¿Confías en la voluntad de Dios?
¿Confías en Dios, como para poner tu vida en Sus manos? Lee la siguiente historia y entonces decide.
Erika Otero Romero
Los hijos son como los dedos de las manos: diferentes unos de otros. Tú te encargas de criarlos de la manera que consideras correcta, bajo valores, amor y disciplina. Sin embargo, la vida a cada ser humano pone en diferentes acontecimientos y depende de cada cual elegir el camino a seguir; de eso dependerá cómo le vaya en la vida. Te contaré una historia real que sucedió hace poco a una familia muy cercana a mí.
La historia de Félix
Félix tiene 50 años y, aunque no fue del todo un mal hijo o un mal hermano, ha tenido una vida desordenada, que ha perjudicado la de sus cinco hermanos. Desde niño su vida ha sido compleja. Debido a un accidente que sufrió a los 10 años, perdió uno de sus brazos; esto, junto a otros acontecimientos difíciles, hicieron de él una persona acomplejada, con un carácter pesado y un genio grosero dominado por la arrogancia. Todo esto creó un escudo que él creía lo protegía del dolor que le causaban los constantes problemas, que parecían llegar a él de la nada.
Sus hermanos por años lidiaron con su adicción al licor y a algunas drogas psicoactivas. Han hecho de todo para ayudarlo a progresar y cuando parece que todo va a marchar bien, la situación cambia en un abrir y cerrar de ojos. Es como si Félix hubiera sido siempre un imán para la mala suerte. Pero lo cierto es que todos esos acontecimientos eran generados por sus malas elecciones y su orgullo desmedido.
Hace unos días fue arrestado y los cargos de los que se le acusa son graves, tanto que puede llegar a pasar los años que le restan de vida en prisión. Desde luego, sus hermanos al enterarse de lo que estaba sufriendo se angustiaron y empezaron una cadena de oración para que, de una u otra manera, la situación cambiara y saliera libre. Pese a eso, la actitud de Félix seguía siendo soberbia y acusaba a sus hermanos de estar en ese predicamento; además, les exigía que le pagaran un abogado, un lujo que su familia no puede costear.
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La angustiada familia de Félix no ha dejado de orar en busca de ayuda y respuesta. Sin embargo, después de haberse reunido y hablado sobre lo que está pasando, se han dado cuenta que han pedido la libertad para su hermano sin tomar en cuenta las consecuencias de lo que están pidiendo. Por eso han optado por poner la situación en manos de Dios y esperar que suceda la voluntad de Él.
Saben que si Félix va a la cárcel pueden llegar a tener muchas dificultades económicas. Además, son conocedores también de que si sale libre, será de nuevo tener que soportar las andanzas de un hermano que parece no haber aprendido nada de lo que ha tenido que vivir. Pero ellos ahora confían en que todo saldrá de la manera que deba salir.
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¿Por qué es importante confiar en la voluntad de Dios?
Porque Él sabe lo que más le conviene a una persona o familia. Además, las cosas siempre serán como deban ser y siempre hay paz en sus determinaciones. Quiero confiarte algo personal: por años yo creía que dejar mi vida en manos de Dios era una actitud de debilidad. Depender de una fuerza ajena a mi voluntad me hacía sentir iracunda, impotente e inestable. Con los años y los golpes de la vida aprendí que cargaría mucho menos peso sobre mi espalda si tenía la suficiente nobleza y humildad para descargar en Él mis penas y problemas.
¿Qué ganas al confiar en la voluntad de Dios?
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Te liberarás de sufrimientos, pues sabrás que tienes apoyo de una fuerza superior.
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Aprendes a tener fe en Dios y en ti misma.
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Tendrás una vida más feliz, pues sabrás siempre que vas por el camino correcto.
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Aprenderás resiliencia, que es la capacidad para reponerte de las cosas más difíciles de la vida.
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Tu vida se verá libre de dolor.
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Dejarás de llevar sobre tu espalda peso muerto, es decir, problemas que no son tuyos y, por lo tanto, no deberían perjudicarte.
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Aprenderás a vivir un día a la vez.
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Tu actitud ante la vida será de optimismo.
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Observarás cómo todo cambia a tu alrededor y siempre para bien.
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Aprenderás a apreciar lo que nunca antes habías considerado como valioso.
Confiar en la voluntad de Dios te dará la oportunidad de vivir una nueva vida colmada de oportunidades de ser feliz; humilde pero, sobre todo, sabrás que lo que sea que pase en tu vida es para tu bien.