Cuando el ego acaba con el matrimonio

Interminables silencios, peleas constantes, dolorosa tensión. Si está ocurriendo en tu matrimonio, he aquí algunos consejos que te ayudarán a salir de a esa situación.

Adriana Acosta Bujan

De vez en cuando la vida nos permite conocer matrimonios que duran más de cinco décadas. Quienes han logrado esa relación no dan una razón única de su éxito. Tiene que ver con saber amar y saber perdonar, saber escuchar y saber callar. Pero hay uno que me llama más la atención de todos: han logrado dominar su ego.

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Desde que tengo memoria escuché del ego, la egolatría, los ególatras, el ego malsano, el ego que ciega, el ego que destruye, los egos alternos de algunas personalidades, y siempre lo entendí como algo que se puede manejar bastante bien si estás dispuesto a ello, sobre todo en un matrimonio feliz y estable.

La mayoría de las discusiones o peleas de pareja, se deben al ego de alguno de los dos. Sin embargo, si sigues los siguientes principios, estoy segura que lograrás evitar enfrascarte en discusiones destructivas y mantener sano tu matrimonio:

1. Aprende a ceder la razón al otro

Una de las grandes máximas para vivir en armonía es ser feliz, sin importar lo que tengas o lo que te falte, debemos dar gracias en nuestra fe, por lo que tenemos y recibimos, especialmente en el matrimonio. Una de las razones por la que las peleas o discusiones se desencadenan es por querer “tener la razón” y es ahí donde perdemos objetividad, de manera que por el amor, la confianza y la convivencia de la que día a día disfrutas ¿por qué no le otorgas la razón a tu pareja? Hazle ver que pueden alcanzar un punto medio donde podrán equilibrar sus opiniones para tener una relación sana. Una lucha de egos destruye los matrimonios y la fe.

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2. Recibe las críticas con amor

Es importantísimo que al recibir una opinión en la que no estás de acuerdo aprendas a no sentirte ofendida; la crítica es el discernimiento de la razón. Mejor piensa que todos somos y actuamos de maneras diferentes. Trata de descubrir por qué él piensa así, seguro existen razones por las cuales piensa diferente, ya que ve las cosas desde otra perspectiva.

Me refiero a ponerte en los zapatos del otro, para así descubrir las verdaderas intenciones de sus actos. Recuerda que todas las críticas que vienen de nuestra pareja, amparadas en la razón y el amor que nos profesamos, no son destructivas sino, al contrario, son para mejorar de nuestra relación.

3. No pienses en ganar

En las culturas latinas es muy difícil que se nos enseñe a ceder, sin embargo, con base en ejemplos de amor en pareja de matrimonios largos, como los de mis padres y de mis abuelos, o los de mis suegros, es que sé que gano más si le cedo la razón en una discusión estéril a mi pareja y no te va a pasar nada; no te faltas al respeto ni a ti, ni al género ni a la humanidad por cederle la razón y dejarlo ganar una pequeña discusión.

Recuerda que ganar todo el tiempo no siempre es bueno, especialmente cuando se trata del ego; así que mejor reflexiona antes de actuar y pon en una balanza imaginaria lo que ganarás y perderás si cedes.

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5. Ninguno es más que el otro

No por ser mujer tus opiniones no cuentan o al revés: no porque tu pareja lleve la mayor carga en responsabilidades siempre debe tener la razón. Nadie es superior al otro. Cuando nos sentimos superiores muchas veces estamos equivocados; así que tu pareja y tú deberán saber expresarse de forma equitativa y quebrantar su ego ante el amor y la unión de su matrimonio.

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Aprende con tu pareja a no quedarte en silencio, a decir y expresar los sentimientos, a respetar las acciones y ceder ante cualquier situación para que puedan vivir en armonía y amor y no dejen que el ego destruya su matrimonio.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.