Depresión postparto masculina: lo que tu esposo no se atreve a decir
Reconoce sus síntomas....
Camila Ignacia Gómez González
Nicolás se ha convertido en padre hace algunas semanas, como es habitual cada vez que saluda a alguien, recibe un manotazo en la espalda a modo de felicitación por la llegada del nuevo integrante a la familia. Él se limita a esbozar una sonrisa y a agradecer los buenos deseos de sus amistades, familiares y compañeros de trabajo. Lo que nadie sabe es que esa sonrisa que acaba de fingir, está dibujada por un dolor constante que ni el mismo puede explicar: su esposa está triste, un torbellino de hormonas y emociones se han llevado aquella cautivadora sonrisa que lo llevó a enamorarse a primera vista y la existencia de su hijo solo amenaza con destruir la pasión del que en algún momento ambos pensaron era fruto.
Este desconocido escenario lo viven cientos de hombres alrededor del mundo y muy pocos saben que en el fondo están viviendo depresión post parto, una realidad que por diferentes motivos es tan desconocida que nos ha llevado a ignorar a ese 10.3% de hombres que según la revista JAMA (Journal of the American Medical Association) la padece durante el primer trimestre de vida de sus hijos.
Síntomas
No es necesario que el listado que mostraré a continuación se manifieste en su totalidad, pero si debemos estar atentos a lo siguiente:
Frustración, irritabilidad, aumento del uso de alcohol, aislamiento de familiares, aumento voluntario de carga laboral (como una manera de evadir la llegada a casa), desinterés por el sexo, problemas digestivos, actitudes violentas, tristeza, conflictos internos, dolores de cabeza, entre otros síntomas que pueden demostrar claramente el inicio de lo que se vería como una depresión común.
Carga social
Paradójicamente el mundo les hace ver que el mejor momento de sus vidas ha llegado, que vivir entre el rosado y el celeste es una de las cosas más maravillosas que puede entregarles el destino. Siendo altamente forzados a vivir en una constante sonrisa fingida, pues para los hombres no está permitido llorar y sobre todo durante los primeros meses deben estar listos y dispuestos para enfrentar las demandas del bebé de forma eficaz, dejando atrás los recovecos que permitan algún extraño sentir por el profundo cambio de vida que están llevando.
Cuando la intervención externa se hace necesaria
Para muchas de nosotras, el nacimiento de un hijo tiene por consecuencia natural algún estado depresivo. Pero para los hombres no es un asunto sencillo de asumir, pues para ellos asumir que se está atravesando por un fuerte episodio depresivo trae diferentes consecuencias: se sienten débiles, menoscabados e incluso menos varoniles, pues la sociedad ha pregonado por siglos que ellos son el sexo fuerte.
Pero lo que debes saber es que si esto ocurre, es sumamente necesario que un psicólogo intervenga para darle apoyo y contención hasta que la depresión post parto desaparezca.
Consecuencias de no pedir ayuda
Las consecuencias de “guardar” para más tarde aquella situación pueden llevar incluso a que pasen menos tiempo con el bebé, creando un lazo de afectividad dañado y por tanto esto puede traer consecuencias para toda la vida.
Por lo tanto, si están por ser padres prontamente o bien su bebé se encuentra dentro de su primer trimestre de vida, tengan a bien considerar un espacio para que como pareja puedan conversar de los cambios que están viviendo y de los sentimientos que les crea, de esta manera ambos podrán poner freno a tiempo a aquella “nube negra” que intentará opacar su tan anhelada felicidad.