Cómo manejar el divorcio sin afectar a los hijos

Sugerencias útiles para enfrentar un divorcio sin afectar a los niños.

Daniela Lopez

Los divorcios se han incrementado de manera alarmante en nuestra sociedad, rompiendo el núcleo familiar y generando una serie de conflictos en los adultos y en los niños. Todos los miembros de cada familia que se desintegra sin duda se verán afectados por la situación. Ante esta circunstancia es muy común que aparezcan sentimientos tales como enojo, frustración, tristeza, inseguridad y miedo. Es normal experimentar todo esto, porque se trata de una pérdida fuerte que genera cambios considerables en la vida.

En muchas ocasiones no se sabe cómo enfrentar esta situación, y los miembros de la pareja pueden enfrascarse en una pelea sin tregua por la custodia de los niños, el reparto de los bienes, el dinero, etcétera. En un divorcio mal manejado los niños son los más afectados, porque carecen de las herramientas necesarias para lidiar con la pérdida de su familia. Pero puede ser aún peor si, aunado a esto, quien se queda al cuidado de los pequeños comienza una campaña de desprestigio en contra del papá o de la mamá, tratando de que los hijos dejen de quererlo, e impidiendo las visitas y las llamadas telefónicas. Incluso hay casos en los que pueden acusar al padre o a la madre de cometer algún delito, con el fin de romper el vínculo con los niños sin pensar que ellos son las primeras víctimas de su rencor.

Todo esto puede generar en los pequeños conductas como, por ejemplo, hacer berrinches, disminuir en el rendimiento escolar, aislarse de sus compañeros en la escuela, retrasos en el lenguaje, regresiones a etapas ya superadas, como orinarse en la cama o retomar sus objetos de transición (como la típica mantita), por mencionar algunos de los síntomas frecuentes. Si estás pasando por una situación como ésta o conoces a alguien que esté metido en ello, te comparto algunas recomendaciones de utilidad:

  1. Los padres se divorcian, los niños no. La relación de pareja se termina, pero el vínculo con los hijos no. Tendrán que aprender a llevarse bien con la ex pareja por el bienestar de los niños; es cierto, no es fácil, pero tampoco imposible.

  2. Busca ayuda de un profesional. El apoyo psicológico en estos momentos es muy útil para ayudar a superar ese proceso de pérdida que se está dando, y entender que es posible ser buenos padres sin vivir bajo el mismo techo.

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  3. Elige bien a tu abogado. Desafortunadamente hay gente sin escrúpulos que lucra con el dolor de las personas que atraviesan por un divorcio, y que con tal de “ganar” sugieren a sus representados hacer cosas negativas en contra de su ex pareja a manera de venganza; pero eso solo dejará más resentimiento y daño a los pequeños que están de por medio.

  4. Los niños necesitan una familia para crecer sanos. Es importante que los pequeños mantengan contacto frecuente con la familia extendida de mamá y de papá. Abuelos, tíos, primos y demás miembros de la familia ayudan a los niños a desarrollarse lo más sano posible.

  5. No hables mal del padre o de la madre que no está presente, ni permitas que otros lo hagan. Como mencioné antes, es muy común que en medio de los problemas uno de los padres hable mal del otro; eso, más allá de lastimar a la ex pareja, afecta al niño, poniéndolo en una situación muy incómoda, porque el pequeño está atravesando un momento difícil al ver cómo su familia se desintegra; cuando no tendría que estar en medio de un problema de adultos y se le obliga a elegir a uno de los padres, no le resulta nada sano. Es importante también que impidas que otras personas cercanas a ti lo hagan, por más enojados que estén con la ex pareja.

Hay que anteponer el bienestar de los pequeños a los rencores y frustraciones de los adultos, a fin de lograr que se sientan amados y protegidos por sus padres, aunque éstos ya no estén juntos. Siempre habrá diferencias, pero al final se puede llegar a buenos acuerdos y seguir en una relación sana por y para los niños.

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