El tiempo puede rendirte mucho más si escuchas el consejo de este profesor
Vivir saturados y frustrados, sintiéndonos perseguidos por el reloj y los compromisos no es vivir. Escucha las palabras de este profesor para que aprendas a organizar tu tiempo.
Marilú Ochoa Méndez
¡Cuántos días esperé a que alguien escribiera un texto como este! Debo confesarte que pasaban frente a mí, mis neurosis, frustraciones y arrepentimientos, mientras me recriminaba mis pocas habilidades de aprovechamiento de este recurso limitado pero abundante que tenemos todos: el tiempo.
En un día en que sufría repasando mi poco avance, encontré el consejo que te compartiré debajo. Fue muy interesante descubrir que aprovechar el tiempo, aunque es cuestión de técnicas que muchas personas promueven, tiene una necesidad básica: conocernos, establecer nuestras prioridades, y poner manos a la obra.
Siempre, la motivación, el sentido de vida y el autoconocimiento son la base para un cambio real en nuestra vida. Pues nuestras habilidades y aptitudes naturales pueden ir inspirándonos las técnicas prácticas para conseguir mejorar al tener un objetivo bien establecido.
Nuestro objetivo hoy en día, al encontrarnos en este texto, es conseguir ganarle la batalla al tiempo, darle valor y conseguir avanzar, potenciar e impulsar nuestros sueños y proyectos.
Se va de todas maneras, haz que cuente
Es cierto que el tiempo pasa veloz cuando estamos concentrados, ocupados o disfrutando. También pasa lentamente cuando estamos desesperados o aburridos, pero igual se va. Tanto si lo atesoramos como si no nos importa, se irá inevitablemente. Esa es una realidad, en algún momento terminará nuestro tiempo.
Lo que nos queda de él, es lo que construimos y armamos. La poetisa italiana Ada Negri dice que “en cada instante grava el peso de lo eterno”. No nos damos cuenta, porque se van volando uno tras otro, pero podemos en cada uno, acomodar para nosotros y los tuyos esa vida plena que anhelamos.
¿Qué tantas ocupaciones deberían “caber” en tu día?
Un profesor quiso hacer reflexionar a sus alumnos sobre el tiempo y su organización eficaz. Puso frente a ellos un frasco de cristal vacío. Colocó una caja de pelotas de golf, y les preguntó si estaba lleno. Ellos afirmaron que sí, la última pelota llegaba hasta la boquilla, así que era la respuesta pertinente.
Pero el profesor sacó una bolsa de piedras de río, y las colocó dentro. Rápidamente se deslizaron dentro entre los espacios, dejando muy pocos huecos. Los alumnos veían con atención este proceso, y ante la pregunta de si ya estaba lleno, afirmaron que sí, con más seguridad.
Pero el profesor también llevaba arena. La colocó en el frasco y todos vieron cómo se deslizaba entre pelotas y rocas con soltura. ¡Ahora sí estaba lleno!, afirmaban todos.
En un último intento de “llenar” el frasco ahora sí, el maestro abrió una cerveza y la sirvió en el recipiente. Los chicos reían mientras miraban cómo ahora sí, se había llenado.
¿Cuáles son tus pelotas de golf?
El maestro contaba con la intriga y atención plena de sus estudiantes, y después de la exposición, comenzó a preguntarles, cuáles eran las pelotas de golf de los chicos.
“Sus prioridades en la vida, aquello que les da un sentido de pertenencia y valor, son las pelotas de golf: familia, trabajo y aquello que los apasiona y plenifica“, decía. “Colocar primero las piedras de río hubiera sido un gran error“, cerró.
¿Sabes tú, cuáles son tus “pelotas de golf”? ¿Colocas primero en grandes bloques en tu agenda y/o horario el tiempo para los tuyos, tu desarrollo y crecimiento personal y espiritual?
Las piedras podrían abarcarlo todo
Colocadas en segundo lugar, las piedras se acomodaban entre los huecos de las pelotas, pero haberlas colocado al inicio, hubiera dejado varias pelotas fuera. Acomodar sabiamente las demás actividades en nuestra agenda, nos ayudará a no descuidar invertir tiempo en lo que más amamos y más nos hará felices.
La arena sí puede saturarte
Tú y yo, mirando nuestra agenda, tenemos muchos momentos-arena. Son esas distracciones y actividades que al ser tan pequeñas y/o intrascendentes, parece que no nos roban tiempo, pero una a una, grano a grano, pueden saturarnos al tope.
Siempre hay tiempo para algo más
Ante la pregunta de un alumno sobre el significado de la cerveza, el profesor sonrió ampliamente. “Es para recordar que siempre hay tiempo para los amigos“, respondió.
¡Qué importante esta última reflexión! Cimentando bien lo que importa de verdad, colocando después las piedras de las demás obligaciones necesarias pero no tan valiosas, y colocando algunos granos de arena, no debemos perder de vista que nuestra vida requiere también de momentos de reposo, descanso y desahogo.
El tiempo mejor aprovechado
No podrás detener el paso del tiempo, pero ¡qué felicidad si al mirar atrás descubres en tus días muchas sonrisas, actos de servicio y momentos plenos!
El tiempo mejor aprovechado es el que se transforma en duradero, el que hacemos que cuente, el que marca la diferencia, el que llena el corazón, el que une personas, el que provoca sonrisas.
De lo que se trata es de darnos tiempo de:
1 Organizar en nuestra vida un tiempo especial y valioso para garantizar una atención completa a lo que nos importa y plenifica.
2 Recordar que cada segundo puede llenarse con momentos provechosos si somos conscientes del regalo que significa, y si deseamos hacer que cuenten.
3 Tener cuidado con la arena y las piedras, pues un mal manejo del tiempo solamente asfixia e incomoda.
4 Ser cuidadosos también de brindar tiempo a otros, que al final siempre nos retribuyen con cariño, inspiración y riqueza.
¿Agregarías algún consejo a esta reflexión? ¡Escríbenos!