El efecto de honrar prioridades familiares
A pesar de que el tener una familia tiene grandes responsabilidades y desafíos, existen grandes beneficios de darle la prioridad que merece. El efecto de honrar las prioridades familiares puede beneficiar a tu familia grandemente.
Cindy Peterson
Toda familia tiene sus prioridades que atender, particularmente con las exigencias que presenta la vida. En toda familia existen decisiones que se deben deliberar de común acuerdo. Tal como dijo recientemente la licenciada Bonnie L. Oscarson: “las decisiones que hacemos en nuestra vida diaria, tendrán consecuencias a largo plazo”. Esto se demuestra en la realidad que cada familia enfrenta al hallar que la vida no sólo tiene responsabilidades familiares, sino que también se agregan los deberes del trabajo, las organizaciones a las que los miembros estén afiliados, servicio religioso (para los que sean miembros de alguna religión), los clubes de deportes en los que estén participando y una intensa variedad de otros compromisos sociales adquiridos a través de los años. Sin embargo, entre todos estos deberes, el que más importancia tiene es aquel que se circunscribe a las prioridades familiares. Si hemos de tener éxito en todos los otros aspectos de la vida, como padres necesitamos volver a centrar nuestros corazones en la prioridad de la familia. Pero quizás la pregunta que surge es: ¿qué beneficios obtenemos al poner la familia en primer lugar? Para contestar esto, describo tres efectos positivos que resultan de honrar las prioridades familiares:
Apoyo familiar
una vez que cumplimos las prioridades familiares básicas, tales como leer juntos, orar juntos, hacer una actividad en familia, asistir a eventos importantes para los hijos y el cónyuge, entonces viene como consecuencia el recibir el apoyo de la familia para poder hacer lo que necesitamos. Cuando demostramos a nuestros hijos y cónyuge cuánta prioridad tienen en nuestras vidas, obtenemos su aprobación para cumplir con nuestras responsabilidades en los demás aspectos de la misma.
Tiempo eficaz en familia
el priorizar las actividades que vamos a hacer en familia ayuda a apartar un tiempo para las demás responsabilidades que tenemos. Por ejemplo, cuando uno de mis hijos me pide que le acompañe para practicar un deporte, no posponemos esa oportunidad. La mayoría de las veces sólo me ha tomado media hora y luego puedo continuar con mi actividad laboral o de estudio. Muchas veces las prioridades familiares requieren menos tiempo del que pensamos que tendremos que disponer. Sólo tenemos que hacerlo.
La satisfacción al evitar la decepción
cuando colocamos las prioridades familiares en primer lugar, hacemos que nuestra familia esté feliz. Por ejemplo, un padre que pospone tener un auto lujoso para hacer los pagos de la hipoteca de la casa, o una madre que termina su trabajo a tiempo para llegar a la práctica de fútbol de su hijo evitan la decepción en sus hijos y logran la satisfacción que verdaderamente vale la pena: un hijo satisfecho porque sabe que es importante para sus padres.
Hay muchos efectos positivos al colocar las prioridades familiares en primer lugar, porque a pesar de que muchas veces la búsqueda de un título universitario nos lleve mayor tiempo para completarse, no hay ninguna otra posesión educativa, económica o intelectual que nos pueda brindar mayor satisfacción que nuestra familia, y a ella debemos nuestra atención cuidadosa, para que al fortalecer el hogar y la familia podamos ser buenos mayordomos en nuestros trabajos, excelentes colegas, sabios administradores y mejores ciudadanos del lugar donde vivimos.