El abuso vino de mi hermano
Que ya no abunde el silencio, es tiempo de sanar de lo que tu hermano te hizo.
Denhi Chaney
Este es un tema del que, a pesar que pasa más seguido de lo que quisiéramos, no se habla. Es decir, hablamos de abuso cuando se trata de dos personas extrañas, pero cuando se trata de abuso sexual entre familia o incesto el silencio abunda. Es por esto, que tras mucha consideración he decidido dedicar un artículo entero a este tema, pues mis muchos pacientes que han sufrido de esto merecen que ya no exista un silencio sino una conversación de esperanza. Y sí existe la esperanza puesto que a pesar que es una experiencia traumatizante, el poder sanar es una posibilidad y una realidad para muchas personas.
Estas palabras serán para el abuso de hermanos – usualmente mayores – a hermanas, y aunque estoy consciente de que existe el abuso de padre a hijas y también es incesto, ese es un artículo que escribiré en otra ocasión ya que presenta diferencias importantes que meritan un artículo propio. Aun así, mientras esperas ese, estas palabras te serán de ayuda. Así que sigue leyendo y no dudes en parar y volver a leer estas palabras si en este momento te sientes abrumada y es demasiado difícil. Tómate tu tiempo para sanar, no hay prisa.
1. Es tu verdad
Uno de los mayores problemas que existen cuando ocurre un abuso sexual entre familia es que cuando finalmente te armas de coraje para contarle a tus papas lo ocurrido, esta verdad es tan dolorosa que ellos prefieren no creerte que admitir que tienen un hijo con semejantes problemas. La realidad es que independientemente de si tus padres te creen o no, TÚ sabes lo que ocurrió, y esa no solo es la verdad sino TU verdad, no necesitas que tus padres te crean – aunque entiendo que esto sería preferible – para que tu experiencia sea sincera y para que empieces a sanar, es tiempo que tu verdad sea suficiente.
2. Mejor alejarse
Aunque casi siempre es mejor intentar arreglar nuestras diferencias con nuestros familiares, en el caso de incesto —y en especial aquellos casos en donde la familia nunca lidió con lo ocurrido— es mejor alejarse, sí aunque sea tu hermano, por estas razones: o sucede que tu hermano actúa como si eso nunca hubiera ocurrido, lo que te hace sentir nada más ni nada menos como una loca; o te lo recuerda sin remordimiento alguno. Cualquiera que sea la situación, es sumamente doloroso para ti, así que te recomiendo alejarte hasta que hayas lidiado con tus heridas primero para que cuando lo veas no te de un ataque de pánico y no tengas miedo de decirle exactamente lo que hizo así tengas el apoyo familiar o no.
3. No tienes la culpa
Puedes llegar a pensar que si tan solo hubieras dicho algo, o te hubieras negado o quien sabe cuántas posibilidades abundan en tu cabeza, esto no hubiera sucedido; es decir, te culpas. Pero déjame dejarte esto claro: el silencio nunca ha sido indicación de que quieres que alguien te toque de forma inapropiada, por lo tanto no fue tu culpa. Aquellos que abusan toman nota de las debilidades de su “presa” y explotan a sus víctimas con chantaje, mentiras, amenazas etcétera. Nunca pediste que esto ocurriera así que es tiempo que dejes de culparte y culpes a la única persona responsable: tu hermano.
4. Tu virtud está intacta
No importa la forma en la que él haya abusado de ti, no existe mayor verdad que la que tu virtud y honor están intactos. Muchas de mis pacientes me han dicho que se sienten sucias y que él les robo su inocencia. Aunque tomará tiempo para que no te sientas así, es mejor que entiendas que aunque él haya sido el responsable de quitarte parte de tu inocencia, él no puede ensuciarte. Si tuviéramos lentes mágicos, veríamos a una persona llena de manchas negras y otra sin una sola que mostrar, esta eres tú.
El incesto es un acto de lo más bajo y vil que una persona puede hacer y lamento mucho que esta sea una experiencia que tengas que traer contigo. Sin embargo, estate segura que cuando salgas de esto —porque no tengo duda que se puede sanar del abuso sexual— entenderás la fortaleza, el amor, y el valor mucho mejor que cualquier otra persona.