Cómo puedo ayudar a mi hijo a desarrollar una autoimagen positiva
Lograr que tu hijo tengo una autoimagen positiva es posible. Tú, como mamá, lo puedes lograr para el bien de toda tu familia.
Emma E. Sánchez
Cuando ves las noticias, las redes sociales o platicas con alguien, seguramente observas que cada día son más las personas que están de acuerdo en aceptarnos todos como somos, en no discriminar a nadie por su talla, peso, manera de vestir o apariencia ¿cierto?
Todos coincidimos que los sentimientos y educación que una persona manifiesta es mucho más importante que su exterior, pero -ahí bien el terrible “pero”- al final del día, seguimos mostrando rechazo por las personas con sobrepeso, las que no visten como uno considera que deberían hacerlo y lo más terrible, es que todo esto lo hacemos.
Entonces, decimos frente a nuestros hijos que en el primer caso y nada bueno, imitan nuestras conductas y, segundo y muy grave, aprenden a despreciarse a sí mismos.
Como padres, maestros y familiares o figuras de referencia para un menor, es muy importante que consideremos y pongamos en práctica estas recomendaciones para que nuestros hijos, alumnos y niñas principalmente que nos rodean
Que se acepten a sí mismos y se amen como son y por lo que son
Quiero recordarte que un niño que mantiene una autoimagen positiva tiene menos en su vida a sufrir acoso de cualquier tipo, tienen notas más altas en la escuela, tienen más amigos, son más activos, por lo que sufren menos de enfermedades. También tienen menos relaciones personales conflictivas, y en resumen, viven vidas más tranquilas y felices.
¿Te gustaría algo así para tus hijos? Yo creo que sí. Entonces ¡manos a la obra!
Sé tú un modelo de una autoimagen sana
Esta regla es para todas las madres y padres, sin excepción, pero doblemente importante para aquellas madres que tienen hijas. Memoriza esto: jamás, jamás, hagas comentarios despreciativos hacia tu cuerpo, tu inteligencia o tu apariencia. ¡Nunca hagas eso!
Una cosa es decir: “anoche comí demasiado, hoy desayunaré más ligero”, y otra decir: “¡soy un cerdo! ¡Como como puerco!”.
Esas expresiones dañan muchísimo, no solo a ti ¡a todos los que te rodean! Y más a los niños y niñas
Permite que tus hijas e hijos, escuchen de ti mensajes positivos sobre tu cuerpo. Haz énfasis sobre lo saludable que eres, las cosas que puedes realizar con él. Trata de mandar mensajes que fortalezcan las conductas saludables y la responsabilidad de cuidar de sus cuerpos.
Tus hijos deben escuchar con frecuencia tus propósitos, tus metas, el gusto por arreglarte, usar ropa limpia y tu alegría por verte bien porque te sientes muy bien.
No hay nada que pueda vencer una buena actitud y aceptación personal. Conocer tus defectos, aceptarlos y amarlos, te hará invencible.Eso es lo que queremos para nuestros hijos.
Acepta no solo con palabras, sino con hechos toda la diversidad
Sé amable, atenta y afectiva con todas las personas. Evita hacer comentarios “en privado” sobre lo mal que se le ve la ropa a alguien, lo gordo que está, lo mal que se ve, lo mucho que se ha envejecido y cosas así. Tratar a una persona bien y en su ausencia hablar mal de ellos es una pésima enseñanza.
Cambia ese feo vicio, habla bien de la gente en lo público y lo privado, brinda elogios sinceros a las personas.
Una vez, una amiga que se caracteriza por ser gentil y amable, le dijo a una señora en la fila del súper: “Señora ¡sus uñas… “, todavía no terminaba la frase cuando la señora se volvió a ella superenojada y con muy mala cara le gritó “¡mis uñas! ¿qué?”. Mi amiga, sin perder la compostura, le dijo “¡son hermosas!”. La mujer cambió su rostro enojado por uno bañado en lágrimas, la mujer le dijo a mi amiga: discúlpeme, hace mucho que nadie me había dicho algo tan amable. Las dos mujeres se abrazaron y juntas se fueron a comprar barnices. Ellas siguen siendo amigas desde entonces.
Muchas personas por su físico son agredidas constantemente ¡Vamos siendo más amables unos con otros!
Vamos a enfocarnos realmente en la salud y el bienestar
Comer sano, hacer ejercicio y mantener una actitud positiva hacia el cuerpo es una forma de vida, no una presión social, no una moda.
Nuestro cuerpo es único no hay necesidad de entrar en un molde por más que los medios insistan. Hoy en día hay que estar muy atento a todos esos mensajes falsos que la publicidad nos vende y que los más chicos compran muy fácilmente y bueno, hasta nosotros como adultos.
Habla con tus hijos sobre los trastornos alimenticios y sobre lo no es verdad y la libertad que tienen para elegir lo correcto, lo sano y lo que les de y preserve su libertad de elección.
La mejor manera de tener una actitud hacia nuestro cuerpo y apariencia física es desarrollar un deporte, una actividad artística, un talento, saberse y sentirse fuerte, talentoso y amado.
Esto es posible, tú como mamá lo puedes lograr para el bien de toda tu familia.