Bebé es desconectado del soporte de vida por los médicos, sin el permiso de sus padres
Mientras sus padres luchaban para llevarlo a USA y 80.000 personas donaron dinero para salvarlo, los médicos y un juez decidieron otra cosa.
Mariel Reimann
La historia de Charlie
Decidir entre la vida y la muerte de tu propio hijo y tener un día y una hora en la que será desconectado, debe ser una de las peores decisiones que un ser humano puede tener que tomar.
El Great Ormond Street Hospital de Londres, ha llevado el caso a la corte suprema para poder desconectar del soporte de vida a Charlie, el bebé que se encuntraba internado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Sus padres se resistían
Sus padres, la Sra. Yates y Chris Gard, creen que Charlie estaba estable y que no estaba sufriendo dolor, y querían que su vida sea preservada hasta intentar un tratamiento que cuesta un millón de euros ante la pequeña posibilidad de que funcione.
Charlie nació con un peso normal y aparentemente siendo un bebé saludable, pero en lugar de seguir desarrollándose cada vez estaba más débil. Con sólo 8 semanas de vida, fue admitido al hospital.
Charlie sufría de la enfermedad mitocondrial según lo reportado por el Daily Mail. Esta enfermedad afecta a las células del cuerpo y causa problemas en el hígado, corazón riñones, pulmones y también causa problemas auditivos.
A pesar de los esfuerzos de los padres un juez juzgó un destino diferente para Charly
Aunque sus padres hicieron de todo, juntaron el dinero, acudieron a la corte y reclamaron por sus derechos como padres, desgraciadamente llegaron tarde.
La justicia británica le dio el apoyo a los médicos, por que según lo reportado por UP Social, los médicos habrían dicho que “Charlie había sufrido un daño cerebral irreversible”.
“Ellos sólo querían darle una oportunidad de vida al bebé”
El juez que atendió la causa, Nicholas Francis, dio el permiso a los médicos para desconectar al bebé.
Estas fueron las palabras de la sentencia
“Sé que este es el día más triste para los padres de Charlie, pero espero que con el tiempo lleguen a aceptar que esto es lo mejor para Charlie, dejar que descanse en paz”.
Sus padres ya habían reunido el dinero necesario, un millón de euros, que llegaron a través de 80.000 donantes en una campaña para que recibiera un tratamiento en Estados Unidos por un médico que les ofrecía una luz de esperanza.
Sin embargo, la decisión fue otra, y según Laura Hobey-Hamsher, la abogada de la familia, tanto Connie como Chris, “se encuentran completamente devastados”.
Cuando la vida no nos da lo que creemos que es mejor para nosotros
Este es un caso extremadamente doloroso, y puede dividir las opiniones haciendo que algunos estemos de parte del juez o de parte de los padres, pero ese no es el caso. El punto es que lamentablemente, la vida no nos da lo que queríamos, pero detrás de ese dolor que parece que nunca va a pasar, detrás de esa injusticia que creemos que se ha cometido, hay algo más que aún no podemos ver.
La pérdida de un hijo, bajo cualquier circunstancia es uno de los dolores más grandes por el que el ser humano tiene que pasar. Afortunadamente, hay algunas cosas que podemos hacer para ayudarnos a nosotros mimos cuando algo así toma lugar.
La cadena de dolor que nos lleva a la sanación del alma
De acuerdo con Mental Health America hay diez estados por los que nuestra mente, cuerpo y ‘alma’ pasan cuando perdemos a alguien, y aunque cada uno es diferente, en general todos experimentamos estos sentimientos:
• Negación
• Incredulidad
• Confusión
• Shock
• Tristeza
• Anhelo
• Enfado
• Humillación
• Desesperación
• Culpa
Estos sentimientos son normales, y es un mecanismo de nuestra mente para sanar, por lo tanto no hay que pelearlos, sino que debemos darnos nuestro tiempo. Cuando perdí a mi hija (de 6 meses de gestación) alguien me dijo “el dolor nunca se va, sólo te acostumbras”, pero yo lo veo diferente, ‘el dolor no se va, sino que se transforma”.
De acuerdo a la misma fuente, “la muerte de un hijo levanta un gran sentimiento de injusticia – por la pérdida, los sueños sin cumplir y el sufrimiento sin sentido”, pero con el tiempo ese dolor se convierte en una cicatriz, que no se borra, pero que se transforma en un ángel.
Algunas cosas que nos ayudan a superarnos
El tiempo
Lamentablemente, el tiempo tiene que pasar para que las heridas cicatricen, al igual que una herida física no puede sanar de la noche a la mañana.
La fe
La fe en Dios, la fe en algo positivo, la fe en que un día volverán a encontrarse, la fe de que todo en esta vida tiene un propósito y que aún que no lo podamos ver hoy, lo veremos cuando las lágrimas se sequen y dejen de nublar nuestra vida.
El enfocarnos en alguien más
Suena como algo imposible, y no es algo que debemos hacer al otro día, es más tenemos que darnos tiempo para procesar la pérdida. Pero no hay un mejor remedio para el alma que dar de nosotros mismos a alguien que está pasando por algo peor.
Mi abuela solía decir, “cuando pienses que no das más, que nada peor te podría pasar, entonces lee las noticias y te darás cuenta de que siempre hay alguien que está sufriendo más”.
Después de perder a mi hija, que hace sólo 3 meses; escribir y ayudar a las personas que amo se convirtió en ese bálsamo que calma todo, y cuando el dolor resurge y parece que me va a ahogar, respiro profundo, recuerdo que la veré de nuevo, y busco a alguien a quien ayudar.