El cine en casa, cómo disfrutar un momento de descanso en familia y frente al televisor
Mirar una película en familia es una actividad elegida para disfrutar el tiempo libre. ¿Cómo hacer para que en esta reunión compartamos un poco más con nuestros hijos y cónyuge? Aquí van una serie de consejos.
Johana Barbeito
Llega el momento de tener un tiempo libre para disfrutar en familia. ¿Cómo compartir esta oportunidad entre todos? A veces la elección es mirar una película en la tranquilidad del hogar. ¿Cómo hacer de esta actividad una ocasión de participación plena para todos los miembros? Les dejo aquí un par de recomendaciones:
Elección de la película
En este punto inicial es donde entran en juego las diferencias en cuanto a los gustos. Se puede destinar el tiempo para ver dos películas: una para los pequeños (pero que pueda ser apreciada también por los mayores), y otra apta para todas las edades dentro de los diferentes géneros que se ofrecen: comedia, drama, acción, thriller, suspenso, romántica. Si cuentan con Internet en casa pueden ver los trailers de algunas de las sugeridas, y de allí sentarse y elegir. Si no se llega a un consenso, recurrir a un sorteo sería aliviador.
Mirar para compartir y reflexionar
Dentro de la elección del filme sería benéfico tener en cuenta uno que sea disparador de debate y reflexión dentro del núcleo familiar. Existen argumentos cinematográficos que dan cuenta de enseñanzas, valores, resoluciones de conflictos que pueden servirnos de guía, de ejemplo o simplemente para conocer un poco más acerca de aquello que pasa fuera de nuestros hogares, cosas que por ahí consideramos imposibles, pero que en otros contextos pueden suceder. Me atrevo a recomendar, por ejemplo, Un milagro para Lorenzo, 1992, que muestra la lucha de una familia en torno de la enfermedad de su hijo, cómo salir adelante cuando toda parece estar en contramano de nuestras voluntades.
Preparar juntos una rica comida
Es un hábito comer mientras se disfruta de una película. Pues bien, aprovechen esta ocasión para sumarle otra actividad a realizar entre todos: cocinar. Pueden ser unas palomitas de maíz (pochoclo, popcorn), unas pizzas, unos hot dogs. Cualquier preparación que deseen degustar. Lo importante es que todos participen y puedan gozar de la compañía familiar.
¿Quién va a rentar el video?
Si son de los que rentan la película en una tienda, pueden ir todos o fraccionarse en equipos. De acuerdo con la cantidad de integrantes, unos se quedan cocinando, otros salen en la búsqueda. Si el tema de la cocina ya está listo, pueden dar un paseo todos juntos hacia la tienda de videos. Dentro del auto, o en la caminata, más de las veces se generan situaciones divertidas, empiezan los chistes, las anécdotas. En fin, cuando nos empeñamos en que la actividad una a la familia, todo momento puede resultar ameno y adecuado.
Llegó la hora de ver la película elegida. A disfrutarla, en silencio, con comentarios, en compañía, como acostumbremos hacerlo a gusto en nuestro propio hogar. Que al finalizar la trama no quede nada reservado, aquí van otros consejos que se dan muy seguido y que es bueno repetir en todas las oportunidades que se quiera:
1. Dar un puntaje, comentar y dialogar
Mientras levantan los platos o acomodan los almohadones del sillón pueden intercambiar opiniones acerca del filme. Esto, por más repetitivo que parezca, enriquece el acervo familiar, conocer al otro, sus pensamientos, y su perspectiva de determinado asunto. Si bien uno va descubriendo al otro día a día y a través de diferentes actividades, esto no quita que aún queden aspectos por conocer y que ellos puedan descubrirse luego de mirar una película, ya sea en casa o en el cine. No sólo esto, también podemos reforzar el aprendizaje o moraleja de las películas de los más pequeños. Siempre traen una, es cuestión de descubrir el mensaje y regarlo en nuestras semillitas, es decir nuestros hijos. Primero preguntar qué se entendió, para luego saber qué conceptos podemos afianzar, por ejemplo: el valor de la amistad, decir la verdad, la solidaridad, etc.
2. Iniciar un juego recordando detalles del filme
Para hacerlo un poco más divertido podemos recordar escenas que nos parezcan graciosas (si era una comedia, es fácil, a lo mejor para un drama la tarea va a estar un poco más complicada). Poner nuestra creatividad en la mesa e iniciar otra actividad entre todos. Se puede recurrir al famoso juego “Dígalo con mímica” o “Dígalo dibujando” (esto depende del ánimo familiar, si no se animan a actuar pueden dibujar y viceversa). El juego consiste en armar dos equipos, escribir en papelitos nombres de películas, un equipo elige uno y comienza a tramar cómo resuelven dramatizar (ya sea dibujando o actuando) para que el resto que espera pueda adivinar. Es fácil, es divertido, es para la familia. ¡A seguir disfrutando!
3. Armado de ficha con títulos de próximos filmes para ver
Este último consejo se puede hacer junto con la primera sugerencia. La idea es anotar en una ficha los nombres de las películas que quedaron por ver, y de las que vayan surgiendo cualquier día u ocasión. De esta manera, la próxima vez la elección será mucho más fácil, habrá un banco de datos cinematográficos familiares adonde recurrir. Asimismo, basándose en el video visto, pueden embarcarse en la búsqueda de filmes del mismo género, del mismo director o con actores similares. Así de a poco van conociendo en familia el mundo cinematográfico que tanto tiene para ofrecernos.