¿El amor acaba? No te des por vencida, tráelo de vuelta a tu vida
Muchos creen que el malo es el amor que nos deja, pero la verdad es que no es así, el amor muere porque lo matamos.
Yordy Giraldo
El amor todo lo puede, es capaz de trascender el tiempo y los más grandes obstáculos y, sin embargo, es tan frágil que a veces basta una palabra o un mal gesto para que todo acabe. Muchos creen que el malo es el amor que nos deja, pero la verdad es que no es así, el amor muere porque lo matamos.
El desinterés, la mentira, la violencia, el egoísmo, la traición son sólo algunas de las enfermedades letales que le transmitimos. Y no obstante, siempre está dispuesto a poner de sí para recuperarse, a veces incluso a pesar de que insistimos en enfermarlo. Porque el amor es así, tiene voluntad de hierro.
En lugar de apostarle a su fragilidad y permitir que muera, pon a prueba su valentía y la tuya, y enfócate en el hacer para que lo recuperes. No hay garantías, pero ciertamente puede valer la pena, porque si al final lo logras tendrás un amor inoculado, o lo que es lo mismo, resistente a las amenazas externas.
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Identifica la enfermedad
Si el problema es la confianza, deja de lado los secretos; si es violencia, procuren ayuda; si se trata de desinterés, búsquense de verdad el uno al otro. Pero deben de ser honestos sobre lo que realmente ha enfermado su relación, mentirse únicamente creará nuevos males.
Mantén una actitud positiva
Es imposible pensar en sacar adelante una relación si todo el tiempo te concentras en que vas a fracasar. Disfruta el ahora, y si no hay mañana, haz que valga la pena el hoy. Si tratas a tu amor como si estuviera discapacitado, terminarás volviéndolo incapaz.
Sigue con tu vida
No lo digo en el sentido de pasar de largo en la relación, sino que muchas veces el deseo de recuperar a la persona hace que renunciemos a nuestra propia individualidad, creyendo que eso es lo mejor, pero, por el contrario, es lo peor que podemos hacer.
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Supera el pasado
Si a cada paso estás pensando en lo malo que pasó, entonces de una vez deja que muera, porque definitivamente eso no es vida. Saca lo bueno y desecha lo que no aporta nada positivo a la nueva etapa que están creando. Si van a errar, que sean nuevos errores.
Aprendan de lo vivido
El pasado puede ser la receta de un futuro prometedor, pero sólo si lo utilizan sabiamente para saber qué mantener y qué no traer al presente. A veces es fácil recaer, pero nada más será así si te permites olvidar qué te puso en esa posición. Dicen que quien olvida su pasado está condenado a vivirlo de nuevo.
Hay relaciones que no superan las heridas, pero aun en esos casos podemos permitir que sanen y continuar con una vida saludable. Otras las cargan como trofeos de luchas ganadas, y cada una es un recordatorio sobre por qué el camino recorrido. De cualquier manera, vale la pena intentarlo, porque a veces todo lo que necesitas para revivir es respiración de boca a boca.