Cómo puedes ser verdaderamente sexy
Para ser sexy no basta con ser atractiva, es necesario lucir nuestra esencia. Esa es la diferencia entre ser una persona bonita y ser alguien irresistible.
Yordy Giraldo
Maquillaje, manicure, peluquería, ropa de temporada… La realidad es que muchas de las mujeres, nos esforzamos bastante por cumplir con las expectativas que, en especial, nosotras mismas nos imponemos. Basta con ver las fotografías que generosamente compartimos en las redes sociales: boquita de beso, estómago sumido hasta la asfixia, espalda recta y nuestro mejor ángulo.
Pareciera que estamos obsesionadas con ser sexys, o al menos cumplir con la versión simplista de lo que es el sex appeal. Hablar de ello, es hablar de sensualidad, no de sexualidad. Lo sexual tiene que ver con lo carnal, con el ejercicio de los cuerpos, mientras que lo sensual está más encaminado a los sentidos. La sensualidad conquista con lo que sugiere, no con lo que ofrece.
No obstante, ahí vamos exponiéndonos como chuletón en carnicería. Devaluando el encanto de nuestra sonrisa, el misterio de nuestras miradas y el hechizo de nuestra compañía, al ponerlos al nivel de poses hechas e inertes, que desdibujan la línea entro lo sexy y lo vulgar.
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¿Qué nos hace sexys?
Por supuesto que la sensualidad tiene un componente físico, que mucho tiene que ver con el atractivo corporal. Sin embargo, no es lo único que lo sostiene. De hecho, cuando solo hay carne, dejar de ser sexy para ser sexual -y dependiendo del contexto en el que ocurra- pasa a convertirse en algo incluso obsceno.
Como vemos, para ser sexy no basta ser atractivo, sino que es necesario lucir nuestra esencia, lo que en realidad somos. Esa es la diferencia entre una persona bonita y alguien irresistible. Sin embargo, no todas las formas de ser son bellas, es por ello que a continuación te propongo algunas sugerencias para que sepas lo que debes destacar de aquello que tienes, así como lo que es preciso cultivar, si no es parte de tus virtudes. Sin más preámbulo entonces, te comparto la esencia de lo sexy.
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1. Inteligencia
Como bien dicen, la inteligencia es un gran afrodisíaco, pero ten cuidado, no nos referimos a esa que es altanera y presuntuosa, sino a la que aporta y enriquece. Aquella que siempre tiene tema de conversación interesante, la que sabe la diferencia entre lo invaluable y lo que tiene precio. Recuerda: una persona con sensibilidad, con humanidad, con “don de gente” siempre conquista.
2. Alegría
Saber reír y provocar sonrisas siempre encanta. La sencillez no necesita muchos más artificios para brillar, por lo que disfrutar de la vida, no temer ensuciarse las manos ni desarreglarse el cabello, aporta tanto atractivo que siempre se gana los corazones.
3. Buen gusto
Una cosa es destacar las cosas positivas que tenemos y otra es colgarnos un letrero de color neón, en un intento desesperado por llamar la atención. Tener buen gusto siempre será sexy, así como saber el lugar y el momento adecuado para cada cosa; definitivamente, esto es un acierto que atrae.
4. Educación
Sobre todo en estos tiempos, mujer u hombre que tiene buenos modales, que respeta a los otros y se da a respetar, es algo que definitivamente seduce. De igual forma, darse a desear a partir de lo que uno es en su totalidad y no solo desde el cuerpo, es una tentación invencible. Si a esto le sumas la seguridad en ti mismo, el resultado es también un gran afrodisíaco.
5. Amor propio
Alguien que se ama siempre se procura lo mejor. Por ello siembra lo bueno, para cosechar lo mejor. Quienes actúan de esta forma, se preocupan por sí mismos y se valoran, no se rebajan a ser un objeto y como sujeto dan lo mejor de sí.
La belleza siempre será subjetiva y gracias a ello no necesita ser explicada ni idéntica para todos. Está en el ojo de quien la mira. El sex appeal en cambio, depende mucho de nuestra personalidad y de nuestras actitudes. Se puede ser atractivo sin ser bello, pero una belleza que no sabe seducir, no es atractiva.
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