Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo: Hábitos para sentirnos SIEMPRE jóvenes
¡El proceso de envejecimiento puede ser revertido siguiendo esta serie de indicaciones!
Fernanda Gonzalez Casafús
Para muchas personas, llevar una vida sana no es sólo una cuestión de estética sino de salud. De hecho, hay una relación directa entre la actividad física y alimentación y la longevidad, por lo que comer sano y hacer ejercicio debería formar parte de nuestra rutina diaria. El famoso autor Deepak Chopra dice en su libro “Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo” que el proceso de envejecimiento puede ser revertido siguiendo una serie de indicaciones y cambiando los patrones mentales tradicionales. Si tienes ganas de cambiar tu vida para sentirte más sano y vital, continúa leyendo.
Llevamos una vida muy ajetreada. Los tiempos cambiaron y la sociedad nos impone nuevos ritmos de vida. Muchas veces se nos hace difícil llevar una vida sana. Puede ser difícil, pero no imposible, ya que es cuestión de hábitos. Entender que somos un todo, pura energía que fluye, nos ayudará a comprender que alma y cuerpo están conectados de tan manera que cuando nuestro cuerpo funciona mal afecta nuestra psiquis, y viceversa.
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No comer de más
Es la primer premisa para darle la señal a nuestro cuerpo de que queremos sentirnos bien. No se trata de hacer dietas milagrosas, o de suprimir los alimentos que tantos nos gustan. Simplemente se trata de racionar las porciones y comer en pequeñas cantidades. Claro que si podemos sumar alimentos sanos, mucho mejor. Comer despacio también ayuda a sentirnos mejor, ya que el cerebro recibe más tarde la señal de que uno está satisfecho, y por ende si comemos apurados comemos de más.
Ejercicio y meditación
Chopra dice en su libro que el envejecimiento depende de nuestra conciencia. Somos lo que pensamos, por ello la meditación nos llevará a aplacar nuestro cuerpo de las tensiones y bajar el nivel de ansiedad. No hace falta ser expertos meditadores. Yo medito cuando cierro mis ojos, respiro y digo alguna frase sanadora. Muchas veces, agradecer a Dios por el día vivido forma parte de nuestra meditación diaria.
Relacionarse más:
Somos seres sociales. Relacionarnos nos hace bien, y las personas que se ven rodeadas de amigos y familiares tienen menos chances de sufrir problemas de corazón. Piensa en los ancianos, que comienzan a deprimirse cuando sus familiares se alejan de ellos. La energía vital aumenta cuando nos sentimos estimados, y por ende nos sentimos con más ganas de vivir.
No fumar ni tener vicios:
Y con esto no hay matices. Fumar y tener algún vicio que perturbe nuestra salud estará directamente relacionado con una mala calidad de vida. Si eres fumador y quieres llegar a una vejez plena, es momento de dejar el cigarillo. Nadie dice que sea fácil, pero la satisfacción que te dejará haberlo dejado te dará un gran empujón para vivir una vida plena y para no volver a reincidir.
No exponerse al sol:
Aunque esté de moda en muchos países estar con un bronceado tropical, es excesivamente malo para nuestra piel. El color dorado que vamos tomando en nuestro cuerpo luego de unas horas al sol es el intento de auxilio desesperado de nuestra piel diciéndonos que algo está mal. Escucha a tu piel. No la sobreexpongas a rayos UV y UVA y de paso, mantendrás una piel sana y joven.
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Pensar en juventud:
La juventuden sí misma conlleva toda la promesa de ilusión. Es por ello que perseguimos tanto el sentirnos jóvenes. Deepak Chopra dice que si tienes cronológicamente 20 años, pero emocional y físicamente estás desgastado, tu biología será la de una persona mucho mayor. Es importante pensar en positivo, ser visionario, seguir creando, seguir amando. Y todo lo que pensemos lo llevaremos a nuestro cuerpo. Si te sientes viejo, envejecerás, si te sientes joven, tendrás una vida jovial, si sabes acompañarla de buenos hábitos, claro.
Llegar a la vejez dignamente y con buena salud síquica y mental el deseo de todos. Cuando empiezas a entender el sentido de la existencia y la importancia de las emociones, comienzas a prestar atención en lo que verdaderamente importa: sentirnos bien para cambiar nuestra existencia. La calidad de vida nos llevará sin duda por el buen camino de la vejez.