a tu hijo a dormir puede significar que lo tengas en brazos, o que lo acuestes junto a tí, o que le cantes su canción favorita. Cada mamá sabrá que es lo que su bebé necesita, pero siempre debes escuchar qué es lo que te dicta tu conciencia.
Tu bebé necesita tu contacto, necesita saber que estás ahí. Y para él, dormirse a tu lado significa refugiarse de los peligros, sentir la seguridad de la protección que le brindas. Cuando cierra sus ojitos cerca tuyo, ten por seguro que te dice “¡Estoy tranquilo, mamá!”
Favorece el contacto madre e hijo
El bebé se siente protegido y seguro
Como madre, estás más atenta a sus necesidades
Evitas y disminuyes el riesgo de muerte súbita
Escuchas a tu bebé respirar
Reduce el estrés (de ambos)
Se sincroniza el sueño de mamá y bebé
Mejora y refuerza la autoestima del bebé
Escuchar tu corazón, entender tu instinto
Eres fundamental en la vida de tu hijo. Eres quien él desea ver al acostarse y al despertarse. Ayudar a tu bebé a dormir puede significar que necesites escuchar más a menudo la voz de tu conciencia, y lo que dice tu corazón.
Tu instinto te pide que lo tomes en brazos, que lo acunes hasta que el corazón te explote de amor. Tu cuerpo pide su cuerpo tibiecito, pues aún necesitas sentirlo tan cerquita como cuando estuvo nueve meses en tu vientre.
Regálate el placer de verlo dormir junto a tí. Obséquiale la dicha de que sea su mamá quien lo acompaña en el letargo del sueño, hasta relajarse por completo.
No hay nada más lindo en la vida que ver dormir a nuestro bebé plácidamente, y si es en nuestros brazos, mejor.