Cómo desarrollar las habilidades motrices de tus niños
Algunas ideas que ayudarán a tu hijo a desarrollar sus habilidades motrices y prepararlo para otras etapas de su vida.
Isis Lugo
La doctora María Montessori, quien fue una célebre educadora, solía decir: “Nunca se debe dar a la mente más de lo se de a las manos” haciendo un énfasis en la práctica motriz de los niños como medio para acceder a otros conocimientos más abstractos. Es en la primera infancia cuando éstas habilidades motrices se desarrollan; como madres ayudamos a los niños a gatear y a caminar, pero muchas veces nos olvidamos de otras destrezas básicas que se deben desarrollar durante esta etapa y que tienen que ver con la motricidad como es el manejor de la pinza que se forma entre el dedo pulgar e índice o el dominio de la mano como instrumento de trabajo. Si no las potenciamos en nuestros hijos pueden presentar algunos problemas como dificultades en la escritura, el conteo o la coordinación motriz a largo plazo.
Es por eso, que inspirada en el método Montessori les comparto una lista de actividades motrices que pueden realizar con sus pequeños en la casa:
Ejercicios de verter
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Deposita granos grandes, como frijoles o alubias, en una jarra y pide al niño que las vierta en otra jarra o frasco sin dejar que se caiga ninguno. Asegúrate de poner una bandeja o charola debajo para que no se derramen por el suelo.
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Dale dos pequeños vasos y una cantidad de arroz suficiente para llenarlos, dile al niño que vierta el arroz en los vasos.
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Cuando domine las dos actividades anteriores anteriores, puedes hacer lo mismo pero con agua, proporcionándole una esponja para que seque el agua que se riegue.
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Untar mantequilla a un pan.
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Vaciar el contenido de un huevo en un plato.
Estas sencillas actividades le ayudarán a desarrollar la atención, coordinación ojo-mano y control de la mano.
Armar rompecabezas
- Los rompecabezas con perillas o piezas de encaje, ayudan a tu hijo a utilizar la pinza de la mano, es decir coordinar el pulgar y el índice para que posteriormente desarrolle la capacidad de usar pocos dedos para llevar a cabo una tarea, como sostener el lápiz.
Dibujar
- Permitir que se exprese libremente mediante el dibujo le dará confianza en sus propias producciones. Pon a la mano crayones o colores gruesos y figuras para que las trace siguiendo el contorno, si es su deseo. Cuando tenga 4 o 5 años puedes pedirle que intenté dibujar algo que esté viendo, como un carro o la cama. Esto permitirá que su ojo practique enfocarse de forma determinada en un objeto y dirigir su mano para intentar representarlo.
Pintar con los dedos
- Consigue pintura especial para dedos y deja que tu hijo se exprese libremente en diferentes materiales: lienzos, hojas blancas, cartón, en el piso o mosaicos. El utilizar esta parte de su mano le brindará la coordinación que necesita para tomar objetos y sostenerlos.
Coser
- Es íncreible como la costura desarrolla en los niños la cordinación ojo-mano y no me refiero a darles aguja e hilo convencionales a los niños, sino a darles oportunidad de pasar hilos gruesos, como el estambre, por agujeros alrededor de una figura o comprar tela plástica cuadriculada y pedir que hagan dibujos “cosiendo” con cordones de diferentes colores las figuras.
Plastilina o barro
- Moldear este tipo de materiales da a los niños la destreza necesaria para manejar sus manos en diferentes situaciones de coordinación motriz fina. Empieza haciendo bolitas y palitos con ellos, después que empiecen a hacer las figuras que ellos deseen, incluyendo letras, números o animales.
Las formas de las letras
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Hacer las letras en papel de lija o madera le proporcionará una experiencia sensorial maravillosa, que lo ayudará a recordarlas. Al verlas y sentirlas las empezará a identificar. Recuerda ayudarlo a tocarlas tal y como se escriben las letras, es decir de arriba abajo, primero lo redondo y después lo recto, etc.
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Puedes pedirle al niño que imite la letra con barro o plastilina, dibujándola o pintándola con los dedos, poniendo mucho cuidado en el sentido en que se escriben.
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Introduce poco a poco el sonido, nunca el nombre, de alguna de ellas asociándolas con nombres de su familia o de sus personajes favoritos. Por ejemplo, la “mmmm” de Martha, en vez de la “eme” de Martha.
Nunca obligues a tu hijo a hacer algo que no desea, si no está preparado para reconocer las letras o interesado en alguna de las actividades, centra tus esfuerzos en las otras actividades, motívalo cambiando de ambiente para trabajar en el patio, en la cochera, en la cocina y elogia sus logros, sin poner mucha atención en sus fracasos.