Cómo evitar en seis pasos el rechazo ante la llegada de un nuevo hermanito
En este artículo se resalta la importancia de enseñarle a nuestros hijos a darle la bienvenida a un nuevo bebé a través de la integración, la participación y el afecto familiar.
Josseline Flores
Lo único que puede compararse con la maravillosa noticia de que vas a convertirte en madre es enterarte de que vas a repetir la experiencia. Ya sea que se trate de tu segundo o tercer hijo, vuelves a sentir la emoción, la felicidad, los nervios y temores que acompañan a este acontecimiento tan increíble.
Estas emociones, sin embargo, son experimentadas de diferente manera por cada uno de los miembros de la familia: tú no sientes lo mismo que tu esposo, y viceversa. Pero, ¿cuál es el verdadero sentir de nuestros hijos ante esta experiencia? A continuación te enlisto algunos aspectos a tener en cuenta para que la llegada del nuevo integrante de la familia sea un motivo de felicidad por igual para todos.
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Dale la nueva noticia
. Algunas mamás asumen que por la poca edad de su hijo, él no va a comprender su situación durante el embarazo, y simplemente esperan a que su hijo note que la panza de su mami ha crecido y, un tiempo después, a que se den cuenta de que hay un nuevo bebé en casa. Es sumamente relevante que, sin importar su edad, le expongas que pronto va a tener un hermanito para jugar, ser compañeros y quererse; compartir con él los cambios físicos, al decirle lo grande que es la pancita y el día del alumbramiento explicarle que ya está por llegar el bebé; de esta manera no experimentará el proceso de manera drástica y lo aceptará de la mejor manera.
2
Intégralo en todo lo relacionado con el bebé
. Cuando yo esperaba a mi segundo hijo, mi primogénito tenía dos años, y yo le preguntaba cómo quería que se llamara su hermanito, si quería un niño o una niña, a qué le gustaría jugar con él. Mi esposo y yo procurábamos llevarlo a las citas de ultrasonidos, a las consultas médicas, a las compras de ropa y accesorios, e incluso él me ayudó a abrir los regalos que recibimos en el baby shower. Hacíamos todo lo posible para que no se sintiera en ningún momento ajeno a lo que estaba pasando.
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Establece lazos desde el vientre
. Desde los primeros meses de mi segundo embarazo invitaba a mi hijo mayor para que le hablara a su hermanito, lo animaba a que le diera besos y abrazos. Y, al mismo tiempo, le argumentaba que su hermanito, en un gesto recíproco, le mandaba recados y cariños desde el vientre, que ya lo quería conocer para jugar y correr juntos, que lo amaba, etcétera. Para el octavo mes de gestación ya sabíamos que se trataba de una mujercita y junto con mi bebé escogimos el nombre, mi hijo ya la llamaba por su nombre, le cantaba y hasta le ofrecía sus juguetes, e incluso le decía que él la iba a cuidar cuando naciera.
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No dejes de expresarle amor
. Que ni el cansancio, los quehaceres y los malestares típicos del embarazo se conviertan en un obstáculo para dejar de demostrar y expresar el amor que tienes por tus hijos. No dejes de decirles todos los días, y en cuanta oportunidad se presente, cuánto los amas, lo importante que son para ti y que la llegada de un nuevo hermano viene a complementar tu felicidad.
5
Consiéntelo tanto como al nuevo bebé
Cuando mis tíos me visitaron para conocer a la segunda integrante de mi familia, también llegaron con obsequios para mi hijo mayor; él estaba feliz y atribuía que la llegada de su hermanita le estaba beneficiando. Cuando compres accesorios o ropa para el bebé que está por nacer procura hacerlo también con sus hermanos, de acuerdo con tu economía y posibilidades. Lo importante es demostrarles que el hecho de que llegue un nuevo miembro no significa que dejarás de consentirlos y de proporcionarles lo que necesiten.
6
Hazle saber que es el hermano mayor
. Para cuando nació mi hija su hermano sabía, a pesar de su corta edad, que siempre sería el hermano mayor y que así como eso significa tener ciertas ventajas también conlleva responsabilidades. Le asigné pequeñas tareas, como el que me ayudara a bañarla, a acercarme el pañal y las toallitas, avisarme si lloraba o si se dormía; esto le hacía sentir que en lugar de ser desplazado por una bebé que acaparaba la atención de mamá y papá, este pequeño miembro también requería de sus atenciones y cuidados, así que jamás se sintió excluido.
A pesar de que tus hijos ya sean mayores no les des todo el trabajo de cuidar a un bebé, el punto es que debemos integrarlos sin caer en el exceso de evadir nuestra responsabilidad. En la mayoría de los casos los hermanos son los compañeros de toda la vida, por ello, te invito a enseñarles a tus hijos la importancia de tener una buena relación desde el principio, sin sentirse ajenos, tristes, desplazados o extraños. El nacimiento de un bebé siempre es motivo de gozo, procura que esta experiencia signifique lo mismo para todos en tu hermoso círculo familiar.