El mejor regalo que pueden recibir los hijos es el que menos te imaginas
Este es el regalo que más disfrutarán tus hijos de por toda la vida. No te arrepentirás.
Adriana Acosta Bujan
Cuando era niña me encantaba ver la televisión solo para conocer los nuevos juguetes, hacía una lista para recibirlos en navidad o mi cumpleaños. Era tanta mi emoción, que incluso soñaba con tenerlos para jugar. Por fortuna, casi todo lo que pedía a mis padres me lo obsequiaban; puedo decir que tuve una infancia muy divertida.
Como es común en los niños, cuando tenía el juguete que tanto deseaba, llegaba un momento que me aburría, así que pedía otro distinto, al grado de ver mi habitación repleta de botes de juguetes. Tener tantas cosas para divertirme me hacía feliz por días; sin embargo, aprendí que las cosas materiales no son tan significativas.
Un aprendizaje de vida
En mi adolescencia tuve una experiencia muy dolorosa con la muerte de mi madre, lo que provocó que mi manera de pensar hacia las cosas materiales cambiara radicalmente. En ese momento, veía el esfuerzo de mi padre para sacarme adelante; así que ya no recibía tantos juguetes o cosas que deseaba con facilidad.
Mi padre tenía una manera de recompensar mi esfuerzo escolar o celebrar cualquier fecha importante, sin la necesidad de obsequiarme cosas, me refiero a viajar. Para él era importante planear viajes para unir a la familia, ya se experimentan momentos significativos, recuerdos y nuevas emociones.
¿Cuál es el mejor regalo para los hijos?
Sin duda, el mejor obsequio que puedes darle a tus hijos son los viajes. Conocer lugares nuevos, personas con distintas costumbres, culturas, ideologías o idiomas, provocará que ellos tengan nuevas experiencias y a la vez reforzar los vínculos familiares.
Lo que aprenden los hijos al viajar
1 Espectáculos sorprendentes de la naturaleza
Los viajes que más disfruté y con lo que aprendí a tener paciencia, son aquellos terrestres, donde mi padre tomaba su camioneta y nos subíamos en ella para ir a lugares cercanos, como playas, pueblos o ciudades.
Durante el viaje en carretera, solíamos cantar, contar chistes, conversar y comer golosinas. Disfrutamos de los hermosos paisajes de la naturaleza, de las montañas, de los animales que pasaban por nuestro camino, incluso era buen pretexto para que mi padre nos enseñara cosas de interés cultural.
Cuando solíamos viajar en avión, también era muy emocionante ver en miniatura un lugar, lo que me hacía sentir grande, poderosa y fuerte.
2 Lugares fantásticos
Una manera sencilla para conocer lugares sorprendentes es por medio de los libros, televisión o computadora con internet. Sin embargo, cuando viajas puedes conocer los lugares con detalle y profundidad, provocando el interés por conocer la historia del lugar que se visita.
Existen lugares maravillosos, unos llenos de naturaleza y otros llenos de cultura. Por ello, cuando se viaja, tus hijos aprenden más fácilmente, puesto que tienen la oportunidad de contar y vivir la historia en su presente.
3 Diversión con medida
Los niños son traviesos, ocurrentes y aventureros por naturaleza; por lo regular les gusta explorar cosas nuevas fomentando su curiosidad e interés. Por ello, cuando viajas con tus hijos, es una excelente oportunidad para enseñarles que la diversión debe ser con precaución; explicándoles las medidas de seguridad que deben conocer para evitar cualquier imprevisto.
Por lo que viajar hará que tus hijos sean más precavidos, menos arriesgados, y tomarán en cuenta que cuidarse es una prioridad. Incluso, sabrán qué hacer cuando se encuentren en peligro.
4 Recuerdos imborrables
Las cosas materiales van y vienen, llega un momento que se descomponen, se rompen y se vuelven inservibles. Sin embargo, cuando regalas un viaje, lo que obsequias son recuerdos que perduran para toda la vida, experiencias significativas que las llevarán en su memoria y corazón.
Cada comida deliciosa que probarán, cada aventura, cada lugar, cada paisaje, las risas, los juegos, todo lo que hagan en su viaje serán momentos únicos e inolvidables.
5 El valor familiar
La familia es la base de la sociedad, es la que brinda la seguridad, amor, apoyo y guía, tenerla es fundamental para el desarrollo de cualquiera. Por ello, viajar con la familia hará que los lazos afectivos y la unión sean más sólidos. Es una excelente oportunidad para conocer más a los hijos, de platicar con ellos, de abrir la confianza, entenderlos y compartir.
6 Reforzando los valores
El respeto, la humildad y honestidad, son los valores que más se practican cuando se viaja. Los niños aprenderán a ser más empáticos con las personas que conozcan; ya que tendrán otro tipo de ideologías. Incluso, tus hijos desarrollarán el deseo por ayudar a los que lo necesitan.
7 Crecerán sus habilidades sociales
Algunos niños son muy extrovertidos, se les facilita conseguir amigos en cualquier lugar donde se encuentren, sin importar que las personas que conozcan tengan un idioma distinto al suyo, o diferentes costumbres. Lo único importante para ellos es conseguir compañía para divertirse y jugar.
Por ello, cuando viajan, se les abre un mundo de nuevas oportunidades para que desarrollen sus habilidades para comunicarse y relacionarse, fomentando en ellos su confianza y seguridad; incluso para los niños que son introvertidos.
8 Adaptación
Es lógico que los niños al viajar se enfrenten a cambios en la rutina que estaban acostumbrados en su vida diaria como: los horarios, la cama y comida serán diferentes, ya no tendrán que hacer tareas o deberes entre otras cosas. Sin embargo, los niños se adaptan fácilmente a estas nuevas condiciones cuando viajan, ya que cada día estarán dispuestos a aprender cosas nuevas, incluso será emocionante y divertido.
Las experiencias compartidas unen más a las personas, por lo que un viaje para la familia siempre será enriquecedor. Recuerda que una nueva aventura, les ayuda a tus hijos a desarrollar su personalidad, formando su carácter. ¡Viaja con ellos y regálales la oportunidad de tener experiencias de por vida!