El cáncer de mama. Cosas que tú debes saber
No existe una forma segura de prevenir el cáncer de mamas, pero puedes prepararte y reconocer señales de alerta.
Marta Martínez Aguirre
En mi familia, la palabra cáncer (de intestino, de estómago, de hígado, de útero, de esófago, de cualquier víscera que estuviera viva) era tan común como los tallarines con estofado de los domingos. Incluso aprendí a pronunciarla cuando empezó a invadir mi sangre, allá cuando el Che Guevara cerraba sus ojos y los judíos y los árabes estaban en guerra.
Por suerte, el cáncer de mamas no ha golpeado nunca la puerta de nuestra familia, quizás porque se nos enseñó a prevenirlo y a reconocer la mano de Dios en los progresos médicos.
Lo que he aprendido sobre el cáncer de mamas
El cáncer de mamas puede crecer, invadiendo tejidos no sólo de las mamas, sino otros cercanos y propagarse haciendo metástasis en áreas que ni te imaginas. Las células cancerígenas circulan por el torrente sanguíneo y el sistema linfático, extendiéndose desde el tumor primario hacia otros órganos, con la misma velocidad del asombro y del miedo.
Así, un cáncer de mamas puede ramificarse a los pulmones. Cada día, cinco uruguayas comienzan a hacerse preguntas como estas: ¿Por qué no me hice controles?, ¿por qué no me hice el auto análisis más seguido?, ¿y mis hijos?, ¿y mi vida? Dos mueren por día, a consecuencia de no haberse cuidado nunca.
Déjame que te cuente sobre algunas cosas importantes que aprendí en mi familia, sobre este tipo de cáncer:
1. Autoconocimiento de las mamas
Cuando eres consciente del aspecto normal de tus mamas y te familiarizas con sus características normales, es más probable que puedas notar cambios si estos ocurren y consultar al médico. Fíjate si existen venas dilatadas, bultos, irregularidades en los contornos, cambios en la coloración de la piel o los pezones, secreciones o descamaciones, hundimientos en la piel. Si no sabes cómo hacerlo, sigue este enlace y mira el vídeo.
2. Sobrepeso u obesidad
¿Sabes? El aumento de peso excesivo, incrementa el riesgo de padecer cáncer de mamas, sobre todo en la menopausia.
3. Sedentarismo
Las mujeres con escasa actividad física, acrecientan su riesgo de desarrollar cáncer de mama. Tan sólo se necesitan unos 30 minutos de ejercicio, cinco días a la semana, para evitarlo.
4. Uso de anticonceptivos orales
Es importante que converses con tu médico tratante sobre otros métodos de anticoncepción, o sobre aquellos que tengan menor carga hormonal.
5. No haber amamantado
Cientos de estudios han evaluado positivamente los efectos de amamantar en la disminución del riesgo de desarrollar cáncer de mama. Especialmente si la lactancia se prolonga durante el primer año y medio de vida de tu hijo.
6. Bebidas alcohólicas y humo de tabaco
Existe una clara asociación entre el consumo de alcohol, el cigarrillo y el aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama. Este riesgo aumenta con la cantidad de alcohol que se consume y con los cigarrillos que se fuman a diario.
7. Mamografía anual
La mamografía es un examen de Rayos X de gran sensibilidad. De hecho, es el mejor método para encontrar tumores cuando aún son tan pequeños que no pueden ser palpados. Al concurrir a realizarse la mamografía, es importante llevar los estudios anteriores que permiten comparar tu historial con la situación actual.
8. Ecografía mamaria
La ecografía es un estudio que utiliza ondas sonoras. Se emplea como complemento de la mamografía y es muy útil en mujeres con tejido mamario muy denso. Pero recuerda que no es un sustituto de la mamografía para la detección del cáncer de mama.
Si has descubierto que tienes cáncer, tu mente estará llena de preguntas. Muchas de esas interrogantes me las he hecho yo y, ¿sabes? también otros se han preguntado lo mismo: cuando el pueblo construyó el becerro de oro y Moisés estuvo al borde de la impaciencia; cuando José fue abandonado en el pozo y sus hermanos hacían proyectos con las monedas de la venta; cuando llegó el final del viernes y las manchas de sangre era lo único que quedaba en la cruz, porque a Jesús lo habían puesto en la tumba de Arimatea.
Entonces como hoy, surgió la pregunta: ¿dónde está Dios en estos momentos? En el episodio de la tormenta estaba dormido, ¡y eso a veces suena tan parecido a nuestra realidad! Sin embargo, piensa en esto: no existe una forma segura de prevenir el cáncer de mamas, pero puedes reconocer las luces que Dios te hace en medio de la tormenta. Éstas, son solo algunas de ellas.
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