El amor necesita titulares, no suplentes
Un titular es el que juega, el que participa, el que se pone la camiseta. ¿Eres un titular o un suplente en tu matrimonio?
Miriam
Muchas de nosotras no somos aficionadas al deporte, pero la mayoría de los hombres sí lo son, es por ello que hablarles con términos que ellos se sientan identificados puede ser de nuestro beneficio. La expresión “ser titular” es una de ellas, opuesta a la de “ser suplente” o de estar “en la banca”, ya que tienen un gran significado para todos los deportistas. Es por esta razón, que creo que estos términos bien se pueden aplicar a las cosas del amor, porque en el amor se necesitan titulares, no suplentes. Te explico por qué:
Un titular es el que juega, el que participa, el que se pone la camiseta. Es también un seleccionado por sus dones, talentos y seguramente por el esfuerzo y empeño que presta en la cancha; porque sabe jugar su posición y hacerlo en equipo. En una relación, se necesitan titulares que estén dispuestos a hacerlo todo por su pareja, y no sólo me dirijo a los hombres, ya que esto es un equipo y se requiere el máximo esfuerzo de ambos jugadores para superar los problemas, desafíos y adversidades.
{Foto 1}
Jugar en el mismo equipo
Aquí hay un secreto: hombre y mujer como pareja, no juegan en equipos contrarios. No es cosa de ver quién tiene la razón o quién gana con un argumento. Hombre y mujer juegan para el mismo equipo; se defienden, se animan, se protegen y se aman con toda intención para ganarle al equipo contrario de la infidelidad, el egoísmo, la opresión y el desinterés o desamor.
Por otro lado, un suplente es aquel que en lugar de ponerse la camiseta, anda buscando otros equipos con quien jugar. En vez de dejarlo todo en la cancha, se reserva para “otro partidito” después de este. Un suplente es quien, pensando solo en sí mismo, es capaz de dejar que su compañera de equipo sufra y pelee sola esta gran batalla.
¿Eres titular, o suplente?
Te pongo dos ejemplos burdos, que quizá se apegan de más a roles de género muy fijos, pero pienso que pueden servir de ejemplo y ayudarnos a entender la idea:
Hombre: Si después del trabajo llegas a tu casa y no está ordenada como esperabas y la cena no está lista, ¿empiezas a criticar, protestar, y demandar que te atiendan como mereces, o tratas de entender las razones y te pones a ayudar a terminar las labores de la casa para poder ir a descansar tranquilos? Si nos basamos en este supuesto, ¿eres titular o suplente?
Mujer: Mientras tu esposo está trabajando y los hijos en la escuela, ¿descuidas tu hogar o te olvidas de cocinar? ¿te pones a mirar las novelas, a platicar con tus vecinas y pintarte las uñas, mientras llegas a la conclusión de que mereces ser tratada como la reina que eres, que te sirvan todos y que no tienes necesidad de hacer nada por nadie? Con base en esta pregunta, ¿eres titular o suplente?
Sé un titular y no un suplente. Juégatelas por tu pareja. Por esta ocasión, pon todos los huevos en una sola canasta. Ama sin reservas, y si a tu compañero de equipo le faltan fuerzas, pon más de tu parte. A fin de cuentas estás jugando el partido de tu vida. Disfrútalo en plenitud y da todo de ti mismo; verás que el ánimo en la pareja mejora y pronto serán invencibles.