¿Cómo lidiar con un hijo que desafía mis límites?
Es importante que tu hijo conozca cuáles son los límites. Si estás en un camino de difícil retorno, necesitarás poner en práctica estos consejos.
Adriana Acosta Bujan
La mayoría de los padres han experimentado la gran frustración que se siente al saber que un hijo no respeta los límites, que se vuelve desafiante, grosero y retador. Se siente una gran impotencia y culpabilidad, puesto que lo único que se desea al imponer las reglas y límites es su bienestar.
Por momentos se ponen a reflexionar sobre tal situación, pensando que tal vez son muy estrictos en sus reglas y que su hijo debería tener mayor libertad para hacer lo que le plazca. Sin embargo ese sentimiento se contrapone a la razón y lo único que resulta es sentirse cada vez más agobiado, pensando que se ha perdido el control y la autoridad.
Es normal que los niños pequeños y los adolescentes suelan comportarse retadores, es propio de la edad, ya que buscan llamar la atención, porque buscan lograr su autonomía e independencia.
Sin embargo, cuando esas peleas se salen de control, son constantes, agresivas o comienzan a interferir negativamente en la convivencia en el hogar y el colegio, lo recomendable es pedir ayuda a un especialista. Pues tal vez se trate de un problema más grave.
Crianza firme
Ahora bien, sabiendo que cuando un hijo desafía los límites se debe a un comportamiento normal debido a su edad, la pregunta es: ¿qué es lo que los padres deberían hacer para no perder su autoridad? Aquí te dejo estas recomendaciones:
1. Calma
Es importante mantener la calma cuando un hijo es retador, escucha lo que tiene para decirte. Al final de cuentas, es normal que saque toda su furia. Una vez calma la situación, entonces podrás hablar con él o ella.
Durante el proceso de tensión se recomienda mantener la calma, respirar profundo inhalando y exhalando, no te metas en el mismo juego agresivo que está tu hijo. Luego háblale con dulzura pero con firmeza.
Comienza a elogiar algo positivo, tal vez alguna virtud que tenga tu hijo, luego le explicas las consecuencias al no respetar las reglas y los porqués, y terminas agradeciendo.
Por ejemplo: “Hijo sé que eres muy bueno para irte de aventura, pero si te escapas del colegio sin que yo lo sepa puede ocurrirte algo grave y me sentiré muy angustiada, por eso te pido que sigas mis reglas, te agradezco queme estés escuchando“.
2. Ser firme
Tu hijo debe aprender que no hay segundas oportunidades, que si no respeta tus reglas entonces tendrá una consecuencia. En estos casos no puedes ser flexible, ni sentirte culpable, ya que es la única manera en la que tu hijo te respetará.
Los castigos deben establecerse conforme a la edad de tu hijo. Si es un adolescente tal vez puede ser que le retires por una semana su teléfono celular o consola de videojuegos, si es más pequeño tal vez no lo dejes ver su caricatura favorita.
Siempre es importante poner en claro las reglas establecidas y las consecuencias al infringirlas antes de que tu hijo las rompa. Esto se puede lograr con una conversación familiar donde todos puedan extender su opinión, ideas y alternativas, dando prioridad al “ganar-ganar”.
3. Dale espacio
Los niños y adolescentes que desafían las reglas y los límites de sus padres por lo general tienen comportamientos agresivos, groseros y hasta hirientes, pues no saben controlar sus emociones negativas.
En estos casos será mejor darle un espacio a tu hijo para que se desahogue en soledad y no participar en los insultos.
La mejor manera en la que se puede calmar y hacer que tu hijo respete los límites es cuando él o ella se hayan calmado. Una vez que suceda esto, entonces acércate a tu hijo y sigue siendo firme pero escuchando sus razones, tal vez tengan otra perspectiva distinta a la tuya de las situaciones.
4. Aplaudir buenos comportamientos
A todas las personas nos gusta que se nos reconozcan los esfuerzos y triunfos, es lo mismo que pasa con tu hijo. En este punto es importante hacer hincapié en las cosas buenas que hace, reconociendo y recompensando sus logros.
Así tu hijo sabrá reconocer lo gratificante que se siente portarse bien y lo mal que se siente cuando no cumple las reglas. Aquí también es recomendable recordarte a ti misma que siempre cumplas con tus promesas, de esa manera no perderás autoridad.
5. Muchas ocupaciones
Cuando tu hijo tiene muchas actividades durante el día, por lógica no tendrá tiempo para retarte. Es una opción para mejorar la convivencia familiar.
Puede ser que lo inscribas a clases de fútbol, gimnasia o música, recuerda que los deportes o las actividades artísticas son ideales para menguar las emociones negativas.
Mientras más actividades haga será bueno para tu hijo y para el resto de la familia. Recuerda que estas actividades deben ser elegidas por tu hijo para que no se sienta presionado al realizarlas, y se sienta motivado y contento.
Si estas estrategias no te funcionan y los comportamientos agresivos son frecuentes, será el momento de acudir con un especialista en la materia, para que puedan lograr una equilibrio emocional tanto para tu hijo como para la familia. Todo lo que hagas por el bien de tu familia será fructífero y productivo.