Criolipólisis: el tratamiento sin bisturí que congela tus células de grasa
El efecto es alentador. Yo lo probé y te cuento en primera persona mi experiencia.
Fernanda Gonzalez Casafús
Kim Kardashian, Megan Fox, Jennifer Aniston y muchas otras famosas son quienes probaron este asombroso método para quemar (literalmente) la grasa corporal para siempre. Una amiga me animó a probarlo y hoy, en este artículo, quiero contarte de qué se trata.
La criolipólisis o el CoolSculpting (esculpido en frío) es una técnica no invasiva ni dolorosa que se realiza en centros médicos y en gabinetes de estética certificados, para reducir aquellas zonas donde la grasa se acumula y no podemos bajarla por nada del mundo.
¡Pero yo la necesito en todo el cuerpo!
Es lo que le dije a mi amiga cuando me contaba de esta técnica que ofrece en su gabinete. Bromas aparte, luego de interiorizarme acerca del tema, leer revisiones médicas al respecto y cerciorarme que no tenga efectos secundarios nocivos, decidí someterme a una sesión y la verdad es que ¡quedé fascinada!
Sí, lo acompañé con una alimentación saludable y comencé a beber más agua de lo que acostumbraba. Porque, para serte franca, ya que había invertido unos cuantos billetes, era mejor hacer las cosas bien.
Luego de mis dos embarazos quedé con algunos kilos de más, y aunque cuando me pongo a dieta mi metabolismo responde de maravillas, en mi abdomen aún había una pancita un tanto molesta. Pero además, lo más molesto era la cantidad de pantalones que no me entraban.
“Me niego rotundamente a comprar pantalones tallas más grandes”, dije; así que me puse las pilas y fui a mi primer sesión de criolipólisis.
¿En qué consiste la criolipólisis?
El término criolipólisis hace referencia a la destrucción de las células de grasa a través del “congelamiento” de las mismas. Se hace con aparatos diseñados especialmente que, sin dañar otros tejidos, se concentra en el cúmulo de adipocitos, los enfría a una temperatura entre 5º y -10º (dependiendo de la zona y cantidad de grasa a tratar) y los destruye por completo.
Luego, las células comienzan un proceso natural de eliminación durante los siguientes dos o tres meses. Es decir, la grasa eliminada va a la orina y las heces pero el cuerpo la elimina de manera natural y paulatina, sin dañar riñones ni ningún otro tejido u órgano.
Así, los resultados pueden verse en las primeras semanas tras la sesión, pero el resultado óptimo podrá verse alrededor de los dos meses. En mi caso, a los 10 días de aplicada la primera sesión, pude comprobar cómo mi abdomen se veía mucho más deshinchado y mi piel con mejor aspecto. Lo mejor, es que con el correr de las semanas, la grasa sigue eliminándose de mi cuerpo.
¿Cómo se aplica?
La maquinaria especial para este tratamiento trabaja a través de unas boquillas que ejercerán succión en la zona a tratar. Sobre la piel se extiende un paño anticongelante, para que el frío no dañe la epidermis, y la máquina entonces comienza a succionar para poner en contacto la piel con las placas refrigeradoras.
¿Duele?
Al primer instante se siente una leve presión, como un pellizco y un adormecimiento, que luego va menguando con el correr del tiempo. Es decir, que apenas comienza el tratamiento el paciente puede sentir una molestia y algo de incomodidad, pero a los pocos minutos va mermando.
Claro que todo depende del umbral del dolor de cada una. Pero las mujeres estamos acostumbradas al dolor: los partos, depilarnos, usar tacones por horas, etc. Un leve pellizco por escasos minutos no nos amedrentan.
¿Cuánto dura cada sesión?
En función de las zonas a tratar y de los equipos que vayan a utilizarse, una sesión de criolipólisis puede durar entre 30 y 60 minutos. Y luego de la primera sesión debes esperar un lapso de 6 semanas para volver a aplicar otra en el mismo lugar.
¿Dónde puede aplicarse?
Puede aplicarse en abdomen, flancos, piernas, cintura, rollitos de la espalda y hasta la papada. No está indicado para las personas con obesidad, pero sí para aquellas que tengan grasa acumulada en ciertas áreas.
Efectos secundarios
Uno de los motivos por el cual este tratamiento es aclamado por miles de personas en el mundo es porque los efectos secundarios son mínimos. En mi caso, me dejó hematomas oscuros, debido a la presión de vacío que realiza el aparato, pero fueron desapareciendo con el correr de los días. Además, los mismos no duelen como hematomas, sino que simplemente es un oscurecimiento de la piel; al presionar no se siente dolor en absoluto.
El procedimiento no requiere anestesia y es ambulatorio, por lo que puedes irte a tu casa una vez finalizada la sesión.
Pulgar arriba para la criolipólisis
Si tienes ese rollito rebelde que no quiere irse, o adiposidades acumuladas en zonas muy difíciles de tratar, la criolipólisis puede ser una excelente opción para sentirte cómoda con tu cuerpo.
Eso sí, no hace falta enloquecer. No hay que ir al extremo, pues debemos amarnos como somos, pero siempre haciendo aquello que nos haga sentir bien con nosotras mismas.
Te aliento a que si tienes la oportunidad de hacerlo, lo hagas (no sin antes consultarlo a un médico), pues los resultados son alentadores y te motivarán para continuar alimentando tu cuerpo de forma sana, llevando un estilo de vida más saludable.
Me quiero, y quiero verme bien
Ya pasé esa etapa en la que me volvía loca cuando tenía un kilo de más. Estoy en ese período de mi vida en el que amo mi cuerpo, aprecio la mujer en la que me convertí, y me enorgullezco de ser quien soy.
Me encanta verme bien, cuidarme, y sentirme bien. Y sin fanatizarme, puedo decir que me gusta cuidar este “envase” y sentirme bonita, como seguramente a ti también te suceda.
Así que, ¡adelante!, cuida tu cuerpo y tu belleza, pero no olvides nunca de dejar encendida esa luz que te hace única y especial.
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