¿Cómo saber si mi hijo necesita ir al psicólogo?
Alguna señales pueden indicarte que tu hijo necesita ayuda profesional. Otras veces somos los padres quienes necesitamos terapia.
Danitza Covarrubias
Una de las grandes preguntas de algunos padres de familia es cómo saber cuándo su hijo necesita asistir a apoyo psicológico.
En este tema soy un poco temerosa. Hay algunas situaciones en las que veo cómo los padres quieren responsabilizar a los niños de las problemáticas que tienen. En realidad, a veces son demasiado pequeños. A veces solo expresan las situaciones dramáticas que hay en casa, que tiene que ver con los adultos. En otras ocasiones sí se trata de temas de los niños que ellos necesitan asimilar.
¿Cómo distinguirlo?
La edad del niño
¿Qué edad tiene tu pequeño? He escuchado personas que quieren hacer cita con una terapeuta infantil para un niño de 2 años. De los cero a los 3 años de edad atañe a los padres poder contener y acompañar al pequeño en lo que necesita.
Si tienes problemas con tu pequeño siendo tan chico, es importante que asistan los padres a terapia. En este proceso podrán ver qué eventos del sistema familiar pueden estar afectándolo. Así podrás saber cómo resolverlos, cómo hablar con el niño, cómo tratarlo para ayudarlo.
El tema
A veces el mismo tema de por qué quieres llevar a tu hijo a terapia puede darte la respuesta. A menudo el tema es “tengo miedo de que mi hijo…”, “ya no aguanto a mi hijo cuando…”, “no se cómo hacer para que mi hijo…”. Esos temas no son de tu pequeño, son tuyos.
En muchas ocasiones, como padres nos encontramos ante una crisis parental. En esa crisis lo que antes funcionaba ya no funciona más. Si no encuentras más recursos y herramientas para seguir acompañando en su crecimiento a tu descendente, puedes pedir apoyo con los terapeutas.
Otras veces el tema es “mi hijo tiene demasiado miedo a la oscuridad”, “mi hijo se muerde las uñas”, “mi hijo orina la cama”, “mi hijo está todo el tiempo aislado”, “mi hijo se muestra enojado mucho tiempo”. Esos son temas que efectivamente tienen que ver con algo que el niño no puede asimilar y procesar. Es muy probable que necesite acompañamiento profesional.
En otras ocasiones el tema es “acaba de morir su abuela”, “sus padres estamos divorciándonos”. En estos temas pueden ser ambas opciones. Es decir, que padres acudan para saber cómo tratarlo con los niños, y/o que el niño acuda a acompañamiento profesional.
Acudir al profesional implica que participes
Muchos padres de familia acuden al psicólogo y quieren dejar al niño y que solos, terapeuta y niño, lo resuelvan. Esto es un gran error. En cualquiera de los casos siempre será importante que te involucres en el proceso.
Recibirás instrucciones claras del terapeuta a aplicar en casa, tendrás incluso algunas preguntas que te hagan revisar tu propio estado emocional. Y no, no es afán de atraparte como cliente, realmente lo que te sucede repercute en tus hijos.
El resultado del proceso dependerá en mucho de tu compromiso con la asistencia, las tareas, y tu mejora personal como parental.
Los hijos: los amorosos de la familia
Es muy importante que tengas claro que los niños dependen absolutamente de los padres, de los adultos. Que todo lo que sucede en el mundo de sus padres, muchas veces es expresado por los hijos, que mucho de lo que los hijos viven son temas que nosotros no hemos resuelto.
Por ejemplo, si hay mucha hostilidad en la relación de pareja, es altamente probable que el niño tenga ansiedad, y esta ansiedad se verá reflejada de muchas maneras; son diferentes síntomas. Por ejemplo, morderse las uñas.
Un niño no sabe qué le sucede. No sabe ni siquiera nombrar qué siente, pero absorbe todas las sensaciones y el mundo emocional de casa.
Como te puedes sentir ante los síntomas de tu hijo
Enojo
Puede sucederte que te enojes con tu hijo al ver que hace cosas que te desagradan. Pero tu hijo no quiere hacerte enojar, no trata de molestarte, ni lo hace para llamar tu atención. Solo no sabe qué hacer con lo que siente.
Muchísimas veces ni siquiera sabe qué siente, qué le sucede. A veces sólo necesita que le mires y le ayudes a nombrar eso que le pasa. A veces solo necesita que le contengas en un abrazo largo y amoroso. Pero muchas veces tú no puedes porque no sabes qué le pasa. Incluso a veces, no sabes ni qué te sucede a ti. Ir a acompañamiento profesional ayudará a todo el sistema familiar.
Culpa
Como padres duele saber que nuestros pequeños no estén bien. A veces la culpa puede invadir, y sobrevienen pensamientos como “no lo estoy haciendo bien como padre”, “es mi culpa que el pequeño esté así”.
No te atormentes, no tiene caso hacerlo. Sólo empeorará todo, solo es una oportunidad para que todos crezcan. Crecer como persona, como familia, crecer en conciencia, en espiritualidad.
El compromiso es de todos
La responsabilidad de un proceso terapéutico en bienestar de los niños no sólo debe recaer en el terapeuta, sino también en los padres. De que todos hagan su parte y cumplan con sus compromisos dependerá lograr el bienestar buscado.
No lo olvides, no están solos en el proceso ¡Adelante!