Dios le da la batalla más dura a sus soldados más fuertes
Todos tenemos que atravesar problemas en nuestras vidas. No estás solo porque Dios te guiará para salir triunfante. Eres su mejor soldado.
Adriana Acosta Bujan
Si alguien todavía no está de acuerdo que hoy en día podemos obtener milagros de Dios, es porque aún no lo ha experimentado, porque su fe ha disminuido o porque los problemas que le aquejan a su parecer son grandes e imposibles de resolver. Para muchas personas las adversidades que atravesamos tienen una visión gigantesca donde solo se logra percibir una pequeña luz al final del túnel.
Es lógico que las personas puedan sentirse vulnerables y decepcionadas cuando las peticiones del corazón no tienen una respuesta inmediata; incluso es totalmente común alejarse de las creencias o religión, disminuyendo la fe y la esperanza de que algún día recibirán lo que anhelan. Podemos sentirnos devastados y abandonados, totalmente solos luchando contra la adversidad.
Sin embargo, cada problema que experimentamos son batallas en las cuales debemos acercarnos más a Dios, ya que Nuestro Señor, en su infinita sabiduría, envía sus más duras batallas a sus mejores soldados para reforzar un conocimiento o habilidad que tal vez creíamos no tener; así lograr ser mejores cada día en cualquier aspecto o área de nuestras vidas, afrontando los miedos para obtener un aprendizaje. Él nos utiliza como guías para difundir su palabra y poder.
El privilegio de ser los soldados elegidos de Dios
Aunque te sea difícil de creer o entender, para Dios todas las inquietudes que se expresen desde el corazón y con toda el alma son importantes y siempre tendrán una respuesta. Todo a su debido tiempo y de acuerdo a Su voluntad.
Tal vez es complicado identificar su divinidad por los problemas de la vida; sin embargo debemos lograr descifrar o comprender su palabra y prestar más atención a las señales que indican que Dios está hablando.
Por experiencia, sé que el dolor nos pone una venda en el alma sin percibir la divinidad, sin embargo, cada adversidad nos convierte en más humanos, es decir, nos hacemos más sensibles a las necesidades de los demás, incluso aprendemos a valorar lo que tenemos, a ser más agradecidos y afortunados.
No estás solo, Dios irá contigo a la batalla
“Oye, Israel, hoy os acercáis a la batalla contra vuestros enemigos, no desmaye vuestro corazón, no temáis ni os alarméis, ni os aterroricéis delante de ellos, porque el Señor vuestro Dios es el que va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros”. (Deuteronomio 20: 1-9)
“Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el Señor tu Dios es el que va contigo, no te dejará ni te desamparará”. (Deuteronomio 31:6)
Escrito está en la Biblia. Él estará contigo en cada batalla y te librará de todas tus angustias, saliendo victorioso y recuperado. Dios te calmará, guiará y protegerá contra todo problema, fortalecerá tu alma, para que logres comprender y entender los designios que Él tiene preparado para ti; recuerda que su amor es infinito y nunca te dejará.
Dios tiene para cada persona una misión, por ello es importante no perder la fe y la esperanza, aprendiendo a escuchar su palabra.
Cómo entender a Dios
1 Por la palabra escrita
En el versículo Romanos 15:4 dice: “Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia (perseverancia) y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza”.
Recuerda que cada promesa de Dios está registrada, para que quien lo lea pueda encontrar la respuesta que espera. Por ello, es que cuando se está ávido por conseguir algo, se recomienda sumergirse en la lectura de las escrituras y orar para lograr un mejor entendimiento, así encontrar la respuesta esperada.
2 Confiando en Él
No se puede esperar una respuesta o señal divina, si se está falto de fe, ya que la palabra de Dios, podrá ser escuchada desde el interior con una voz suave y apacible que sin lugar a dudas podrás identificar con mucha claridad. Se trata de ser humildes de corazón, de tener fe y el deseo de conocer la voluntad de Dios.
Aunque tus batallas sean dolorosas, confía en Dios; Él tiene un objetivo claro para tu vida, aunque no logres comprenderlo, ten la esperanza y mantén tu fe para entender por qué has tenido que experimentar tal adversidad. Cuando logres salir del problema, tendrás claridad en tu corazón y comprenderás las razones especiales y poderosas por las cuales atravesaste; todo ello fortalecerá tu comunicación con Dios.
3 Entender que no existen las causalidades
Cuando los problemas invaden tu alma y corazón ten la certeza que Dios utiliza como mensajeros a las personas cercanas, pueden ser conocido o desconocidos, ya sea con una plática o con un consejo y escucharles provocará un repentino sentimiento de ir hacia delante en una dirección, al entender que la respuesta que necesitabas está clara, y un gran sentimiento de paz y alegría llenará tu alma.
También puedes comprender la respuesta de Dios a través de las palabras de alguien más e incluso por medio de la naturaleza misma. Recuerda que no existen las casualidades cuando se refiere a las adversidades que tenemos que enfrentar, sino que más bien, son lecciones que nos fortalecerán como seres humanos y tienen el objetivo de fortalecer nuestro amor con Dios.
4 Eres más fuerte de lo que pensabas
Todos, absolutamente todos, tenemos que enfrentar adversidades; tal vez, unos más que otros pero al final de cuentas son problemas que nos aquejan y nos hacen sentir frágiles, débiles y poco afortunados. La realidad es que eres una persona fuerte, valiente e inteligente, que con la fuerza y guía de Dios podrás salir triunfante.
Recuerda que somos hijos de Dios Padre, Él nunca nos dejará enfrentar los problemas solos y tampoco nos pondrá pruebas imposibles de resolver. Nuestro Dios conoce perfectamente quién eres, tus fortalezas, habilidades, tus puntos débiles y fuertes; Él te conoce a la perfección porque fuiste creado por su divinidad, así que no te aflijas y ten la certeza que toda situación que atravieses por más desagradable que sea tiene una razón de ser.
Ahora ten presente que por los problemas de la vida no eres una persona desprotegida por Dios, al contrario, perteneces a los soldados guerreros que protege Dios más que nunca, ya que Él conoce qué aspectos tienes que mejorar para ser mejor cada día.
Recuerda no solo en las aflicciones necesitamos la palabra de Dios, también en las alegrías que se experimentan en la vida cotidiana. Él está presente, en todo momento y en cualquier lugar, habla con Él a diario que, como buen padre, siempre está deseoso de escucharnos.