El día que te quieras abandona los malos hábitos
La vida es un viaje, y es probable que lleves compañeros innecesarios que no faciliten tu andar; abandona los malos hábitos y abre tu mente y tu corazón a nuevas formas de vivir.
Diana Cantor Martinez
Las personas no experimentan nuevas formas de vivir quizás porque se encuentran cómodas con su realidad, o porque no conocen los beneficios de una vida saludable y gratificante. Pese a ello, en la mayoría de los casos son conscientes de que conviven con un mal hábito: fumar, trabajar en exceso, mentir, consumir café de manera desmedida, llegar tarde a todas las citas, dejar el trabajo inconcluso, el sedentarismo; en fin, los comportamientos son innumerables.
El punto es que, de alguna manera, ese comportamiento obstaculiza la evolución y el crecimiento de la persona, en su salud, en sus relaciones interpersonales y afectivas, e incluso en su desarrollo profesional. ¿Cómo abandonar esos hábitos molestos? De entrada, asumiendo una nueva postura que puede resultar en grandes beneficios para tu vida:
Se trata de una decisión personal
Aun cuando acudas a muchos terapeutas, o compres infinidad de libros de autoayuda para dejar ese mal hábito, será inútil si no estás convencido a plenitud de querer progresar en ese aspecto al que te aferras, y que sabes que te perjudica. Dejar ese hábito molesto es una decisión personal, y nadie más que tú mismo podrá ayudarte.
Analiza tu situación con sinceridad
Sigue esta pequeña guía de evaluación:
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¿Eres consciente de que este hábito perjudica algún aspecto de tu vida? Si tu respuesta es sí, vas por buen camino, porque has dado un paso adelante en la lucha contra ese mal hábito.
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¿Qué te hace mantenerte en ese comportamiento? Por ejemplo, si te resulta imposible dormir sin tomar pastillas para este fin, es probable que lo que te mantiene en ese comportamiento es el temor a no poder conciliar el sueño sin ellas. Por otra parte puedes experimentar un temor adicional, creer que de otra forma no podrás dormir. Este aspecto es bien interesante, porque, si te das cuenta, por temor te estás cerrando a otras posibilidades.
Mi sugerencia es que intentes nuevas formas de hacer las cosas; en el caso particular que acabo de exponer, qué tal te resultaría practicar algún deporte que te permita derrochar energía y generar una necesidad adicional de descanso en tu cuerpo; o antes de dormir, evita el consumo de bebidas estimulantes, como el café, y lee o toma una infusión de leche con miel, etcétera. Tan solo inténtalo.
- ¿Evalúa los pros y los contras de tu mal hábito? Encontrarás información importante de por qué te mantienes en ese comportamiento al tiempo que te ayuda a vislumbrar la solución. En mi práctica como psicóloga encuentro que al hacer este ejercicio muchas personas se sorprenden, porque encuentran que en realidad ese mal hábito no tiene nada de positivo.
Aprende en este otro artículo cómo lograr el éxito en lo que te propongas.
Algunas formas de empezar el cambio
- Todo nuevo aprendizaje requiere una práctica constante para que sea interiorizado. Es probable que antes de cambiar tu mal hábito necesites practicar “tu capacidad de adaptarte al cambio”. De acuerdo con la doctora María Cecilia Betancur, en su libro El día que te quieras, es muy beneficioso, para lograr un alto grado de autogobierno, introducir cambios en las costumbres, como, por ejemplo, en la ruta para ir de un lugar a otro, en el proceso de arreglarse en las mañanas, en la elección del noticiero o las estaciones de radio preferidas, en el periódico que compras. Pero si además utilizas estos sencillos ejercicios para practicar tu flexibilidad al cambio pronto estarás capacitado para enfrentar el salto que requiere abandonar ese viejo mal hábito. Ahora, si crees que no es posible cambiar, lee este otro artículo.
- Cambia por algo que también te resulte placentero. Al dejar un mal hábito asumes una nueva postura, que da lugar a otro hábito, escoge algo que te resulte atractivo. No siempre será posible, pero en cuanto se pueda, inténtalo; por ejemplo, si quieres dejar el consumo excesivo de café, elige una bebida más saludable por la cual reemplazarlo, de manera que cuando desees tomarlo, te inclines por esa otra bebida que también te gusta.
- No lo postergues más, y ve poco a poco. Siempre habrá una excusa que te impida dar el paso adelante, tan solo empieza de una vez, no lo postergues más y avanza despacio; eso te asegurará mejores resultados.
La vida es un viaje y es probable que lleves compañeros innecesarios que no te faciliten tu andar, deshazte de ellos y abre tu mente y tu corazón a la oportunidad de experimentar nuevas formas de vivir con mayor plenitud y alegría.