El amor a los hijos también se demuestra enseñando valores
Erika Patricia Otero
Vivimos días agitados. El mundo está revolucionado no solo por la cantidad de avances tecnológicos y científicos que surgen cada segundo, si no además porque las normas de crianza han cambiado mucho en los últimos 30 años.
Durante la primera mitad del siglo pasado y quizás los años 80, era habitual que la crianza a los hijos incluyera “mano dura”. De esa manera, no solo los padres “corregían y educaban” a sus hijos con castigos físicos, sino que los profesores también tenían permitido hacerlo.
Para ilustrar esto puedo poner como ejemplo el caso de mi madre o el mío. Ambas fuimos “reprendidas” cuando íbamos a la primaria por profesores que creyeron que esa era una buena manera de educar.
No es que mis abuelos o mis padres se hubieran quedado de “manos cruzadas” al respecto. Mis abuelos abogaron por mi madre; y cuando me ocurrió a mí, mi mamá acudió en mi ayuda.
La crianza y educación de los hijos ha cambiado abismalmente. La sociedad pasó de un extremo a otro: de padres que “educaban” con castigo físico, a la laxitud en la crianza; una donde muchos padres por escaparle al castigo, perdieron el control de sus hijos.
A ver, no estoy diciendo que para educar personas de bien deba acudirse a los malos tratos; no es así. Lo que digo que es muchos padres en el afán de evitar lo que muchos vivieron en su infancia, omiten cualquier tipo de corrección.
En la crianza de personas de bien hay que encontrar un justo medio; y esto es más sencillo de lo que parece.
30 Maneras simples y efectivas de criar seres humanos ejemplares
El mundo necesita más personas amables y asertivas. Esto es algo que se enseña desde la infancia. Ante todo, y como siempre decimos, todo lo bueno y lo malo se aprende del el ejemplo de los padres.
Los niños deben aprender que no hay seres humanos de tercera categoría. A qué me refiero con esto: Simple, que sin importar el color de piel, estatus socio-económico, género, creencias y demás diferencias; todos somos exactamente iguales, con cualidades y defectos.
Dicho lo anterior compartiré varias fáciles maneras de criar hijos ejemplares.
1 Haz que aprenda a ser cortes
Provengo de un país latinoamericano donde decir: “Buenos días”, “gracias”, “por favor”, “si, señor(a)” o “no, señor(a)”, son reglas básicas en la educación infantil. Además de esto, se nos inculcó desde pequeños el respeto por los adultos y el buen trato a los demás. Sin embargo, estas buenas costumbres se han ido perdiendo al paso del tiempo.
Enseñar a un niño a decir ser cortes es fácil, solo es cuestión de que seas su ejemplo.
En casa a tu pareja o a tus hijos di: “Buenos días”, “por favor”, “gracias”. Esas frases tan simples son sumamente importantes a la hora de relacionarnos con los demás porque hacen sentir valorados y apreciados a las personas a las que se las diriges.
2 Incentívalo para que investigue y no se quede con dudas o con información superficial
Es importante que los niños exploren sus posibilidades. Esto se logra solo cuando se lee y se pregunta a las personas adecuadas lo que necesita saber.
Cuando te halles en una situación donde debas tomar una decisión, haz que tu hijo te ayude a investigar un poco sobre lo que necesitas saber. Eso le hará darse cuenta que si tiene conocimiento, nadie podrá engañarlo.
3 Motívalo a que explore y se divierta
Una infancia sin diversión no tiene sentido.
Es muy importante que los niños jueguen , descubran , se diviertan y exploren el mundo. Esto les enseña a disfrutar la vida, desde lo más pequeño hasta lo más grande. Además, también les ayuda a valorar lo simple de la vida.
Juega con ellos, ve de campamento si te es posible. Ayúdalo a descubrir las cosas maravillosas de la naturaleza.
4 Incentívalo para que sea altruista
“Quien no vive para servir, no sirve para vivir”.
La vida no tiene ningún sentido si vamos por el camino y no somos capaces de conmovernos con el sufrimiento ajeno. Es conmovernos y ayudar en lo que esté en nuestras manos.
Se ejemplo para tus hijos ayudando a alguien menesteroso, alimentando a un animalito de la calle; incluso, ayudando y apoyando a las personas dentro del hogar.
No es cuestión de tener dinero o no, es más un asunto de dar lo mejor de ti; de tratar a los demás como te gustaría ser tratado si estuvieras en esa situación.
5 Enséñale a ser optimista y resiliente
Todos vivimos tragedias que pueden hacernos perder la fe y los deseos de seguir adelante.
Ser resiliente y optimista no te excluye del sufrimiento, pero si te ayuda a “ver la luz al final del tunel”.
Para enseñarle a tu hijo a ser resiliente y optimista, lo que debes hacer es apoyarlo a tu hijo cuando tenga problemas. Debes estar ahí para escucharlo y enseñarle que aunque una dificultad parezca eterna, no lo es.
No ocultes los problemas que tienes, por temor a poner a sufrir a tus hijos. Se franco con ellos y diles que aunque estés angustiado sabes que no será por mucho tiempo. Mantén el buen ánimo y sigue dando lo mejor de ti a tu familia.
Solo me resta por decir que en tus manos está que tus hijo sean seres humanos de bien, talentosos y exitosos. Recuerda que tus hijos son el reflejo de la persona que eres y son el legado que dejas al mundo.
Erika Patricia Otero
Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.
