Cómo compartir las responsabilidades en el matrimonio
Para que un matrimonio y un hogar funcionen ambos tienen que tener el mismo nivel de autoridad. Las opiniones y deseos de los dos deben contar por igual. No es algo fácil por razones de crianza donde se nos ha criado a la antigua.
Francia Benson
Cuando me han hecho esta pregunta, “¿quién lleva los pantalones en casa?”, para mí es muy fácil responder: cada uno lleva una pierna puesta, aunque esto plantea un falso problema. El punto en realidad es: ¿la relación de pareja es una relación de poder, de mando, o de responsabilidad en la dirección de los integrantes de la familia? Si se trata de ver quién manda, alguien, o los dos, deben cambiar, o a la larga esa relación se vendrá abajo o va a terminar en simple y pura violencia.
Pero, si se trata de responsabilidad en la dirección, en mi caso, no quisiera ser yo quien lleve toda la responsabilidad de tomar decisiones. Tampoco quisiera que fuera mi esposo. Para que un matrimonio y un hogar funcionen, ambos tienen que tener el mismo nivel de autoridad. Las opiniones y deseos de los dos deben contar por igual. Lograr esto no es algo fácil por razones de crianza donde se nos ha criado “a la antigua”, con un modelo patriarcal: el hombre manda y la mujer obedece. Hoy en día cada vez más parejas se sientan, hablan y llegan a una decisión. Lo hacen con respecto y con la firme creencia de que los dos tienen el derecho de decir sus opiniones y de tomar decisiones en el hogar.
Realmente es hermoso poder tener el mismo nivel tanto de valer, como de responsabilidad. Eso te hace saber con certeza que no te tratan de menos, sino con amor y respeto al valorar tus argumentos; saber que si dices que no y das razones válidas tu esposo o esposa respetara. Uno no está debajo del otro, ambos están de la mano en el mismo nivel caminando el camino de la vida. Entre las ventajas de tener el mismo nivel de autoridad están las siguientes:
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Tomar decisiones recae en ambos lo cual libera del estrés de tener la responsabilidad uno solo.
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Los dos se sienten valorados.
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Estimula la comunicación.
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El amor crece y profundiza porque si tu opinión, gustos y deseos son tomados en cuenta y sientes más amor por esa persona.
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La autoestima y amor propio crece.
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Es un buen ejemplo para los niños sobre compartir las responsabilidades.
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Los hijos los ven hablar en vez de pelear al tomar una decisión.
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Enseña a las hijas que ellas también tienen voz y voto en una relación.
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Educa a los varones a respetar a las mujeres y harán lo mismo en su matrimonio.
Si tienes problemas con tu esposo o esposa por no tener el mismo nivel de responsabilidad te aconsejo que hagas lo siguiente: En primer lugar habla y expresa claramente lo que sientes. Podría ser que tu pareja ni siquiera se dé cuenta de que está haciendo mal. Tengan una conversación sincera y abierta donde ambos comuniquen sus opiniones. Si después de hablar no quiere comprender, trata de no pelear pues solo empeorará la situación. Busquen libros y artículos donde se hable del asunto y de las ventajas que tiene. Incluso hasta podrían buscar ayuda con consejeros de parejas.
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Practiquen con asuntos pequeños como por ejemplo, si compran un perro o no. Siéntense y mediten juntos sobre el asunto.
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Es importante aprender a ceder. La madurez nos hace ver que no siempre se puede ganar o que en todo caso no se trata de ganar si no de lo que es mejor para la familia. Si están debatiendo sobre un tema y uno dice que sí y el otro que no, se debería de hacer lo que sugiere quien tenga los mejores argumentos.
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Un hombre no es menos hombre por darle responsabilidad y hacer lo que esposa sugiere. Al contrario, demuestra que está seguro de sí mismo y que le importa y ama a su esposa. También demuestra madurez y humildad. Es mejor sentir que ambos están construyendo el hogar y que se basan en el amor y el respeto. Los cimientos de una buena relación son el respeto y el valor que le das a la persona amada.
Francia Benson
Francia se recibió de la Universidad de Utah en Comunicaciones y Periodismo y tiene una Licenciatura en Cine y Artes Audiovisuales. Está casada y tiene un hijo.
