Deja de abrumarte: abandona la rutina y comienza a disfrutar de la tranquilidad

Con cosas sencillas y al alcance de tu mano puedes crear un mundo completamente nuevo para ti. Sal de la rutina y comienza a disfrutar la vida desde otro eje.

Emma E. Sánchez

Los adultos entre los 30 y 45 años solemos vivir una etapa de “robots”, especialmente si se tiene hijos menores de 15 años. Este tiempo es demandante porque como profesionales, muchos están en vías de consolidar o consolidando sus carreras o puestos. Es una etapa agotadora porque uno debe reunir fuerzas para cumplir con los deberes de casa, el trabajo, con los hijos, la pareja y el resto de la familia, pero sobre todo puede llegar a ser rutinaria.

Nos convertimos en “robots” que se levantan, se duchan, desayunan trabajan, llevan a los niños a la escuela, regresan, hacen aseo, siguen trabajando, duermen a los niños, y así, hasta ir a dormir y volver a comenzar una y otra vez la misma rutina día tras día.

Y los que ya somos entrados en años, sabemos que la rutina puede aniquilarnos lo mismo que el estrés.

Si al estar leyendo este artículo te sientes un poco identificado o definitivamente crees que estás viviendo la “etapa del robot”, entonces estas recomendaciones seguro te ayudarán a decidirte y hacer los cambios necesarios para, primero: dejar de sentirte abrumado por tantos deberes; segundo: salir de la rutina; y tercero: disfrutar de los que te rodean y sentirte un poco más feliz y en plenitud.

30 minutos más de caminata

Tal vez me dirás, “¡Pero si ni siquiera tengo tiempo de 15 minutos para caminar!” Lo voy a poner así: el ejercicio no es opcional, es indispensable. Si piensas que haces ejercicio todo el día porque subes y bajas, o porque vas de un lado a otro con los niños, déjame decirte que eso no es ejercicio.

Por favor,  toma 30 minutos para ti, ya sea en la tarde, noche, o muy temprano por la mañana, pero debes dedicar un tiempo para fortalecer tu cuerpo, de lo contrario no podrás tener la energía necesaria para hacer frente a tu día a día.

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Si los niños son muy pequeños puedes correr llevándolos en una carreola, un poco más grandecitos caminar con ellos alrededor de la cuadra o te comparto mi estrategia: subir y bajar escaleras, lo haces dentro de casa y en verdad que sudas y mejoras tu condición física en unos meses.

Un momento más con tus hijos

Hay un trabajo personal que todos debemos hacer y ese es priorizar nuestras actividades y deberes. Nuestra familia y los niños son lo más importante, nada te quita sentarte con ellos a jugar o platicar unos minutos más, le haces bien a ellos y te haces mucho bien a ti también.

Lo mismo pasa con tu pareja, hay que dedicar 5 minutos más, y disfrútalos por favor sin culpas.

Diviértete

La alegría es una actitud y divertirse no significa salir a beber o pasar una noche bailando; si lo crees, entonces la vida familiar te ahogará y en lugar de disfrutarla la sufrirás muchísimo.

Cuando digo “diviértete” me refiero a mantén una actitud alegre: sonríe, disfruta las pláticas de trabajo con buen ánimo, aprende un chiste, aprende a reírte de ti mismo, a contar historias ingeniosas que puedan hacer  el momento más llevadero también para otros.

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Tiempo para conversar con los amigos

Cuando nos dedicamos a trabajar de manera mecánica y a solo hacer lo que cada día presenta, se van dejando de lado cosas importantes y valiosas como la familia que no vive en nuestro hogar y a los buenos amigos.

Proponte unos minutos cada semana para hacer una llamada a una buena amiga, a alguna vecina o alguien que hace tiempo no saludas.

Cuando las cosas se ponen difíciles en nuestra vida las empresas no ven por la gente; quienes estarán a nuestro lado serán nuestros familiares y amigos, por eso es que debemos darnos tiempo de cultivar esas relaciones, nuevamente les haces bien y te haces mucho más a ti.

El placer de crear

Cada ser humano posee un talento especial que requiere ser nutrido y expresado para mantener la cordura. Una vez más, revisa tu interior y busca qué es aquello que te gusta o te apasiona y retómalo.

Tal vez todas estas recomendaciones de momento te parezcan absurdas y que el trabajo no desaparece con cambiar la actitud,  y tienes razón: el trabajo no desaparece pero tú sí te transformas y las cosas entonces poco a poco van tomando su lugar y su curso.

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He aprendido que las preocupaciones y el exceso de trabajo solo está en nuestra mente, mucho de  ese “exceso” nosotros mismos lo generamos, y somos quienes le damos el sentido de urgencia y apremio.

Es mi deseo sincero que este pequeño artículo te mueva algo dentro para revisar qué es lo que te está incomodando en este momento de vida y puedas transformarlo porque, ¿sabes algo? Tú estás a cargo de tu vida y tú eres quien le da dirección. Jamás entregues ese poder a alguien más.

Disfruta el viaje que esta vida nos proporciona.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.