El trabajo de los niños es jugar
¿Alguna vez has perdido el sueño pensando en el porvenir de tus hijos? ¿Te preocupas porque ves que otros niños están involucrados en muchas actividades "enriquecedoras", mientras que los tuyos juegan con sus hermanos...
Wendy Rojas
Si alguna vez has dudado del futuro de tus hijos porque los ves jugar sin ninguna preocupación, como si el “mundo real” fuera así de fácil al llegar a la vida adulta, te tengo dos noticias, una buena y una mala. La mala es que tienes razón, la vida adulta no es así de sencilla. La buena, que las horas de juego e imaginación para tus hijos son su mejor realidad y su mejor presente en esta etapa de su desarrollo. La base más pertinente para el futuro de tus hijos es tener un presente rico en buenas experiencias –y casi todas son gratuitas.
Yo misma he caído en la trampa de pensar que si nuestros hijos “pierden el tiempo” jugando sanamente, en lugar de “invertirlo” en el estudio y aprendizaje de cosas nuevas, al final del día les pesará no haber sido más “dedicados” en su niñez. Como padres, de vez en cuando, recibimos un recordatorio de que esta vida nos ofrece tiempo para todo. A veces quisiéramos que nuestros niños se comportaran como pequeños adultos, que pensaran como nosotros, olvidando que la vida se construye poco a poco, renglón sobre renglón y no de un solo golpe.
Toma nota de lo siguiente y decídete a jugar con ellos:
La niñez es para jugar
Qué bella es esa etapa mágica en la que unas cuantas hojas y pétalos de rosa obtenidas por alguna travesura en el jardín de la abuela se transforman en un banquete durante un juego con las primas, llamado “La comidita”… La niñez es el fantástico espacio donde un barquito de papel se convierte en un enorme buque que navega las bravas aguas de la lluvia. Qué sensación emocionante es salir a chapotear en los charcos, jugar en el lodo, creer por un momento que somos una cantante o actriz famosa a quien todos admiran, aprender a andar en bicicleta, crear un “fuerte” con los amigos a base de ramas secas de arbustos… La lista es interminable. Te invito a recordar los momentos más gratos de tu niñez y, a medida que rememoras lo divertido que era simplemente el “ser niño”, te permitas darle esa misma oportunidad a tus hijos.
Incentiva la creatividad en tus hijos
Cuando estén muy dentro de su mundo al bailar, cantar o hacer cualquier otra cosa que los entusiasma y los hace ser ellos mismos, evita decir comentarios negativos o que “aterricen”, y pon especial cuidado de no avergonzarlos. El juego creativo es un canal por el que fluyen muchas cosas, desde nuevas ideas hasta la liberación de tensiones o estrés. ¡Es tan hermoso ver a nuestros hijos expresarse cuando creen que nadie los ve! Son sinceros y hasta repiten cosas que nos han escuchado decir; es decir, su juego creativo nos puede beneficiar, muchas veces como retroalimentación directa de lo que hacemos frente a ellos.
Incluye tiempo de juego en el horario de cada día
Si te gusta el orden y seguir un horario establecido, asegúrate de incluir tiempo para jugar. Muchos niños rinden mejor a la hora de hacer tareas si saben que a cierta hora podrán dejar el escritorio y descansar mentalmente mientras juegan. Invierte en un set de piezas para armar, bloques, rompecabezas, instrumentos musicales, pelotas de varios tamaños, etcétera. Lo ideal es que les des la oportunidad de aprovechar y de disfrutar su tiempo de juego.
Uno de estos días observarás a tus hijos y te asombrarás de lo pronto que crecieron y dejaron atrás la etapa de la niñez para ingresar al nuevo mundo de la adolescencia. Que al llegar ese momento de transición puedas estar completamente satisfecho de haber disfrutado, junto con tus hijos, esos días mágicos de la niñez, que se marchan tan pronto, dejando una ola de recuerdos. Te invito a recordar tu propia niñez por unos instantes… Y luego, a crear maravillosos momentos con ellos, que serán sus memorias en días venideros.