De esta manera afecta la represión sexual tu vida
Los seres humanos somos criaturas complejas: carnales y espirituales. El secreto de una vida plena es hallar un equilibrio entre ambas partes.
Erika Patricia Otero
Como terapeuta, trabajé con matrimonios y puedo decir que muchos problemas matrimoniales tienen que ver con los encuentros íntimos.
La intimidad sexual es algo tan natural en los seres humanos como lo es comer o respirar. Esto no quiere decir que muchas personas se sientan desinhibidas para hablar de este tema con libertad.
Estamos en pleno siglo 21 y aún hay personas a las que les da vergüenza hablar de sexo con cualquier persona. Esto puede deberse a varias razones:
- Tipo de crianza.
- Cultura extremadamente conservadora.
- Creencias religiosas.
- Rechazo a la sexualidad debido a abusos de este tipo en cualquier etapa de la vida.
- Poca educación sexual
- Alto apetito sexual que desconoce cómo manejar.
Sea cual sea la razón de la represión sexual, esto hace que la persona padezca serias consecuencias en su vida.
¿Qué es la represión sexual?
En pocas palabras, es la contención de la expresión sexual. Es decir, los pensamientos, sensaciones y deseos sexuales se retienen y ocultan por ser considerados bochornosos y objeto de vergüenza.
¿Por qué sentir vergüenza por algo tan natural en la vida de todo ser humano? Bueno, podemos decir que hay un sector de la sociedad que trata con malicia este tema.
Un ejemplo de esto son algunas congregaciones religiosas. Estas “venden” a sus seguidores la idea de que el sexo solo debe ser usado para la reproducción. Cualquier otro acercamiento a los encuentros sexuales para obtener placer son “castigados por Dios”. Dicho de otra manera, usan la temática sexual para controlar y tener poder sobre la masa.
En el caso de la crianza, muchos padres creen que no hablar de ella, evitará que sus hijos tengan curiosidad sexual. Por lo regular, están repitiendo patrones de crianza. Estos padres prefieren que sus hijos “aprendan sexualidad” en la vida adulta, cuando ya sepan qué hacer con ella.
Consecuencias
La represión sexual genera consecuencias graves en la vida de las personas.
Por ejemplo, una persona reprimida sexualmente, tras haber tenido relaciones íntimas, puede sufrir fuertes sentimientos de culpa y vergüenza. Esto desencadenará una serie de emociones negativas que podrían perjudicar a la larga su salud mental. La persona podría llegar también a padecer baja autoestima, ansiedad o depresión; incluso, también podría sufrir problemas de impotencia, frigidez, disfunción eréctil, etc.
Quien reprime su deseo sexual va a sentirse bastante incómodo ante cualquier pensamiento o deseo sexual. Además, tendrá tendencia a castigarse mentalmente o tratará de modificar su deseo sexual.
En el matrimonio, donde la pareja debería ser capaz de abordar estos temas con libertad; la realidad es que habrá dificultades para abarcarlo. Los encuentros íntimos serán complejos, dificultara la satisfacción sexual en todos sus ámbitos. Es muy probable que la pareja, si no considera tratamiento terapéutico, podrían terminar divorciándose.
Además de lo anterior, la persona reprimida juzga cruelmente a quien vive su sexualidad con libertad y sin restricciones.
¿Cuándo buscar ayuda?
Reconocer que se necesita ayuda es difícil. Nadie quiere reconocer que sus limitaciones sexuales son obstáculo para su libre desarrollo y desempeño como ser humano.
Ahora bien, no hay que confundir las cosas. Una persona está en completa libertad si no desea involucrarse sexualmente con alguien hasta tener una relación seria. Pasa lo mismo si alguien decide tener menos intimidad de la deseada. Igual que si no tiene interés en probar determinadas prácticas sexuales. Ninguna de estas opciones son síntomas de represión.
El momento de buscar ayuda surge cuando las creencias sexuales generan malestar y limitan la vida de la persona. También cuando se vive con constante culpa y vergüenza. Cuando y se siente rechazo por el cuerpo, hay autolesiones y los encuentros íntimos resultan dolorosos e incómodos.
Es en estos momentos cuando se debe buscar ayuda de un sexólogo y terapeuta; esta es la única manera de darle un giro a esas creencias dañinas.
Consejos y recomendaciones
Ya dicho que la terapia psicológica es el mejor camino para ayudarte; también hay algunas opciones de autoayuda que acelerarán el proceso de sanación. Estos son:
Busca información sobre educación sexual: nunca es tarde para aprender sobre este tema. En internet hay grandes fuentes medicas y orientación que te pueden ayudar a ampliar tus horizontes y ayudarte a quitar el tabú de tu vida.
Mejora tu amor propio: escucha y entiende a tu cuerpo. Aprender a tener una sana relación contigo aumentará tu autoconfianza.
Mejora la relación con el cuerpo: parece absurdo, pero hay mujeres y hombres que desconocen partes importantes de su anatomía y órganos sexuales. Cuando alguien conoce su cuerpo, partes sensibles y mucho más, se siente más en poder de sí mismo. El cuerpo humano es hermoso y no hay nada de vergonzoso en algo que te permite ser un ser humano completo. Solo trátate con amor y respeto.
Explora tu sexualidad:. Esto te ayudará a sentirte más seguro al momento de tener intimidad con otra persona.
Cuídate y amate, ese es el único secreto para no equivocarte en la elección de pareja y para ayudarte a tener una vida sexual sana y libre.