¿Deseas salvar una relación que nunca debió terminar? Esto es lo que puedes hacer
“Siempre hay un poco de locura en el amor. Pero siempre hay también un poco de razón en la locura”. Friedrich Nietzsche
Erika Patricia Otero
Uno supone que tras conocer a la persona indicada, esa que te roba la razón, todo será más fácil; la realidad es que no siempre es así.
El inicio de un amor es hermoso. Todo se da de forma natural y espontánea. Hay diversión y todo es más fácil porque hay entendimiento y deseos de permanecer juntos. Esto dura un breve periodo de tiempo; sin embargo, eventualmente aparecerán los celos, malos entendidos, desafíos. Pocas son las relaciones que se salvan de este inevitable periodo. Algunas otras lo superan y siguen adelante, pero más adelante, tras muchas idas y vueltas, finalmente la relación termina.
Que una relación llegue a un posible fin no quiere decir que sea el fin del amor. Tal vez se deba a esto que muchas personas, luego de “haber concluido su relación” sigan viéndose.
Y es que el amor no desaparece de buenas a primeras. Quizás es más “fácil” superar una relación tóxica que una que terminó por malos entendidos, escasa comunicación o falta de tiempo. Cuando esto sucede, por lo regular se busca la manera de llegar a un reencuentro. Dar el primer paso para contactar al ex cuesta mucho, ya sea por miedo al rechazo o por orgullo. Como sea, muchas veces se guarda la esperanza de reavivar el fuego de ese amor que un día fue “perfecto”.
Basta con tener la voluntad de intentarlo de nuevo y dar el primer paso hacia el reencuentro. Es cuestión de arriesgarse y ver qué pasa. Si este es tu caso, entonces creo que los siguientes consejos pueden ayudarte:
No ruegues amor
Si alguien sabe que este es uno de los mayores errores que se pueden cometer, esa persona soy yo.
Algo que puede llevarnos a rogar amor es la impotencia. Sentir que estamos a punto de perder a quien amamos hace que nos desesperemos y mendiguemos una segunda oportunidad. Grave error, porque en lugar de conmover su corazón, lo que se logra es el rechazo. Puede pasar que “movamos” esa pequeña parte narcisista que habita en cada uno de nosotros. Cuando pasa esto es inevitable hacer sentir al otro como el centro del universo.
El rechazo llega porque se sentirá superior a ti y te perderá el respeto. Por otro lado, puede que se sienta presionado a volver contigo cuando no quiere, y está en su derecho.
El amor no es igual a la lástima; nadie quiere que la persona que ama sienta lastima por ella. Si consigues que sienta compasión por ti, volverá para no sentirse culpable. Con esto, lo más probable es que la relación se termine de la peor manera tarde o temprano.
Hacer que te extrañe es un buen inicio
Al terminar una relación, cuando aun hay amor, es casi impulsivo el deseo de regresar con el ex. Se entiende, es muy reciente la ruptura y la soledad, aunada a ese sentimiento de extrañar, hacen de las suyas. Pese a esto, lo mejor que puedes hacer es tomar distancia y darle tiempo. Él o ella se sienten igual que tú si aún hay amor.
El tiempo y la distancia les permitirá percibir la vida sin ti a su lado. Naturalmente se van a extrañar, pero esto no es motivo para salir corriendo. Pasados unos días, si aún hay amor, podrán volver a hablar y tratar de aclarar las cosas. Claro está, sin presiones, lamentos ni ruegos.
La magia del tiempo consiste es que todo lo pone en perspectiva. Te ayuda a ver los pros y contras de un amor; además, ayuda a tomar decisiones acertadas respecto a una situación, una persona o una relación.
Si luego de pensarlo decides buscar una nueva oportunidad de retomar las cosas; entonces ve en busca de esta. Desde luego, piensa bien si es amor o dependencia emocional lo que te impulsa a buscarle. Siempre busca tu bienestar y no una situación que te haga sufrir.
Hablen claro y perdonen
Si finalmente ambos han llegado a un acuerdo, entonces lo que queda es poner todas las cartas sobre la mesa.
No tiene sentido iniciar una relación sobre los escombros a medio destruir de lo que quedó antes. Esto solo hará que empiecen con pie izquierdo y con muchas heridas aún abiertas. Una reconciliación requiere de perdonarse y olvidar los errores. No tiene gracia retomar la relación y cada vez que haya un problema gritarse los errores pasados.
Es cuestión de hacer “borrón y cuenta nueva”. Va a ser difícil y requerirá voluntad, pero pueden lograrlo si dejan el orgullo y los rencores a un lado.
Perdónense si es que tienen cosas que perdonarse; esto hará que sea mucho más fácil empezar de nuevo y renovará lo que sienten. Además, mostrará humildad y los deseos legítimos de estar juntos haciendo renacer su historia de amor.
Muchas veces hay relaciones que se pueden salvar y vale la pena intentarlo. Pese a eso, también debemos ser consientes que hay relaciones que aunque haya amor, no merece la pena un reinicio.
Siempre ten en cuenta las razones de la ruptura; esto te dará siempre la información que necesitas para saber si un regreso es o no posible.
La invitación principal es que a siempre pienses en tu paz mental y bienestar. Muchas veces estar solo es mejor que un amor unilateral o dañino.