El autocuidado de las madres: 9 pasos para aprender a quererse más
Mucho de lo que la mujer vive, tiene que ver con un andar de la civilización que hoy normaliza su explotación. Por ello es fundamental su autocuidado.
Danitza Covarrubias
En esta época histórica es importante visibilizar la realidad de muchas mujeres que sostienen a sus hogares, a personas vulnerables, como a los niños y a los adultos mayores.
Mucho de los avances en la equidad de género trajo derechos a las mujeres que han ayudado a tener una vida digna. Es también real que en muchas trajo mayor carga y responsabilidades, donde el derecho a trabajar le triplicó sus labores: la casa, los hijos, su mundo laboral.
Mucho de lo que la mujer vive como violento es invisible. Tiene que ver con un andar de la civilización que hoy en día está normalizado, pero que no significa que sea una realidad dignificante. Dentro de toda la sobreexigencia a lo que las mujeres deben cumplir como estándares sociales, hay una explotación. Misma que genera enfermedades, tanto físicas como emocionales, difíciles de atender dentro de este contexto.
Para poder sobrevivir, y mitigar un poco esta realidad, que incluye fuertes sacudidas en las relaciones interpersonales, es importante que la mujer tenga presente lo que vive, nombrándolo de manera clara y real. Además de esto, es fundamental poder clarificar ciertos elementos de autocuidado.
1. Creencias de lo que es ser mamá
La definición de mamá, y los deberes que esta debe cumplir, muchas veces tiene ideas poco viables. Pocos medios hablan de manera realista de ello. En realidad, si miramos los medios de comunicación (televisión, revistas, redes sociales), es mucha la exigencia a una mamá.
Estar todo el tiempo de una buena figura, arreglada, de buen humor, amorosa, y todo el hogar a la perfección. Esto no podría estar más fuera del alcance. En general, tener un hijo deja marcas en el cuerpo, además de posible sobrepeso. Es agotamiento y sobre responsabilidad. Bajar los estándares de perfección es fundamental, y revisar las propias creencias puede modificar la sensación de peso que acarrea este rol.
2. Soltar al hijo
Ser mamá muchas veces trae consigo el deseo de que nuestros hijos siempre estén bien y sean felices. La realidad es que esto no es posible. Los hijos se caen, tienen experiencias difíciles, no les gusta hacer ciertas cosas que deben hacer -como la tarea, por ejemplo- y no pueden estar todo el tiempo contentos, ni ser perfectos. Para poder continuar con el duro ejercicio de maternar a los hijos es importante dos cosas:
a. Darles responsabilidades
Si hay algo seguro en la vida son responsabilidades que cumplir y consecuencias que asumir. Poder preparar a los hijos para esta realidad por una parte los formará. Pero, además de esto, darles responsabilidades puede descargarte de muchas actividades que posiblemente creas que son tuyas, como ordenar su recámara.
b. Respetar su destino
Los hijos tienen su propia historia de vida. Influimos grandemente, sin embargo, hay una gran parte de la vida de los hijos que no podemos controlar. Nos toca solo respetarlos, mirarlos con su dignidad y grandeza para poder con su propia historia, y acompañarlos amorosamente. Esto te permitirá soltar una gran parte de la carga de ser madre, al pretender que tengan una vida perfecta.
3. Diferenciación entre los diferentes roles
Los seres humanos tienen diferentes roles. Nacemos y ya somos a veces hijo, hermano, nieto, primo, sobrino… luego nos convertimos en amigo, pareja padre, profesional, y un infinito etcétera lleno de posibilidades.
Es por esta razón que es fundamental detectar cuáles son todos los roles que jugamos, y delimitar esas funciones. Poder priorizar, poner horarios, y definir concretamente las actividades a realizar por día, facilitará el día a día.
Ama de casa: distribuir las tareas y tener claros los objetivos por día. Cuáles se hacen diariamente, cuáles a la semana, cuáles al mes.
Pareja: tener espacios de pareja, actividades concretas, donde también puedas gozar esta parte de tu vida.
Mamá: solemos confundir el servir a los hijos, acudir a las juntas de la escuela, etc., con realmente estar con ellos. Poder tener actividades compartidas en tiempo de calidad podrá hacer sentir a tus hijos tu amor de madre.
Profesional: muchas mujeres que trabajan, al finalizar su horario laboral continúan sus pendientes en casa. Poder dejar el trabajo delimitado en espacios, o en horarios específicos, te ayudará a no perderte y sobre cargarte.
Mujer: mirar a la mujer es recuperarte tú como persona. Tus gustos, tus deseos, sueños, incluso tus necesidades hasta de descanso. Recuperar la mujer que eres es importante para poder tener más claro el autocuidado que necesitas.
4. Salud integral
Poder darse espacio para respirar, cuidar las emociones, horas de sueño, alimentación, ejercicio, y atender tus necesidades personales, abonará a tu bienestar, y a que puedas seguir haciéndote cargo de todo.
5. El orden
El orden en tu casa, en tus horarios, en tu vida, te facilitará sacar la cotidianidad, que a veces es tan árida. Las obligaciones son muchas, y el orden facilita poder agilizar muchas de las cosas. El orden de dónde están las cosas, dónde guardarlas, etc. incluso, tener lo indispensable, simplificará tus actividades.
6. Delimitar la propia capacidad
Hay algunos temas específicos que se salen de nuestras posibilidades y capacidades. Por ejemplo, puede ser en capacidad económica, o en habilidades como profesionales, o incluso en el hogar. Poder detectar en qué no eres capaz te ayudará a poder delegar esas tareas, renunciar a ellas, o si te es posible, capacitarte para hacerlo y poder facilitarte el cumplimiento de esto.
7. Delegar
Algunas veces tienes toda la capacidad de hacer algo, pero también es una tarea que puede hacer alguien más. A veces algún hijo, tu pareja, o a veces alguna persona contratada para hacerlo. Algunos días están saturados y puedes aprender a delegar ciertas responsabilidades, o facilitarte en ese día específico las labores.
Por ejemplo, si saliste tarde del trabajo, vienes cansada, puedes decidir ese día comprar comida hecha casera, no porque no puedas, pero para facilitarte el día si fue muy pesado en tu trabajo, y poder estar de mejor humor para tu familia.
8. Pedir ayuda
A veces no se trata de un día especialmente saturado. A veces solo es que emocionalmente estás agotada. Tal vez hasta te encuentres con dificultades de salud. Tal vez solo desees ir a un café con una amiga. Para eso, es importante poder pedir ayuda. No porque no puedas hacerlo, si no porque todos necesitamos de vez en cuando que nos ayuden un poco con nuestras responsabilidades. Pedir lo que necesites, a quien pueda darte, y recibirlo.
9. Conectarte con tu espiritualidad
La vida espiritual, es innegable que puede ayudar a confiar en el flujo de la vida, y en que se puede salir adelante. Descansar en ese ser superior, es muchas veces la fuerza que se necesita para poder continuar con la titánica labor de ser mujeres, madres, profesionistas en este mundo. Encuentra tus maneras de conectarte con ese ser superior.
Y tú, ¿qué otras maneras tienes de autocuidarte? ¿qué otros tips nos compartes?