El autocuidado en el proceso de divorcio
El proceso de divorcio es siempre doloroso, más aún para los hijos, y esto a veces hace perder de vista el bienestar personal. No dejes que eso suceda.
Danitza Covarrubias
En un divorcio, uno de los aspectos más dolorosos es el efecto que tiene en los hijos. Esto, a veces hace perder de vista el bienestar personal, mismo del que dependen los hijos.
Aquí encontrarás algunos puntos importantes para cuidar el bienestar de todos durante un divorcio.
Dolor de padres
Uno de los grandes dolores y que mayormente se evitan ante un proceso de divorcio, tiene que ver con el dolor que podemos ver en los ojitos de los hijos cuando perciben lo que está sucediendo, o cuando se les informa la noticia. También, cuando extrañan al que se ausenta, ya sea papá o mamá. Esto, muchísimas de las veces, nos hace centrarnos en su bienestar.
Buscamos tener ingreso económico suficiente para poder comprarles lo que desean, consentirlos, poder salir juntos y tener actividades que a ellos los tengan contentos. En esta sobrepreocupación, a veces caemos en dos errores importantes.
Por una parte, sobrecompensamos a los hijos por la pérdida de la familia nuclear como originalmente la conocían. Por otra parte, se saca del mapa el bienestar de los padres de familia. Sin embargo, el bienestar de esos padres es el pilar que sostendrá el bienestar de los hijos.
Vive tu duelo
Sí, los hijos perdieron. Rutinas, maneras de relacionarse, se modificó una estructura. Será difícil adaptarse. Mas creo que se te puede olvidar algo: no perdieron ni a su padre ni a su madre. Tú sí perdiste a tu pareja, proyectos, sueños, planes, a tu familia política, incluso tal vez, amigos.
Es importante puedas nombrar todo aquello que pierdes, y darte el espacio para vivir tu duelo. Llorarlo, entristecerte, y hacerle saber a tus hijos que está bien sentir tristeza, que se vale. Esto también les permite vivir la suya, y poder tener la certeza de que es normal, natural. Te aseguro, -y también asegurarles a tus pequeños- que ese período de tristeza, de dolor, es temporal. Es, como dice Jorge Bucay, que a través de las lágrimas podemos caminar hacia el crecimiento.
Apóyate en alguien para poder contener a tus hijos
Hago hincapié en este factor. Para poder sostener en un momento tan difícil, es importante que tú estés de pie. Obviamente, atravesar una separación o divorcio no lo facilita. Elije en quién apoyarte, alguien que te sostenga, que te escuche, que te comprenda, te acompañe, te confronte incluso. Alguien que te abrace cuando necesites derrumbarte, para poder levantarte y seguir sosteniendo a tus hijos. Alguien, incluso, que temporalmente te ayude a sostenerlos mientras te recuperas.
La responsabilidad en el cuidado de los hijos
Muchos padres y muchas madres tienen dificultades de poder desprenderse de sus hijos. Piensan que no están en mejor cuidado que en el de ellos mismos. Incluso, pueden emprender una guerra hacia los que comparten el cuidado de los críos, tratando de imponer sus formas y sus propias reglas.
Cuando una persona cuida de los niños, especialmente si es su padre o su madre, es importante considerar que hará las cosas lo mejor posible, desde su propia historia, sus propios recursos, sus propias bondades. Definitivamente no lo hará igual que tú. Pero que lo haga diferente, no significa que sea mejor o peor. Las personas que conviven con los niños son como el bufete que proporciona diferentes nutrientes para su sano desarrollo.
Déjales tomar lo mejor de cada uno
Permite a tus hijos tomar lo mejor de su padre, y lo mejor de su madre. Lo mejor de cada familia extensa. Ambos padres son responsables del bienestar y desarrollo de los hijos. Es fundamental que cada uno asuma su parte, y que permita al otro hacer la suya.
Este suele ser un gran tema de dificultad. Especialmente, porque las diferencias durante la relación surgirán también en la convivencia con los hijos, en los acuerdos que se hagan para ello, e incluso, en las formas que acentúen los días que pasen con su padre o madre que corresponda. Pretender que puedan tener una relación como padres de equipo, cordial, y armónica es un poco utópico. Si no lo lograron casados, en pareja, suele ser mucho más difícil que lo logren en términos separados.
Sea que logren ser un equipo para los hijos, o que cada quien en su espacio de convivencia mantenga sus propias reglas y formas, es importante validar y respetar la idiosincrasia propia y del otro; poder mirar en el hijo o hija ese parecido a su padre o madre sin que genere rechazo. He ahí el enorme trabajo personal a emprender para poder generar en los hijos las mejores condiciones posibles para su desarrollo y salud emocional.
La recuperación del espacio personal
Muchos padres se resisten a que el otro progenitor se lleve a sus hijos a sus espacios para su convivencia. Sin embargo, esto es saludable para todos. Incluso para cada uno de los padres. El hecho de que cada uno tenga ciertos días de responsabilidad con los hijos permitirá recuperar a cada uno sus espacios personales.
¿Para qué es importante? Por una parte permitirá que cada uno procese su duelo. Por otra, será un espacio de reconstrucción personal, y de proyección hacia un nuevo futuro, donde todos los planes que se tenían como familia, como pareja, ya no existen. Es el espacio donde podrán recuperar actividades, amigos, tal vez estudios, y que construyan ese otro nuevo presente. No solo en relación con los hijos, la casa, sino con la vida personal de cada uno. Incluso, con la posibilidad de en un futuro tener nueva pareja.
La claridad en los términos de relación
Es importante poder definir la nueva manera de vivir. Por ejemplo, cuáles serán los días de convivencia de cada uno, nuevas rutinas para los hijos; cuál será la pensión alimenticia, clarificar cómo se relacionarán como padres, sin ser pareja; lo que esperan ante la aparición de nuevas parejas, etc. Tener los elementos mínimos básicos ayudará a todos en el cambio de vida. Si no pueden llegar a acuerdos, pueden solicitar el apoyo de algún mediador experto.
Con quién compartes tu información
Algunas veces, ante situaciones tan dolorosas, y más cuando están envueltos en elementos difíciles como infidelidades, suele recurrirse a los amigos y a la familia para desahogarse. Evidentemente, necesitas desahogarte, necesitas también ser acompañada, incluso asesorada. Acompañarte de un experto sería lo mejor. A veces, no se tiene esa posibilidad. De ser así, elige con quién hacerlo. Abrir demasiada información hacia muchas personas, como amigos y familiares, puede exponerte demasiado, y dificultará después a los hijos su recuperación.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Tus amigos y tus familiares seguramente seguirán en relación con tus hijos. Si ellos rechazan a tu expareja, también pueden hablar a tus hijos mal de él o ella. Incluso, pueden comenzar a rechazar a tus hijos si se parecen demasiado. Los hijos entonces tendrán dificultades para poder integrar a ambos padres en su vida, y en su corazón. Esto puede tener consecuencias terribles en su desarrollo de personalidad.
Es por este motivo que es fundamental que tú puedas sanar tu experiencia de matrimonio y de separación o divorcio, y que cuides con quién compartes tu proceso. Vas por buen camino. ¡Adelante!