El “ojo por ojo” en la pareja: los errores como experiencia dolorosa

"Ojo por ojo", decía Mahatma Gandhi, "y todos terminaremos ciegos". En el matrimonio y relaciones de pareja no es distinto. El "ojo por ojo" en la pareja: los errores como experiencia dolorosa.

Rafael Vázquez

En la mitología griega, Zeus era un esposo con una nula idea de la fidelidad conyugal. Era violento, enamoradizo y bastante mentiroso. Por eso, su esposa, de nombre Hera, estaba casi siempre reprochándole todos sus amoríos, y casi vivía permanentemente enojada.

Cuando Zeus quería reconciliarse con su esposa, se ponía romántico y muy atento, y por lo general lograba obtener su favor, aunque luego volvieran a los pleitos y los reproches.

Como Zeus y Hera son personajes de la mitología no hay mucho problema en dejarlos vivir en esa espiral de odio reciclado. Pero en el caso de nosotros, los simples mortales, no podemos darnos el lujo de creer que estar constantemente reprochándonos todo puede no desencadenar algo muy lamentable.

Pilar

Pilar y Luis Carlos son esposos desde hace cuatro años. Hace dos asistieron a una fiesta en la que tuvieron una discusión que se salió de control y él le gritó a ella delante de todos los asistentes. La vida de Luis Carlos ha sido miserable desde entonces, pero no tanto porque se haya arrepentido -lo que hizo de inmediato -, sino porque no pasa una semana sin que Pilar le recuerde a Luis Carlos lo insensible, egoísta y horrible que fue en aquella fiesta de hace dos años.

Luis Carlos

Él, sin embargo, ya aprendió a lidiar con esa situación, porque cada vez que Pilar parece querer iniciar una escena de celos, Luis Carlos le menciona aquella ocasión en que vio un mensaje más coqueto que amable que ella le envió a un amigo, lo cual pasó aproximadamente un año después de la fiesta.

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¡No está bien!

Es alarmante darse cuenta de cuántas personas consideran que esa forma de “equilibrar” las conductas reprochables con otras conductas reprochables es de lo más normal, adecuado y conveniente, cuando en verdad se trata de una dinámica muy dañina que convierte la relación de pareja en una guerra, y nadie gana en una guerra.

Esta dinámica de pareja se convierte en una interminable pugna por imponerse como el que está más justificado en sus errores por los errores de la pareja. “Tus malas acciones van haciendo que mis malas acciones se vean neutralizadas o justificadas o minimizadas”. Este mecanismo en realidad es un recurso que utiliza cualquier miembro de la pareja para evitar lidiar con sus culpas y transferirlas al compañero o a la compañera con la finalidad de manipularlo (la).

¿Qué consecuencias puede tener?

Lo más triste es que esta forma de vivir la relación de pareja destruye el presente y asesina su brillo de esperanza y alegría. Si no se detiene esta dinámica, lo que ocurre es que los mayores esfuerzos de cada uno se concentran y se esfuerzan cada vez más en dar pruebas de que el otro ha cometido más fallas que uno, en lugar de esmerarse en la búsqueda de soluciones.

¿Cómo evitar que los errores pasados arruinen mi relación?

Puede sonar ridículamente sencillo, pero es un verdadero desafío: deben atender y resolver cada problema de manera particular, uno por uno, sin atraer la atención de otro, a menos que esté real y directamente relacionado o causado por uno anterior.

Por ejemplo, si Pilar no puede dejar de enviar mensajes cariñosos a sus amigos, se debe atender ese asunto sin que ningún otro tema lo estorbe. Cuando Luis Carlos le haga saber a Pilar que su actitud lo hace sentir incómodo, ella no debe usar esa misma sesión para recordarle el momento embarazoso de la fiesta de hace años, sino que debe buscar otra sesión para hablar del asunto, confiando en que Luis Carlos escuchará y ya habrán resuelto lo de los mensajes como para nunca volver a mencionarlo, al menos no cuando tiene que escuchar algo desagradable sobre sí mismo.

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Conclusión

Todos los seres humanos sentimos algo muy desagradable cuando somos confrontados por nuestros errores. Es una experiencia dolorosa. Y pensar que podríamos necesitar vivirla muchas veces al año puede ser atemorizante e irritante. Sin embargo, es algo por lo cual debemos pasar. No evites sentarte frente a tu pareja y escuchar de su voz un reclamo sobre tu persona, porque si eres capaz de sobreponerte a esa falla, la habrás hecho más feliz y habrás fortalecido tu carácter, además de que la confianza habrá crecido por si un día tú tienes la necesidad de pedirle a ella que ponga especial atención en algo.

Y serán una pareja en la que ambos se ayudan mutuamente a crecer.

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