Decisiones que conducen a una familia hacia la felicidad

Escoge hacer feliz a tu familia, poniendo en práctica algunas de estas ideas que solidifican las relaciones familiares y profundizan los vínculos afectivos.

Cindy Peterson

Cuando una familia comienza, existe un sinfín de decisiones que se toman a diario entre padres e hijos, que pueden contribuir a que sean una familia feliz y disfruten el tiempo que pasan juntos. Sin embargo, no siempre es sencillo ser felices de continuo. ¿Cómo es posible, entonces, lograr la felicidad en un mundo donde a diario la familia debe establecer un equilibrio entre las responsabilidades fuera de la misma? Dichas responsabilidades pueden estar relacionadas con el estudio, el trabajo, las actividades recreativas y en la comunidad. Las siguientes son algunas decisiones que pueden ayudarte a ti y a tu familia a obtener la felicidad que es, sí, sencilla, pero que perdura a través de los años:

El servicio mutuo

el hábito de practicar pequeños hábitos de servicio entre unos y otros dentro de la familia puede ser la base de la felicidad conyugal, además del cariño entre padres e hijos. Los actos de servicio pueden incluir notas de gratitud y hacer algo inesperado por un pariente. Cuando servimos a los miembros de nuestra familia, estamos más dispuestos a ayudar a las demás personas en el trabajo y en la escuela también, lo cual es algo que se necesita mucho en el mundo actual.

La participación colectiva de actividades recreativas

una norma que contribuye a la unidad y felicidad familiar es el participar colectivamente en actividades buenas. Existen momentos donde es bueno que el matrimonio tenga un momento para estar solos en pareja, tal como ver una película en el cine, tener una cena en un lugar especial o salir en una caminata romántica. Sin embargo, hay otros momentos en los cuales es beneficioso involucrar a los hijos. Por ejemplo, cuando nos casamos, mi esposo y yo decidimos que si uno de nosotros no podía asistir a algún evento, entonces ninguno lo haría. Si no nos permitían ir con nuestros hijos, tampoco iríamos. Esto puede sonar algo egoísta, pero en realidad es altruista en bien de nuestra familia. Nos ha ayudado a evitar caer en el peligro de asistir a eventos que sólo nos llevan a alejarnos de nuestros cónyuges e incluso quitar atención y tiempo a nuestra familia. Hemos descubierto que disfrutamos mucho la compañía mutua y las actividades familiares nos permiten conocernos y apreciar más uno del otro.

El logro de la felicidad es un proceso, no un suceso

algo que nos ha ayudado mucho a mi esposo y a mí a dedicar tiempo a hacer a nuestros hijos felices, es estar conscientes de que la felicidad no es un evento, sino un proceso. Cuando hay decisiones importantes que tomar, no sólo los incluimos a ellos para ver cuál es su perspectiva al respecto, sino que colocamos en la balanza todo lo que implicaría algún cambio en la familia y cualquier otra decisión importante que influya en nuestras vidas. El hecho de considerar que nuestra felicidad familiar es un proceso te puede ayudar como padre para que puedas enseñar a tus hijos otros principios asociados con eso, tal como la paciencia, la importancia de ver resultados, de trabajar con ahínco para obtener la felicidad. Existe un dicho que dice “se recoge lo que se siembra”, y qué importante es cuando sembramos felicidad en nuestros hogares, porque tenemos mayor probabilidad de obtener alegría en el futuro también, aunque todavía existan los momentos difíciles.

La decisión de ser íntegros

como padres de familias, podemos enseñar a nuestros hijos a suplantar la duda y el temor por la convicción y la valentía de defender sus principios, hacer lo correcto y siempre decir la verdad. Estos pequeños gigantes morales harán toda la diferencia en la manera en que nuestros hijos crezcan.

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La importancia de evitar la gratificación inmediata

uno de los peligros que amenazan la crianza de los hijos y que en algunos casos dañan a la familia es la gratificación inmediata, lo cual la sociedad actual ofrece de continuo. Esa instantaneidad puede hacer perder de vista a nuestros hijos la realidad de otros hechos que enseña el trabajo, por ejemplo: el esfuerzo individual para lograr algo, el esperar para recibir algo, el ganarse un fruto de algo que se ha hecho. Algo que hemos practicado como familia que nos ha ayudado mucho es el desarrollar la actitud de siempre ser los primeros en dar el mejor esfuerzo y luego esperar pacientemente los resultados.

Estas decisiones afectan la familia para bien y pueden ser algo eficaz de poner en práctica no sólo en tu familia sino en que aquellas personas que te rodean para contagiarles de felicidad duradera.

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Cindy Peterson

Cindy Peterson es madre de tres hijos y trabaja como Maestra de Educacin Especial en una escuela pblica. Ella disfruta de pasar su tiempo libre con su familia y amistades realizando actividades al aire libre y sirviendo en la comunidad.