Bomba molotov: colegio, padres de familia y whatsapp. ¿Chismes o comunicación efectiva?
¿Perteneces a un grupo de padres del colegio de tu hijo en whatsapp? Si en verdad te interesa la educación de tu hijo y la sana comunicación, lee esta información que te será de mucha utilidad.
Emma E. Sánchez
Me gustaría pensar que todos los padres de familia que pertenecen a una red social, o a un grupo de comunicación instantánea o móvil (particularmente, whatsapp), están sinceramente interesados en establecer sociedades en pro de la educación y mejora de sus hijos. Y digo que me gustaría porque lo que con más frecuencia he observado es justamente lo contrario: se trata de grupos que se prestan a todo menos a la mejora y el apoyo entre padres para sus hijos.
Si en tu colegio perteneces a un grupo o sociedad de padres te invito a que leas estas ocho recomendaciones, y si crees que pueden beneficiar a tu grupo, no dudes en compartirlas y aplicarlas. ¿Te gusta la idea? Veamos, revisa conmigo el planteamiento y su solución:
1. Comunicación efectiva vs chismes
Estos grupos se crean y organizan para estar en contacto y tener información relacionada única y exclusivamente con su hijo y su grupo escolar. Ese es el principio que no deben perder de vista. Sin embargo, cuando los padres pierden la visión, estos grupos integrados, en su mayoría, por señoras, son todo menos lo que se espera de ellos. No uses tu grupo para chismear o compartir información que se debería mantener en el ámbito privado.
Busca y fomenta que los padres se comuniquen de manera efectiva con el propósito de apoyarse en la educación de sus hijos. Nada más.
2. No seas de sangre caliente
Contestar “lo primero que se me viene a la cabeza”, mandar mil caritas bonitas, una cantidad ingente de emoticones, fotos y chistes puede llegar a ser en verdad muy molesto para los demás. Porque no sólo saturamos la memoria de los teléfonos celulares, sino que también, con tantas alarmas por la entrada de mensaje tras mensaje, interrumpimos el trabajo o las actividades de los demás.
Aporta a tu grupo comentarios significativos.
3. Pienso, luego escribo y mando
Enviar desde un chiste de mal gusto, una fotografía sin sentido o inclusive ataques directos a otro padre de familia, maestros, colegio o peor aún, ¡niños!, ¡no se debe hacer!, y bajo ninguna circunstancia. No escribas nada que resulte agresivo, ni utilices palabras ofensivas. Lo que escribimos puede ser fácilmente malinterpretado por otro, herir susceptibilidades y usarse en tu contra si se descontextualiza.
Recuerda que en cuestión de redes sociales y todo lo que se comparta mediante internet, nunca se elimina y no sabes quién llegará a leerlo.
4. No eres la secretaria de tu hijo
Otro grave error de los padres y los grupos es que usan este medio para “pedir la tarea”. ¡No hagas esto, por favor! Es responsabilidad de tu hijo y un asunto que debes tratar con el maestro, no con otros padres.
Si acostumbras resolver este tipo de situaciones a tu hijo que no te sorprenda después que se convierta en un adolescente o adulto al que siempre tendrás que andar rescatando, porque nunca lo incentivaste a aprender a enfrentar sus propias consecuencias.
5. Hijos suplantadores de personalidad
¿Sabías que muchos de los problemas serios que se dan en este tipo de grupos tienen que ver con mensajes que el hijo escribió fingiendo ser el padre o la madre? Sí, así como lo lees: hay jovencitos que, haciéndose pasar por un adulto, han generado problemas hasta de índole legal.
Sé más inteligente y cuida desde tus contraseñas hasta tus equipos.
6. Es bajo, cobarde y ruin hablar de los niños
La ira, el enojo y la frustración pueden hacernos perder la cordura en un momento y decir y escribir cosas terribles. Nunca, nunca escribas algo que hable mal de un niño. Eso es bajo, cobarde y ruin. Por muy mala conducta que un niño pueda tener, tú no sabes los desafíos que él o su familia enfrenta; por lo tanto, no lastimes a un niño en un grupo de adultos. Tú nunca permitirías que alguien hiciera lo mismo con tu hijo, ¿cierto?
Si un padre de familia lo hace, ten la entereza de decirle que no lo haga por el bien de todos los niños.
7. Sin quejas ni habladurías; habla de frente
El docente que atiende a tu hijo es un padre o madre de familia como tú: tiene hijos, trabajo, un hogar, frustraciones y necesidades igual que las tienes tú; para él, tu hijo es un alumno al igual que otros 20 o 30 y a todos busca cuidar, proteger, atender y lo más increíble de todo: educar. Así que su tarea no es muy fácil que digamos, y si a eso le añades que muchas familias mandan a sus hijos sin lo mínimo necesario en valores y respeto, pues ¡para qué te platico!
Por favor, no hables mal del maestro a sus espaldas en un grupo donde se tiran palabras como si fueran piedras, porque luego esconden la mano. Si hay algo que te desagrade o te moleste del profesor con respecto a la educación de tu hijo, dirígete a él directamente, pide una cita y habla de tus malestares con la persona correcta en el lugar correcto, de lo contario, sólo son quejas al aire que dañan y que nada resuelven.
8. Sentido común
Dicen que el sentido común es el menos común de encontrar, y creo que con frecuencia es cierta esa declaración. No te enredes en discusiones o debates sin sentido, no uses el grupo de padres para desahogarte de todas tus insatisfacciones y frustraciones; más bien, piensa y condúcete con decencia, con propiedad y con mucho, mucho sentido común.
No pierdas de vista que nuestra responsabilidad como padres es para toda la vida, mientras que la del maestro únicamente dura un ciclo escolar.