Dime qué te duele y te diré qué emoción reprimes

Las cosas que nos pasan en la vida pueden desencadenar dolores físicos que están relacionados directamente con nuestras emociones. ¿Qué dolor te aqueja a menudo?

Adriana Acosta Bujan

Seguramente en más de una ocasión habrás notado que al sentir nervios, ansiedad, tristeza o ira, se presentan algunos tipos de dolor físico. Por ejemplo, si vas a una entrevista de trabajo, comienzan a sudar las manos y el corazón comienza a latir rápidamente como una reacción lógica por conseguir el empleo. Si pierdes a un ser querido, puedes sentirte devastada y triste, al mismo tiempo es probable que te duela la cabeza o todo el cuerpo.

Esto sucede porque todas las emociones van ligadas a los dolores físicos, según un estudio llevado a cabo por el profesor de neurociencia cognitiva de la Universidad de Aalto en Finlandia, Lauri Nummenmaa, quien junto con sus colegas, realizaron varios experimentos para comprobar en qué lugar del cuerpo se percibía el impacto del dolor en cada una de las emociones básicas.

Haciendo un total de 13 emociones estudiadas, entre ellas: la ira, el miedo, el asco, la felicidad, la tristeza, amor, depresión, orgullo, envidia, entre otras, los expertos concluyeron que las emociones positivas como el amor y la alegría recorren todo el cuerpo, en cambio las negativas se fijan en algunas áreas en específico.

Las sensaciones del cuerpo

Sin importar las creencias o culturas ideológicas, está comprobado que las reacciones físicas del cuerpo están correlacionadas con las emociones, ya que el cerebro prepara mecanismos biológicos que responden a estímulos del entorno, como una manera de supervivencia innata; estos síntomas son comprobables a primera vista con la respiración y el ritmo cardíaco.

Sabemos que los medicamentos alivian los dolores físicos, puesto que esa es su función, sin embargo, cuando pasa el efecto de las medicinas, muchas veces el dolor emocional persiste; es por ello que será importante aprender a entender y gestionar de manera adecuada las emociones, para acabar con el problema de raíz. Como dice David Ponce, autor del libro “Más amor y menos ibuprofeno”.

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Dicho lo anterior, te comparto una lista de los dolores físicos y sus emociones, toma nota:

1 Dolor de espalda

Es común que las personas que tienen una carga excesiva de responsabilidades y trabajo, padezcan de dolores de espalda frecuentes. Por lo común lo padecen las personas que cumplen con el rol de proveer a su familia, ya que por lo general otras personas dependen de él o ella (económicamente).

El dolor casi siempre viene de un exceso, de soportar lo que nuestro yo interior no quiere soportar, por lo cual se transforma en una emoción. En este caso se trata de cuatro emociones relacionadas y bloqueadas que son: la preocupación, la ira, el miedo y la tristeza.

Para sanar se recomienda aprender a delegar responsabilidades a otros con la finalidad de aligerar la carga, así como preguntarse qué es lo que de verdad quieres hacer y qué es lo que tienes qué hacer. Busca un tiempo para reflexionar y trabaja en lo que realmente te apasione, así tu dolor disminuirá por completo.

2 Dolor de cabeza

El dolor de cefalea o migraña es un dolor muy fuerte que en muchas ocasiones inhabilita a la persona que lo padece. Las emociones que están en relacionadas con este padecimiento son: el estrés, la ansiedad y los estados de tristeza, ya que estos generan cambios químicos en el cuerpo.

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Por lo común este dolor se produce por un disgusto, o algo que produce gran frustración, o un conflicto; también cuando se intenta demasiado realizar algo, o cuando se está obsesionado por lo que se espera en el futuro; así como la inseguridad, la perfección o la autocrítica.

En conclusión, aparecen por tener conflictos entre los pensamientos, el intelecto y estar sobrecargado de necesidades y deseos personales, incluso por carencia de amor por parte alguien.

Lo ideal es enfocarse en cada situación sin estresarse más de la cuenta, realizar cambios necesarios para evitar pensar negativamente. Dar un tiempo de pausa a la vida para lograr que tus decisiones fluyan libremente, recibiendo paz y armonía.

3 Dolor de estómago

Las enfermedades ligadas al sistema digestivo como la gastritis, la acidez gástrica, el dolor abdominal, colitis, digestiones lentas, inflamación o diarrea, se relacionan con el estrés, ansiedad, nerviosismo y depresión crónica.

Estos suelen presentarse como un signo de que hay eventos o personas en tu vida que no aceptas del todo bien y que deseas que cambien. Así como estar en desacuerdo con una situación que ponga en riesgo salir de tu zona de confort, puesto que te sientes inseguro, incómodo e incapaz de digerir ciertos acontecimientos de la vida.

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En ocasiones, las personas se vuelven intolerantes a ciertos comportamientos, hábitos o formas de pensamiento distintas a las suyas, siendo rígidos en cuanto a ceder se refiere. Recuerda: el cuerpo te indica que deseas aceptar las nuevas situaciones de la vida con amor o aceptar a los demás tal y como son; deja de preocuparte por los cambios y adáptate a lo nuevo.

4 Dolor de cuello 

Por lo general el dolor de cuello se manifiesta cuando se mueve la cabeza en cierta dirección, o por realizar algún movimiento brusco o simplemente porque dormimos en posiciones incorrectas. Esto se produce porque existen situaciones que molestan, sentido apatía, miedo o disgusto.

En algunos casos indica inflexibilidad a ciertas situaciones o puntos de vista de las personas que te rodean, lo cual pone en riesgo tu equilibrio y tranquilidad. La mayoría de los casos el dolor indica que estás presionado o molesto por situaciones relacionadas con lo material, el dinero, el trabajo, problemas en la intimidad con la pareja o las relaciones familiares.

Lo ideal para sanar será aprender a afrontar los miedos a las situaciones molestas, buscando acciones para resolver los conflictos desde el punto de vista amoroso.

Es fundamental aprender a controlar las emociones negativas para evitar que se concentren y generen un problema físico desencadenando enfermedades. Recuerda sanar tu mente, pensamientos y alma; practica el perdón y tu lado espiritual; si lo haces, muchos dolores desaparecerán como arte de magia.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.