“Carta para dejar ir a quien ya no se quiere quedar”
Como duele, pero como sana el alma...
Maia Fernandez
Cuando nos separamos de la persona amada vivimos un maremoto de emociones sin igual. Tristeza, dolor, remordimiento, culpa, bronca. Cuando el peor momento pasa nos comenzamos a preguntar por qué y surgen deseos de comunicarnos con la otra persona. Este fue el caso real de una joven que decidió escribir una carta con el motivo de expresar su dolor y de esa forma poder dejar ir a su ser amado.
La escritura es un método excelente para expresarnos y desahogarnos cuando estamos pasando por una situación difícil. Si lees este texto y te sientes identificada recuerda que el dolor que sientes no será para siempre.
Sanar el dolor no significa hacer de cuenta de que nunca existió, sino es poder sentir que aquello que nos hizo daño ya no controla nuestras vidas. Para sanar de verdad es importante poder tenernos paciencia para realizar el duelo. A veces es necesario recurrir a diferentes estrategias para transitar ese difícil momento de la mejor manera posible. Una estrategia interesante es escribir una carta para dejar ir al ser amado. La acción de escribir sirve como desahogo, más allá de que la lea o no nuestro ex. Eso fue lo que hizo una joven que estaba muy dolida, con el corazón destrozado.
Esto fue lo que escribió y lo que sintió luego fue una profunda paz:
“Discúlpame, solo quiero despedirme, es la última vez que te escribo, gracias infinitas por todos los mensajes, los besos, las caricias; por hacernos el amor y por las veces que el amor nos hizo y nos deshizo; por los momentos que organizábamos hacer algo juntos, lástima que todos ellos solo fueron instantes en los que querías cubrir tu soledad. Ahora todos ellos se vuelven lindos, duros y tristes recuerdos. Me queda claro que me querías junto a ti, pero no en tu vida. Es una lástima que dos personas que mueren de amor tengan que vivir en un recuerdo y lo único que digas es “éxito”. Me hice tantas ilusiones contigo, que olvidé ser realista por una vez en mi vida. ¡Pues, ahora voy entendiendo que ninguna mujer se queda demasiado tiempo donde no se siente querida, en otras palabras, donde sobra!
Contigo todo fue distinto, hice el amor amando, era perfecto estar entre tus brazos, encajaba, por eso te decía “amor ¿me abrazas?”, amaba sentirme protegida por ti. Que triste que cada vez que intento buscarte me dejas en visto o no contestas aun estando en línea, para ti es tan fácil ignorarme (te sale genial) pero querido déjame decir que: ¡los problemas se solucionan hablando, no dejando de hablar!
Recuerdas cuando me pediste que fuéramos novios y yo no quería, pensaba en lo difícil que sería, pero decidí arriesgarme conocía los riesgos y aun así los tome. Es increíble lo que se puede aguantar solo por no querer perder alguien.
Siempre quise ser mejor, para ser una mujer completa para ti y te sintieras orgulloso de andar de mi mano, sin necesidad de ver y desear a otras. Quise ser la mujer que estuviera en las buenas y más en las malas.
Si me extrañas háblame, no importa que las cosas estén mal, yo siempre voy a querer hablar contigo, aunque no creo poder volver a confiar en ti, pero mi puerta estará abierta para cuando decidas venir a terminar las cosas como un hombre, de frente, y ojalá puedas decirme qué fue aquello que te hizo separarte de mí, para ver si hay algo en lo que tenga que cambiar, para no volver a vivir esto que ahora me hace sufrir.
Ahora sólo tengo que aprender a dejar ir a quien ya no se quiere quedar, no haré ningún esfuerzo más, que te vaya muy bien, lamento tu cobardía pues soportaste amar a una mujer de verdad. Sin más que decir debo aceptar que te amo, pero también me amo”.
Si estás transitando una separación y sientes la necesidad de expresarlo, hazlo. Cuando no exteriorizamos nuestros sentimientos y emociones es muy probable que ese silencio repercuta en nuestra salud mental y física. Aunque sea doloroso, verás que luego te sentirás mucho mejor y será una gran manera de cerrar esa etapa de tu vida.