El regalo de Dios a los hombres: la paternidad
Cada día más miles de niños son atravesados por la ausencia de la figura paterna.La paternidad es un hermoso regalo que te da la vida, en especial es una bella gracia que te regala Dios.
Marta Martínez Aguirre
El trabajo femenino y la emancipación de la mujer permiten por fortuna que las mujeres sean ahora menos dependientes económicamente; sin embargo, también posibilita recomposiciones familiares que tienen su peso en la gestación de nuevas formas de paternidad con las que nos enfrentamos hoy.
De alguna manera, en estos tiempos hay una gran fragilidad en la función paterna. Cada día más miles de niños son atravesados por la ausencia de la figura del padre. Algunos padres decidieron huir antes de darle el primer beso al niño, otros están presos o ausentes por el consumo de drogas o alcohol; también están los prófugos por anteponer otros intereses y los que simplemente ponen excusas para no estar cerca ni hacerse cargo de sus hijos.
Sin embargo, frente a estos padres ausentes están los otros, los lúcidos y maravillosos hombres que toman en sus brazos a sus hijos, acunan, dan la mamadera (biberón) y cambian pañales, curan rodillas, salen a pescar y a andar en bicicleta y permutan su teléfono celular por una instantánea de besos y abrazos multicolores que les queda registrada en cada célula del alma.
La paternidad es un hermoso regalo que te da la vida, en especial es una bella gracia que Dios te obsequia. La paternidad está devaluada en estos tiempos modernos, ya nadie habla de lo bello que es ser padre, de la responsabilidad de contener y sostener a los hijos y a la esposa; por eso, el abogado Todd Christofferson da una serie de consejos para vivir una paternidad al modo de Dios:
Ama y es recto
El amor y la rectitud deben ser dos presencias inseparables en tu forma de actuar y ser. Un padre que ama, que narra a sus hijos sus dificultades y sueños, sus recuerdos y los momentos más brillantes de su vida, es el padre ideal. El que actúa movido por la rectitud deja más huellas que aquel que la transmite en palabras.
No lo olvides: es tu amor el que hará que tus hijos te sigan y deseen ser como tú; el amor será el mejor adhesivo cuando sobrevengan las tormentas y sabrán que pueden contar contigo aun cuando hayan hecho algo equivocado. Tu rectitud será el faro que los guiará a buen puerto y donde se sentirán seguros.
Es sacrificado
Recuerda que no sólo debes ser un buen proveedor que cubra las necesidades materiales del hogar para tus hijos, sino que, en especial, debes brindar protección, amor y sostén y eso conlleva una enorme responsabilidad.
Ser padre es una noble tarea que requiere grandes sacrificios: quizás tengas que estar lejos de tus hijos por causas laborales, pero no dejes de aprovechar la tecnología para hablar con ellos, para estar al tanto de sus metas, sus estudios y todo lo que necesiten de ti.
Muchas veces una palabra dulce es más eficaz que un juguete nuevo y una llamada telefónica para escuchar tu voz es el mejor remedio para las heridas del alma. Trabaja para darles todo lo que creas necesario, pero trabaja más en tu interior para que te tengan; no los permutes por mercancía que te roba tiempo y no te permite crear vínculos sólidos y profundos.
Inculca el amor a Dios
Tus hijos registran cada día tus actos. Lo que genera vínculos en el inconsciente no es sólo lo que dices, sino en especial lo que haces. Puedes hablar maravillas de Dios, pero ellos necesitan escuchar las que Dios ha hecho en tu vida.
Tus rodillas gastadas en la oración serán más efectivas que el recuerdo de tus músculos cuando se vean enfrentados a una crisis. Tus horas leyendo la Biblia serán el recuerdo invaluable que dejará el cimiento de la fe y la esperanza.
Disciplina con amor
Para luchar contra los impulsos y las emociones mal encauzadas, nada mejor que poner límites y disciplinar con amor. La disciplina que un padre ejerce con amor prepara niños que sobreviven a las turbulencias emocionales y desarrollan capacidad crítica. Los niños que no son disciplinados se ahogan en un mar huracanado de emociones y frustraciones. Como dice el psiquiatra Augusto Cury, “los buenos padres castigan a los hijos cuando fracasan, los padres brillantes los estimulan a hacer de cada lágrima una oportunidad de crecimiento”.
Ama a la madre de sus hijos
No creas que te hace débil demostrarle a tu hijo que eres hombre de una sola mujer; al contrario, tu hijo estará cimentando su vida en la fidelidad y el compromiso duradero. El amor hacia tu esposa debe ser el espejo en el cual tu hijo se vea reflejado todos los días, deja que te vea darle una caricia tierna en tiempos de tristeza, que escuche de tus labios palabras dulces hacia su madre aún en plena crisis; entonces tu hijo crecerá sabiendo que el amor es eterno y que se construye en la convivencia.
La paternidad parece estar fuera de moda, sin embargo Dios sigue apostando por ella, por eso te hizo padre.
En este artículo hay múltiples llamadas de atención: Evita ser un padre ausente
Tu tarea es titánica, pero igualmente trascendente. Descúbrelo aquí: A veces la mejor parte de ser padre es simplemente tener la posibilidad de ser padre