De cónyuge ordinario, a cónyuge extraordinario
Este artículo expone ideas sencillas para ser un buen cónyuge y lograr felicidad con la persona a quien uno ama, mediante actos básicos y significativos.
Cindy Peterson
Cuando una persona se casa, tiene los mejores anhelos de ser la persona ideal para su cónyuge, y al mismo tiempo, espera algo semejante del otro. De hecho, algo similar nos sucedió a mi esposo y a mí cuando nos casamos, porque durante nuestros diálogos surgió la inquietud nuestra en base a la siguiente pregunta: ¿cómo puedo ser un(a) esposo(a) excelente? Luego de detallar algunas ideas, nos dimos cuenta, a través de los años, que no es necesario ser un gran genio, sino que de cosas ordinarias, sencillas y cotidianas, proceden los hechos grandiosos y extraordinarios que hacen sentir al otro cónyuge como una persona valiosa. Los siguientes ejemplos ilustran algunas ideas concretas sobre cómo ser un cónyuge extraordinario:
1. Notas mágicas
: dado que mi esposo y yo somos maestros, ambos tenemos al menos el almuerzo en el horario de trabajo. A fin de expresar nuestro cariño y hacer saber el uno al otro que está en nuestros pensamientos durante el día, decidimos integrar las “notas mágicas”, que son simplemente notitas pequeñas expresando algo sencillo que viene del corazón, tal como por ejemplo: “Que tengas un buen día hoy, te quiero” o “éxito en tu trabajo, te veré esta tarde en casa”. A mi esposo, que le encanta preparar el almuerzo, se le ocurrió colocar una notita en mi bolsita de almuerzo y yo, por el contrario, buscaba lugares estratégicos tal como su mesita de luz, el espejo del baño o el manillar de su bicicleta para dejarle mis notitas. La “magia” que tienen estas notas es que a pesar de que contienen poca escritura, son encontradas cuando el otro cónyuge menos lo espera y le puede animar a empezar con gusto la jornada diaria.
2. Paseos sin apuros
: desde comienzos de nuestro matrimonio, mi esposo y yo nos dimos cuenta que el paseo de a dos se disfruta mejor. También nos pusimos como meta identificar lugares en nuestra propia ciudad donde podríamos pasear mediante una caminata o en bicicleta. Una de las grandes ventajas de esa decisión es que estas actividades nos brindan tiempo para charlar, dialogar, observar. En realidad un paseo no tiene por qué realizarse con grandes distancias ni ser costoso, sino que puede ser algo simple que ayuda a la pareja a acercarse y mantener la amistad que les condujo al matrimonio.
3. Celebración de “mesarios”
: este término hace referencia a una tradición que mi esposo y yo hemos comenzado. Durante nuestro primer año de casados nos dimos cuenta que al cumplir un mes, dos meses y así sucesivamente desde la fecha del matrimonio, nos sentíamos agradecidos por haber sido felices y dichosos. Así que esto nos dio un motivo para que cada mes, en la fecha en que se cumple tal mes de nuestro aniversario, lo llamamos “mesario” y hacemos algo pequeño pero significativo. Dado que las parejas generalmente hacen algo importante durante su aniversario, en la cual otras personas pueden participar, el “mesario”, en cambio, es una ocasión de celebración entre los cónyuges. Algunas celebraciones de “mesarios” podrían incluir: mirar la película favorita juntos, ir al cine, bailar en algún lugar especial, salir a cenar a un restaurante, visitar el sitio donde sucedió el compromiso de matrimonio o tomar una foto única y diferente en dicha ocasión.
En resumen, para ser un cónyuge extraordinario no se necesitan habilidades extra-humanas, sino la sencilla capacidad de disfrutar las cosas simples que ofrece la vida en pareja, así como el aprovechar cada instancia importante para obsequiar el uno al otro algo valioso de uno mismo.