Cinco consejos para sanar de un abuso sexual
El trauma de un abuso sexual es algo que uno nunca olvida. Incluso cuando no tenemos la culpa, casi siempre persiste el sentimiento de remordimiento. Cuando tomamos la decisión de sanar el proceso empieza y nos sentimos liberados.
Denhi Chaney
Cuando somos objeto de cualquier tipo de abuso, por lo general tratamos de mantener ese hecho en secreto.
Esto es particularmente cierto cuando se trata de un abuso sexual. Un abuso sexual afecta todos los aspectos de nuestra vida, pues somos seres sexuales y cuando nuestra vida se ha contaminado con una experiencia en la que nuestros derechos humanos han sido violados, llegamos a tener una crisis de identidad, sentimientos de culpa, depresión, ansiedad, y frecuentes asociaciones que nos hacen revivir lo acontecido.
Regularmente, esto se convierte en un problema mayor cuando uno entra en una relación matrimonial en donde las relaciones sexuales son sanas. Pero aunque nosotros hayamos intentado olvidar nuestro cuerpo no ha olvidado y la ansiedad incrementa. Sin embargo, cuando llegamos hasta el punto de aceptar lo que sucedió ya estamos en camino para sanar. Con pequeñas pero importantes recomendaciones, podemos empezar el proceso.
Es importante mencionar que estos consejos son principios de un camino largo que se recomienda hacer al lado de un profesional.
Entiende que no fue tu culpa
La mayoría de las personas que pasamos por un abuso sexual pensamos que fue nuestra culpa que de alguna forma pudimos haberlo interrumpido, pero la realidad es que ninguno de estos pensamientos es cierto. Cuando pensamos en la persona de la que fuimos víctimas, podemos saber que esa persona abusó de su poder ya sea que era físicamente más grande, tenía mayor edad, le teníamos confianza o era una figura de autoridad, entre otras. Pero en las miles de razones podemos saber a ciencia cierta que esto nunca lo pedimos y el trauma que experimentamos es tan grande que nuestro cuerpo reacciona en paralizarse en lugar de correr. No fue tu culpa.
Tu cuerpo sigue siendo algo sagrado
A veces pensamos que como nuestro cuerpo fue violado ya no vale nada. Esto también es una mentira, nada de lo que aconteció tiene el poder de disminuir el valor de tu cuerpo. Tu cuerpo necesita sanar, pero como una herida, ésta no durará abierta por siempre.
Encuentra una forma de liberar tus emociones
El lidiar con abuso siempre va a traer todas esas emociones con las que no lidiamos en muchos años. Es por eso que tenemos que pensar cómo lidiar con ellas de una forma positiva. Entre las muchas cosas que podemos hacer, estas son algunas sugerencias: ejercicio (probablemente la más importante), escribir, arte, baile, fotografía, yoga, meditación, etc.
Empieza a explorar tu sexualidad en una relación sana y segura
Una buena relación matrimonial es el mejor lugar para sanar de un trauma sexual. Haz de tu pareja alguien que te apoye y entienda lo que estás pasando. Deja que tu pareja te enseñe cómo es una relación sexual sana; cómo se ve y se siente, ya que un abuso sexual te da una idea equivocada de lo que son las relaciones maritales. Tómalo con calma hasta donde te sientas cómoda, ten paciencia y con el tiempo será más fácil.
Considérate una sobreviviente
Si lo vemos desde la perspectiva de que lo peor ha pasado podrás verte de diferente forma. No eres alguien débil, sino todo lo contrario, eres alguien increíblemente fuerte que ha logrado sobrevivir de una experiencia que derrumba a muchas otras personas. El hecho de que estás leyendo esto es indicación de tu fortaleza. Ya no eres víctima, sino sobreviviente. Recuérdalo.
Aunque estos consejos son sencillos realmente pueden hacer la diferencia cuando empezamos a lidiar con un abuso sexual. Ten paciencia con el proceso pues siempre se sentirá más difícil antes de que se sienta mejor, pero aunque no se sienta al principio el proceso está ocurriendo. Recuerda que esta jornada será larga y difícil pero la realidad es que lo más arduo ya lo has vivido, haz sobrevivido, estás aquí.