El corazón no sufre de Alzheimer; hazle una caricia a quien lo padece, su piel aún te recuerda

Contrariamente al estigma que una persona con Alzheimer se desconecta de la vida real, para meterse en su mundo, una nueva técnica comprueba que aún siguen conectados con sus recuerdos del corazón.

Viviana Domínguez

La pérdida de identidad en las personas con Alzheimer

Un artículo publicado por La mente es maravillosa, encara de una manera diferente y notable la situación de las personas que sufren de Alzheimer, hecho que me llevó a investigar un poco más y comaprtir a través de este artículo esta nueva e innovadora forma de encarar esta enfermedad que no sólo la sufre la persona misma sino la familia que la rodea.

La idea de que la persona con Alzheimer ya no es la de antes conlleva a la persona a sentir una “pérdida de identidad”, los familiares a ver que no se conecta con el presente, con situaciones reales, y que parece totalmente perdida. Así, todos comienzan a sufrir y ver a la persona como alguien que no es, creando una imagen diferente y nueva de este ser.

Por supuesto que la persona ya no puede hacer o ser lo que fue, pues a nivel neurológico las células nerviosas se empiezan a atrofiar, provocando que la persona pierda parte de su memoria inmediata, y provoca un deterioro conductual importante.

No obstante hay una parte de su memoria que no se olvida, ni se pierde nunca, y que nos hace más persona que la pérdida de la memoria, y son la emociones creadas por los recuerdos que uno atesora en el corazón, y es desde aquí que se propone recuperar la identidad de la persona enferma.

Terapia de la validación

La terapia de la validación fue desarrollada por Naomi Feil durante los años 1963 y 2980, a raíz de su disconformidad con los tratamientos que reciben las personas adultas que sufrían enfermedades demenciales, en un artículo escrito por la psicóloga, Lucía Pardo, especialista en tercera edad y envejecimiento, explica claramente en qué consiste esta técnica de validación, por lo que aclara primero que, por años se ha considerado, aún por los especialistas, negar cualquier tipo de terapia con la idea de que ” la persona es mayor, no hay nada que hacer”, contrario a esa opinión Lucía Pardo piensa que siempre se puede hacer algo, por eso decidió seguir la técnica de la validación.

Advertisement

La técnica de la validación es una técnica basada en lograr nuevas formas de comunicación con las personas en la que la memoria comienza a fallarles, poniéndose en el lugar de ellos, lo que llaman “actitud de empatía” o sea ubicándose en el lugar de la otra persona.

Principios básicos de la técnica de validación

  • Evitar tratar de cambiar a la persona

Como las personas con deterioro cognitivo, comienzan a actuar de una forma extraña para los familiares, las cuales son difíciles de aceptar, es importante aceptar a la persona tal como se muestra en estas circunstancias, ya que la forma de actuar anterior a la enfermedad no volverá jamás. Estas nuevas formas inauditas de actuar son nuevas maneras de exteriorizar sus frustraciones, enojo o desacuerdos.

  • Considerar a las personas mayores como seres útiles

Esto no sólo se aplica a las personas que padecen de Alzheimer, ya que hay una tendencia a etiquetar a las personas mayores dentro de la categoría de “incapaz” o inutilidad.

Continuar tratando a los mayores con el respeto de ser humano que todos necesitamos y por el legado que han dejado en su familia, recuerda que estos pacientes no recuerdan cosas, pero aun sienten.

  • Reducir la ansiedad del paciente a través de la empatía

Se sabe que es una situación difícil, ya que ambas partes sufren, tanto el enfermo cómo la familia, pero si se puede poner el el lugar de la persona, el juicio y enojo desaparece, para comenzar a escuchar desde el corazón.

Advertisement
  • Identificar y reconocer los sentimientos de la persona para una validación del ser

Al hablar de comunicarse desde el corazón, quien no olvida, es importante llegar a la persona desde ese lugar, reviviendo experiencias que marcaron su vida, cómo volver a escuchar esa canción que adoró, permitiendo el contacto con los más pequeños de la familia, cocinando su comida o postre favorito, la idea es reconectar desde el corazón, recordarle quién fue y quien sigue siendo para cada uno de los integrantes de su familia.

Conclusión

Cuando regresé a mi país de origen después de casi 13 años de estar lejos, solo deseaba llegar a saludar a mi tío, el hermano menor de mi madre, él ya estaba en una grado avanzado de Alzheimer, sabía que no me reconocería. Cuando llegó el momento de vernos, su esposa le decía quién era yo, por supuesto que no se acordaba, pero cuando mi tía le dijo “es la hija de tu hermana Quetune”, sus ojos se llenaron de lágrimas y me abrazó.

Toma un momento para compartir ...

Viviana Domínguez

Psicopedagoga, escritora y orientadora familiar. Oriunda de Argentina, actualmente reside en Utah. Es amante de la buena literatura, la música, el arte y de pasar tiempo en familia.