Depredadores emocionales: 5 características para identificar si convives con alguno
Al ser expertos en el arte del camuflaje, puede que estés conviviendo con un depredador emocional, sin saberlo. Descúbrelo y recupera tu libertad con ayuda de este artículo.
Erika Otero Romero
Desde la misma infancia el ser humano establece relaciones afectivas, unas invitan a dar lo mejor de sí, pero otras tantas son por completo dañinas y antes que ayudar a ser mejor, marcan el alma con mucho dolor.
Por extraño que parezca, esas personas que dañan (depredadores emocionales) no buscan aprovecharse de los más débiles, sino de los que son más fuertes, competentes y poseedores de alguna peculiaridad que ellos envidian.
¿Cómo es un depredador emocional?
Una persona considerada como depredador emocional tiene las siguientes características:
Son como camaleones
Sin importar la edad, el género o su estatus social, se adaptan a lo que sea que les rodee. Sus estrategias son mejor aplicadas cuando se hayan en una relación de pareja y es en esa situación que esperan el mejor momento para lastimar a la persona que tienen a su lado sin que ésta se dé cuenta .
Son “vampiros de energía”
Se adhieren como sanguijuelas a personas colmadas de bondad, honestidad, entusiasmo y alegría de vivir, esto lo hacen porque carecen de esas cualidades y las envidian, además de que les tienen resentimiento; por lo tanto ponen su empeño en humillar, anular y destruir a quien “tiene la osadía” de ser vital, bueno y brilla con luz propia.
Son incapaces de sentir
No sienten nada a nivel emocional, esto sucede porque tienen una desconexión entre su mente y sus sentimientos surgida en la infancia por algún evento que hizo que esto pasara. Así el asunto, perciben a las personas como objetos y, como tal, pueden aprovecharse de ellos.
Se rechazan a sí mismos
Debido a que son incapaces de sentir, los depredadores emocionales tienen un gran auto-rechazo, esto los lleva a construirse una máscara, evitar lo más posible ser descubiertos.
La percepción que tienen de sí mismos es de ser diferentes a los demás, están desorientados y sienten que son víctimas de las circunstancias. Para ellos es justo tratar a los demás con crueldad ya que ellos han sido tratados de la misma manera.
Son grandes simuladores
Como no sienten nada por nadie, aparentan sentir, dicha estratagema es premeditada y sigilosa para no ser descubiertos antes de lograr su cometido. La estrategia consiste en seducir a quien tienen en su mira por medio de la cercanía y con su influencia llegar a dominarlas de tal manera que pierdan su autonomía.
¿Cómo puedes darte cuenta que estás en una relación con un depredador emocional?
Dado que son expertos en mantenerse camuflados, puede pasar mucho tiempo sin que te des cuenta de que vives con un depredador emocional. Cuando al final te das cuenta que “algo va mal”, te sientes desgastada de manera emocional y sientes que has perdido tu razón de ser, tu esencia.
Como el depredador emocional puede estar en cualquier ámbito donde te desempeñes y ser cualquier persona (trabajo, hogar, amistad o pareja), es oportuno que te hagas las siguientes preguntas y descubras si esa es tu situación.
Concepto social
¿te sientes aislado?, ¿has perdido el contacto con tus seres amados?, ¿se te hace difícil relacionarte con ellos?
Concepto personal
¿sientes que han cambiado tus valores y forma de pensar?, ¿dichos cambios han hecho que te distancies de quien eras antes?, ¿crees que has perdido tu identidad?, ¿sientes que estás lleno de culpa?, ¿te da miedo dar tu opinión?
Si por alguna razón las respuestas que te das en esos dos aspectos en su mayoría son sí, entonces tus sospechas son ciertas. Pero no te angusties, también existe la “cura para la enfermedad”
¿Cómo puedes liberarte de un depredador emocional?
No te voy a engañar, no es una tarea simple, pero tampoco es imposible. Debido a la influencia tan negativa ejercida por años, tú como víctima tienes miedo, inseguridad y sentimientos de culpa, mismos que se han instalado en el fondo de tu ser y eso requiere una reestructuración de tu persona, en tus pensamientos y emociones.
1. Haz conciencia
El primer paso es hacerte consciente de la situación, ya que has dado el primer paso, que es el más difícil, ahora debes reunir coraje para enfrentarte a todos tus temores e inseguridades y, si es posible, debes enfrentarte a tu victimario.
2. Busca apoyo
El segundo paso es buscar apoyo, debes procurar establecer contacto con tus amigos, familia. Ellos serán un soporte afectivo que te dará las fuerzas para salir de la situación.
3. Terapia
El tercer paso es que como es casi seguro que has quedado devastada por la influencia dañina, la búsqueda de ayuda de un terapeuta se hace rigurosa, esto debido a que afrontarás un gran sufrimiento y se hace necesario que tengas ese apoyo profesional. Un psicólogo puede ayudarte a reencontrarte y reestablecer la persona que eras: alguien libre y feliz.
Si lo anterior te describe, es momento de salir de esa relación tóxica, eres alguien muy valiosa y por ello es necesario que luches por tu felicidad e independencia, esa persona no te merece a su lado.
Erika Otero Romero
Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.
