Cosas que tus hijos recordarán de ti en el futuro
Dedica tu tiempo y esfuerzo en crear momentos inolvidables en la memoria de tus hijos, de esa manera serás recordada cuando sean adultos.
Adriana Acosta Bujan
La mayoría de las mujeres que somos madres nos exigimos más de la cuenta cuando se trata de criar, cuidar y enseñar a nuestros hijos. Algunas veces solemos sacrificarnos para que ellos tengan lo mejor, que no les falte nada y sean felices.
En este proceso de crianza y de desgaste físico y emocional, las madres nos esforzamos por dejar en la memoria de nuestros hijos momentos significativos que los llenen de gratos recuerdos y buenas lecciones de vida, para que al ser adultos ellos puedan recordarnos.
Sin embargo, alguna veces nos equivocamos al pensar que todo lo que hacemos por ellos lo van a recordar y aprender, puesto que hay cosas que realmente no tienen relevancia en sus memorias, cuando los hijos crecen.
Por esa razón, te comparto algunas cosas que sí valen la pena esforzarse para que tus hijos las recuerden y otras que no tanto. De esa manera podrás relajarte y dejar de exigirte tanto.
¿Cómo se almacenan los recuerdos?
Todas las experiencias felices se codifican en la mente, es decir, todo lo que vivimos que sale de lo habitual o rutinario son más fáciles de recordar.
Esto lo hacemos a través de nuestros sentidos, por ello podemos registrar momentos inolvidables como: un rico aroma, recordar una canción o una imagen, pues con solo cerrar los ojos y transportar nuestra mente al pasado somos capaces de volver a sentir esas sensaciones que nos provocaron felicidad.
Ahora bien, gran parte de nuestros recuerdos se forman en la infancia y adolescencia, pues son las primeras experiencias gratas que vamos experimentando, por ejemplo: el aroma de la comida de mamá, su perfume, la primera fiesta, el primer beso, entre otras cosas.
¿Qué cosas recordarán tus hijos en su infancia?
Dicho lo anterior, te comparto algunas cosas que tus hijos recordarán:
1. Juegos y diversión
Los niños solo piensan en jugar, aprender, crear y descubrir, es su manera de conocer el mundo que les rodea. En este punto, es importante que participes y te involucres en los juegos y fantasías de tus hijos cuando te pidan, en pocas palabras, juega con ellos.
Si creas experiencias divertidas con tus hijos, será factible que ellos te recuerden, así que en cada oportunidad que tengas juega a la casita, a las muñecas, a la escuelita, a los coches.
2. Tus abrazos y demostraciones de afecto
Cada abrazo, caricia y beso que les des a tus hijos serán significativos para ellos, sobre todo en esos momentos más lo necesitaban. Tal vez cuando se lastimaron corriendo o andando en bicicleta, cuando fracasaron en un proyecto escolar, cuando se murió su primera mascota, etcétera.
La comprensión y el apoyo de mamá en los momentos difíciles de la vida serán recordados por siempre al ser adultos.
3. Tu particular manera de reprender
Tus hijos recordarán tu manera exigente o liviana que tenías de castigarlos cuando ellos hacían travesuras. Me refiero a esa forma en particular que tú tenías para enseñarlos a comportarse de manera correcta, tal vez utilizabas la clásica “chancla” que aventabas para evitar las peleas entre los hermanos, esas nalgadas o pellizcos.
Incluso esos castigos que no tienen violencia implícita como prohibirles jugar con su consola de juegos, o celular, o que les ordenabas lavar todos los días el patio de la casa, hasta que cambiaran su mal comportamiento.
4. Tus consejos
Puede que no lo creas, pero la realidad es que tus hijos siempre te escuchan, aunque en ocasiones pareciera ser todo lo contrario. Ellos al ser adultos recordarán esas pláticas que tuvieron contigo, esos consejos y lecciones de vida que les enseñaste.
Así que nunca dejes de entablar una buena comunicación con tus hijos, hazles saber que estás ahí para apoyarlos, guiarlos, aconsejarles y también para hacerles corregir sus errores, sin juzgarlos o criticarlos.
5. Tus cuidados
Cuando nos sentimos enfermos lo que más queremos es recibir los cuidados de las personas que amamos, es decir, nos volvemos vulnerables y sensibles y queremos que nos apapachen y consientan en esos momentos.
Por ello es que tus hijos recordarán tus cuidados y presencia, incluso la manera que tenías para consentirlos y hacerles sentir bien, tal vez cocinando ese caldo de verduras con pollo para aliviar el resfriado o comprándoles cualquier golosina para subirles el ánimo.
6. Costumbres familiares
La mayoría de las familias mantienen sus costumbres y tradiciones muy arraigadas, es como el sello particular que los define para que convivan todos juntos. Por ejemplo, recuerdo que en mi casa toda la familia teníamos que comer (todos juntos) a las 3 p.m. y los domingos solíamos ir a la iglesia para luego almorzar en un restaurante famoso de la ciudad de México que preparaba una deliciosa comida mexicana.
Un día de pijama, un día para comer helado, un día dedicado a salir de paseo entre otras ideas, son las que tus hijos recordarán al ser adultos.
Qué cosas no recordarán
Por lo común, tus hijos no recordarán que la casa estaba ordenada, su ropa limpia y acomodada en su closet, algunas cosas materiales que con mucho esfuerzo se las dabas o tus imperfecciones.
Así que ya lo sabes, relájate un poco y no te exijas más de la cuenta, será mejor invertir tu esfuerzo en crear momentos significativos que desgastarte en hacer cosas que no van a recordar y que no son significativas, sino que son parte de la vida rutinaria y de enseñarles buenos hábitos.