Cuatro consejos que pueden ayudar a una mamá primeriza para amamantar a su bebé
El amamantar no es una tarea fácil, pero tiene muchos beneficios el hacerlo, aquí te comparto cuatro consejos para hacerlo con éxito.
Maia Fernandez
Desde el primer día que supe que estaba embarazada, miles de pensamientos pasaron por mi mente. Tal vez el principal entre ellos fue: “¿Cómo voy a amamantar a mi bebé?”, y “¿qué se sentirá?” Sabía que hay muchas madres que prefieren no amamantar a sus bebés, o que por diversos factores no lo hacen, pero yo estaba decidida a hacerlo. Es importante entender que el amamantar trae consigo dificultades. El no poder superarlas puede ser una de las razones para decidir abandonar nuestro propósito de hacerlo. A continuación les comparto unos consejos que a mí me ayudaron a amamantar con éxito.
Busca recursos en tu comunidad
Es imprescindible contactarse con la “Liga de leche” de tu ciudad o con alguna asociación de puericultura, ya que a veces surgen dificultades y aspectos que los expertos en realidad pueden solucionar muy fácilmente. Ellos cuentan con las herramientas para resolver todas nuestras preguntas y brindarte apoyo. Es aconsejable iniciar la lactancia de manera bien orientada.
Infórmate
A comienzos del embarazo es el momento ideal para informarse con respecto a la lactancia. La primera semana después de que naciera mi hija, la pediatra me indicó que mi bebé necesitaba ganar peso y que debía alimentarla con leche de fórmula. Mi esposo y yo no estuvimos de acuerdo, así que recurrimos a una puericultora, quien muy amablemente nos enseñó nuevas posturas para amamantar, ya que me costaba mucho trabajo que ella se prendiese a mi seno de la manera convencional. Fue gracias a esto que mi bebé comenzó a aumentar de peso de manera natural y saludable. Por eso es conveniente pedir ayuda y estar informados, porque las soluciones muchas veces se encuentran más cerca de lo que creemos.
Evita el biberón
El biberón puede ser engañoso. A veces creemos que al darle biberón a nuestro bebé sabemos qué tanta leche está ingiriendo pero debemos confiar en que nuestro bebé se puede autor regular. Por esta razón, si queremos amamantar y estamos inseguras de hacerlo, dejemos de creer que no será suficiente. Es necesario fortalecer nuestras convicciones y buscar el apoyo a nuestro alrededor. En mi caso me sirvió el alejarme y amamantar en una habitación para evitar las interrupciones. Es necesario tomar tiempo para aprender a conocer el proceso de la lactancia y para acostumbrarnos a hacerlo. ¡Lleva tiempo pero si perseveramos finalmente veremos los frutos!
Recuerda que el amamantar es más cómodo
Dar biberón parece una tarea más fácil comparada con el amamantar, pero en realidad no lo es. Piensa en levantarte a la mitad de la noche a calentar el biberón y cargar en la pañalera, la formula, el agua, los biberones esterilizados, cada vez que salgas a la calle. El pecho siempre está listo para cuando tu bebé lo necesita, y a la temperatura adecuada. Ahorrarás tiempo y descansarás un poco mejor, sobre todo si duerme en la misma habitación que ustedes. ¡La leche materna ya tiene la temperatura perfecta y es gratis!
Por otra parte también hay mujeres que por cuestiones laborales, por comodidad, por falta de tiempo o por razones estéticas deciden no dar pecho Y eso hay que respetarlo, pero es innegable que dar pecho conlleva beneficios que no podemos dejar de contemplar. Por ejemplo, con relación a la salud, al bebé lo ayuda a tener mejores defensas, tiene los nutrientes justos que necesita él en cada etapa, le reduce los cólicos de los primeros meses, y en general, está comprobado que tienen menos enfermedades y mayor coeficiente intelectual. Y, por su parte, a la mamá le ayuda a que su sistema óseo recupere minerales perdidos en el embarazo y ayuda a bajar los kilos engordados más rápido por el gasto calórico que proporciona amamantar. Con respecto a lo emocional, el contacto madre e hijo es fundamental. Ayuda a consolidar el vínculo entre ambos, a establecer lazos que perdurarán toda la vida y, entre otras cosas, brinda una mayor seguridad al bebé.
En mi experiencia personal, yo puedo asegurarles que amamantar es una de las tareas más hermosas que me ha tocado hacer: Alimentar a nuestro bebé con la leche que fabrica nuestro propio cuerpo me resulta emocionante. ¡Las mamás que podemos hacerlo nos sentimos muy orgullosas! ¡Ojalá puedas tú también vivir esa experiencia!