El truco de los expertos para que tu relación amorosa tenga futuro
Al contrario de lo que piensas, en el amor, menos es más. ¿Sabes cuántas veces a la semana debes encontrarte con él para que tu relación prospere?
Erika Patricia Otero
Sin importar cómo termine una relación, al inicio de la misma, lo que más deseas es pasar tiempo al lado de esa persona que logró hacerte sentir más viva que nunca. Todo ese cúmulo de sensaciones son muy agradables; llegas a un punto en que estar al lado de esa persona es lo que más deseas en la vida.
Eso es lo que pasa cuando te enamoras. Quieres verlo frecuentemente o por lo menos hablar por teléfono o chat y compartir todo lo que se pueda. Sin embargo, parece ser que verse a diario con esa persona es lo más dañino que le puede pasar a una relación; no lo digo yo, lo dicen los expertos.
¿Por qué es “malo” vernos a diario con nuestro amor?
Según el psiquiatra Scott Carroll, para que haya un enamoramiento profundo, las personas necesitan sentirse realizadas y libres. Señala además que, dejar ese espacio y brindar esa cuota de confianza a la pareja -a lo largo de esa relación- permite ver el grado de integridad de la persona de la que te has enamorado.
Sí, puede ser que al inicio de una relación quieran verse a diario; pero convengamos algo, eso puede llegar a ahogar el afecto. Hay una necesidad que debe ser satisfecha, pero como cualquier otra necesidad; por ejemplo comer, cuando ya estas complacida, lo último que quieres es seguir comiendo.
Todo es mejor con calma
Para el psicólogo Seth Meyers, la necesidad de estar frecuentemente con ese alguien especial, puede llegar a hacerte muy dependiente. Te sientes atraída y descubres de repente que “no puedes estar lejos de esa persona”; así que lo que más quieres es estar 24/7 a su lado. Pese a eso, el resultado es nefasto, aun más en los primeros meses de la relación.
Argumenta Meyers qué si bien es cierto, al inicio se siente esa necesidad imperiosa de estar al lado de alguien. Eso, lleva a un contacto físico que no debería darse al inicio de una relación, porque hace que surjan una serie de emociones que pueden confundirte. Si esa persona dueña de tu atención tiene buenas intensiones, la relación puede estar bien proyectada; sin embargo, si no es así, vas a sufrir mucho.
Pueda que al principio, para afianzar sus sentimientos, quieran estar al lado del otro todo lo que puedan; pero eso cambia con el tiempo, y eso se ve hasta en las parejas casadas.
Por eso, lo que recomiendan psicólogos y psiquiatras es ir con calma. Verse una vez a la semana en el primer mes y luego, aumentar la frecuencia de las citas. Eso dará un sentido de control sobre ti misma; además, te ayudará a saber las reales intensiones y sentimientos que inspiras en la otra parte. Para serte honesta, me parece muy sensato.
Beneficios de tener citas 1 vez a la semana
Al contrario de lo que puedas imaginar, el verte con tu amor una vez a la semana hace que tengan muchas cosas que compartir y descubrir juntos.
Pero además de ello, si tiene un real interés en ti, vas a poder notarlo. Es simple, si esa persona es capaz de esperar por ti para verte una vez a la semana, las posibilidades de que esa relación progrese son mayores, porque en serio, quiere algo real contigo.
En cambio, si no tolera estar lejos de ti por ese tiempo (no es señal de que te ama con ardor) es seña de que no tolera la frustración, quiere todo de manera inmediata; entonces las posibilidades de fracaso aumentarán.
Además de ello, no dejarás de lado tu vida social y personal. Es muy importante que paralela a tu relación amorosa tengas una vida fructífera. Uno de los grandes errores que muchas mujeres cometen es dejar todo de lado cuando comienzan a salir con alguien; esto -si la relación en un momento termina- las deja sin nada.
Si a lo anterior le añades que tienes tiempo para ti, para tu crecimiento personal, para saber lo que sientes por esa persona y proyectarte a futuro en esa relación, pues tendrás a favor muchos aspectos que el estar de manera constante con esa persona, no te otorgarían.
¿Qué le permite saber a una persona si su relación tiene futuro?
Ya no hablemos de la constancia en las citas cuando una relación inicia, toquemos un tema muy importante; el futuro de esa relación.
Nadie que comience a salir con alguien y lo tome en serio, quiere que las cosas terminen pronto. Todos queremos un amor que dure mucho tiempo; por eso, para que que una relación amorosa se afiance lo recomendado por expertos (al inicio) es salir en citas una vez a la semana. Pero para que la misma tenga futuro, lo recomendado es cuestionarte acerca del tipo de relación que tienes.
El psicólogo John Gottman recomienda preguntarte si tu relación tiene como base el amor, afecto y el respeto; si hay reciprocidad en el apoyo y el cuidado dentro de la relación amorosa; y si te gusta pasar tiempo a su lado. Estos aspectos te llevarán a saber si el interés es genuino, profundo y autentico.
Pero además de saber si tu amor es real y correspondido, también resulta importante saber si a pesar del afecto que comparten, son capaces de darse libertad y a la vez mantenerse comprometidos en la relación.
Cuando una pareja está comprometida -y nada tiene que ver con un compromiso a matrimonio- hay respeto y lealtad; pueden ir cada uno por su parte y la otra persona tendrá la certeza del amor que se le profesa.
El amor y el respeto no tiene nada que ver con la frecuencia y el contacto en la pareja; en realidad es algo que está delimitado por los valores de cada persona. Cuando no hay ese nivel de compromiso, no hay un futuro prometedor para esa persona.
A lo anterior, añádele la capacidad que debe haber en la pareja para comunicarse. Comunicarse no es hablar emitiendo una serie de caprichos que deben ser complacidos; es escuchar – entender – responder y actuar. Cuando la pareja logra comunicarse y comprenderse, las posibilidades de que tengan una buena proyección a futuro son mayores.
Podemos señalar para finalizar que el futuro exitoso de una relación afectiva puede garantizarse desde el principio de la misma. Pero esto requiere no solo amor, sino un verdadero deseo de estar con esa persona; pero eso ya depende mucho de cada parte de la pareja.