Dos tipos de padres: los que guían y los que empujan
¿Cómo describirías tu función de padre? Las reflexiones de este artículo pueden ayudarte a evaluar tu rol de padre tal como me han sido útiles a mí para mejorar mis habilidades paternales.
Anders Peterson
La responsabilidad que nos ha sido asignada al ser padres no es sencilla, pero existen ciertas virtudes que podemos cultivar, a fin de ser el tipo de padre que fortalece a sus hijos y prepara la siguiente generación para ser buenos progenitores y criar familias estables en el futuro. A fin de distinguir qué función estoy cumpliendo como padre, me he puesto a pensar sobre qué funciones pueden ayudarme a beneficiar a mis hijos y qué acciones pueden desviarme de lograr un propósito fortalecedor en sus vidas. Me di cuenta que podemos llegar a ser padres que guían o padres que empujan. Los siguientes comentarios pueden ser prácticos para llevar a cabo una evaluación concienzuda sobre nuestras acciones parentales:
Los padres que empujan van detrás, mientras los padres que guían van al frente
existe una gran diferencia entre “empujar” a los hijos obligándolos a hacer algo que deseamos o esperamos de ellos. Cuando caemos en el error de demostrarles que no nos importa cómo logran sus objetivos y que sólo pretendemos resultados, es como si empujáramos a nuestros hijos sin motivos fundamentados para que actúen en cierta manera. En cambio, cuando les guiamos en sus decisiones, les brindamos explicaciones válidas y nos alegramos con ellos en sus acciones positivas, estamos edificando una base sólida de mutuo entendimiento para que ellos confíen en nosotros.
Los padres que empujan demandan exigencias, mientras los padres que guían invitan a la acción
las exigencias de padres que obligan a sus hijos sin motivo alguno, generalmente tienen resultados no muy eficaces porque sólo se logra resentimiento de parte de la progenie, especialmente en la etapa de la adolescencia. En cambio los padres que guían, con frecuencia brindan sugerencias e imparten consejos en forma de invitación. Por ejemplo, en lugar de decir: “¡Quiero que ordenes tu cuarto ahora mismo!”, sugieren: “Me encanta ver tu cuarto ordenado, ¿podrías tenerlo limpio antes de la cena?”
Los padres que empujan justifican y se excusan, mientras los padres que guían brindan un ejemplo consistente
a menudo la justificación va acompañada de excusas que pretenden compensar el tiempo que los padres “empujadores” pueden pasar fuera del hogar, así como también eventos especiales que pierden, tales como prácticas deportivas, acontecimientos escolares o festejos familiares. Por el contrario, los padres “guiadores” dan el ejemplo haciendo sacrificios para estar presentes lo más frecuentemente posible en las circunstancias importantes de la familia. Para hacer esto, es importante que planifiquemos de antemano la semana en función de tener tiempo para estar reunidos, a fin de evitar cualquier conflicto de horarios.
Los padres que empujan, critican; los padres que guían, elogian
la crítica no constructiva desmoraliza, mientras que el elogio apropiado, construye el carácter. Eso permite que a la hora de corregir y moldear a nuestros hijos sea más fácil hablar sobre lo que necesita ser mejorado. De hecho, podemos guiar a nuestros hijos al comenzar nuestro “momento de corrección” con un elogio de muchas maneras. Consideremos el siguiente ejemplo: un padre que empuja a sus hijos podría decir “¡la música que escuchas es tan alta que me enfurece, y además suena horrible!”. En cambio, un padre que guía podría expresar lo siguiente a su hijo: “Admiro tu lado artístico y valoro tu aprecio de la música. He notado que últimamente la escuchas a un volumen elevado. ¿Es porque no escuchas bien a cierto volumen? ¿Crees que podrías escucharla a un volumen donde todos podamos conversar y escucharnos?” El comenzar con elogios y luego hacer preguntas para entender a los hijos nos ayuda a establecer puentes de entendimiento y tomar decisiones juntos que fortalezcan nuestra familia.
Al aplicar estos principios en la evaluación que hagamos sobre nuestra función de padres podremos fijar nuevas metas a fin de guiar a nuestros hijos para que sean ellos mismos quienes guíen a sus generaciones cuando les toque el momento de formar familias saludables y felices.