Condenados a muerte se enamoran y su vida da un vuelco inesperado

Sus historias son de película y el final insólito, ¿merecían ser felices a pesar de todo?

Fernanda Gonzalez Casafús

Sunny Jacobs y Peter Pringles se conocieron luego de una tumultuosa experiencia de prisión y sendas condenas a muerte, y tras una ardua lucha para probar su inocencia. Ambos, separados por miles de kilómetros, estuvieron envueltos en situaciones que entropecerían por muchos años el curso de sus vidas. Sin embargo, el destino les tenía preparado una grata sorpresa.

Las condenas

Sunny tenía 28 años cuando en 1976 se dirigía en auto junto a su marido Jesse Taffero y sus hijos. Se dirigían desde Florida Carolina del Norte, en Estados Unidos. De repente, se encontraron en medio de un tiroteo y todos fueron detenidos para averiguar en qué circunstancias se había producido el hecho en el que había estado involucrada la policía tras lo cual, dos funcionarios murieron. Aunque ella siempre juró ser inocente y que nada tenía que ver con los disparos de ese día, fue condenada a muerte junto a su marido.

Esperaba su ejecución

Luego de un tiempo y, a la espera de su ejecución, le informaron que reducirían su pena a cadena perpetua, aunque no fue igual para su marido, quien fue ejecutado. Sunny salió de prisión en el año 1992 y comenzó a transformar toda su tristeza vivida en los años de prisión y a hacer algo bueno con ello.

Así fue como empezó a brindar conferencias y seminarios en distintos puntos del país y del mundo para llevar su historia y su bandera de inocencia. Y la vida entonces le estaba por dar una segunda oportunidad

Dos extraños, una misma historia

Sus conferencias llevaron a Sunny a visitar Irlanda, y allí conoció a un hombre con quien congenió desde el primer momento. Su historia de vida y su mala experiencia con la Justicia hicieron que ambos comenzaran a prestarle atención a ese punto en común que tenían.

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Peter Pringle también había estado en prisión y su condena había sido errónea. Se lo acusaba de matar a un miembro de la policía irlandesa en el año 1980. Él siempre sostuvo su inocencia, pero a sus 41 años fue condenado a muerte. Semanas antes de su ejecución le informaron que conmutarían su pena y que en vez de la pena de muerte, pasaría 40 años en prisión. Sin dudarlo, comenzó a estudiar leyes dentro de la cárcel y así pudo finalmente probar su inocencia. Cuando fue liberado su vida cambió.

Un antes y un después

Sunny y Peter se conocieron en un evento donde ella daba una conferencia. Y aunque la mujer luego regresó a Estados Unidos se seguían hablando. Sus historias de vida y sus puntos en común en la lucha contra la Justicia para probar su inocencia, hicieron que pasaran largas horas del día pensando uno en el otro.

Un broche de oro

Sin demasiados preludios, decidieron que ya no tenían más tiempo que perder. Se habían enamorado, y no había motivos para estar separados, pues ahora eran libres y nadie mejor que ellos para apreciar esa libertad. Así fue como en 2011 se casaron en Nueva York, dejando atrás todos los amargos recuerdos de prisión y comenzando una vida de sanación basada en el amor. Peter dijo a la BBC “”La reacción natural después de la experiencia que vivimos es de rabia y amargura, pero quedarse con esos sentimientos, no es natural. Somos sobrevivientes”.

Ahora, la flamante pareja vive en Irlanda cerca de los bellos paisajes que ofrece el mar. Atrás quedaron los malos recuerdos. Hoy son libres. Pero, sin dudas, lo que los liberó fue el amor.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.